Anfitrión o pan y comedia, tras la Pandemia
Bienvenidas y bienvenidos a esta pista de circo abarracado, figuras en movimiento, texto al ritmo de swing y juego de espejos para invocar a un Anfitrión de Molière a traves de esta propuesta de Juan Carlos Rubio.
Antes de comenzar ya empiezan las filigranas con la autoría, ya que Molière le “robó” el texto al comediógrafo de la antigua Roma, Plauto. Cosas que no pasarían hoy día -o si- pero que no obstante recaló profundamente en la cultura francesa.
“Todos los desastres de la historia podrían haberse resuelto si los gobernantes supieran bailar"
Cien son los minutos de comedia, bailes, piruetas lingüísticas de equívocos y cabriolas cabareteras para no dejar respirar al espectador; que tanto lo necesita: reir y reir en comunidad.
A excepción de un solo musical que restaba más que sumaba, esta adaptación de suerte de caprichos de los dioses brilla sobre el diseño escenográfico del genial Curt Allen.
Y en medio de esta ensalada de licencias dramáticas, lucecitas de verbena y parodias circenses se nos presenta un noble y “arlequinado” Pepón Nieto -en el papel de Sosia- que enganchó al público cordobés desde el inicio. Porque Sosia sería ese personaje que todo el mundo tendría en su coqueta; achuchable y picaresco.
Señalar a un gran Fele Martínez -en las botas de Anfitrión-, que en un gran monólogo, de alta calidad actoral, levantó el aplauso del respetable al finalizar dicho soliloquio, descomponiendo un personaje abatido y agobiado por los caprichos divinos.
Por su parte con naturalidad Toni Acosta le dió empaque, fuerza y mucha dulzura a su Alcmena -su tono de voz es tan peculiar que hace que te encuentres ante una actriz diferente, especial- para empoderar, en esta versión, a la mujer que, en el texto original, tan poco poder tiene.
En este remolino, de efectos escénicos, el reparto se comporta como una máquina bien engrasada por nuestro paisano Juan Carlos Rubio, que ha sabido captar, y sobre todo adaptar, la esencia del comediante francés para proyectarnos esos caracteres que ahondan en el patetismo de los que idealizan cara a la galería de las apariencias, o lo que es lo mismo; del que tenga redes sociales.
Tarde noche entretenida ayer en el Gran Teatro lleno hasta el Paraiso, que aplaudió felizmente, tras un colofón muy espectacular y que junto con la noche del “veroño” cordobés invitaba a dar un paseo por el centro y celebrar la vida ante el capricho de un velador libre.
REPARTO
Pepón Nieto
Toni Acosta
Fele Martínez
José Troncoso
Dani Muriel
María Ordóñez
EQUIPO ARTÍSTICO TÉCNICO
Movimiento escénico: Chevi Muraday
Diseño de iluminación: José Manuel Guerra
Música: Julio Awad
Diseño de vestuario: Paola Torres
Diseño de escenografía: Curt Allen Wilmer (aapee),
Leticia Gañan y Emilio Valenzuela.
Versión y dirección: Juan Carlos Rubio
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