El C3A reivindica a Val del Omar como un artista esencial en la historia del arte español

El C3A Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, sede en Córdoba del CAAC, dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, presenta hasta el 1 de septiembre la primera antológica dedicada en más de una década al cineasta, técnico audiovisual y teórico de los medios José Val del Omar (Granada, 1904 - Madrid, 1982). La muestra ofrece una nueva contextualización histórica que, lejos de considerar a Val del Omar un creador aislado, lo sitúa en el centro de una constelación de discursos, instituciones y disciplinas del siglo XX, enfatizando el compromiso con el espectador que caracterizó siempre su propia práctica artística.

Este proyecto expositivo reúne alrededor de 300 obras y documentos, aportados por una quincena de instituciones públicas y colecciones particulares, entre ellas el Archivo José Val del Omar, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Filmoteca Española, el Museo del Traje, el Museo Nacional de Escultura, la Residencia de Estudiantes, la Fundación Pablo Iglesias, la Real Academia de San Fernando, la Filmoteca de Andalucía o el Museo Julio Romero de Torres, que cede el lienzo ‘Virgen de los Faroles’ (1928) del artista cordobés.

Entre esas piezas hay numeroso material inédito que subraya el diálogo que el trabajo de Val del Omar estableció con distintos episodios de la historia del arte español, como prueban, por ejemplo, las fotografías nunca antes expuestas de ‘Fuego en Castilla’ que aporta la Filmoteca Española, el proyector de las Misiones Pedagógicas que presta la Filmoteca de Andalucía, reflejo del trabajo que el granadino desarrolló para el proyecto cultural de la Segunda República, del que hay otros testimonios, como la copia del cuadro del Museo del Prado ‘La visión de San Francisco’, de El Greco, que cede la Residencia de Estudiantes.

‘Val del Omar. Una Técnica con T mayúscula’ traza el empeño de este cineasta en explorar las posibilidades y los efectos que tecnologías como el cine, la electroacústica o la televisión tienen sobre el espectador. La muestra examina la búsqueda de Val del Omar de formas de producción artística que superen un espectáculo comercial homogeneizador.

Un proyecto, el de Val del Omar, con raíces tecnocientíficas y espirituales que desarrollará principalmente desde instituciones públicas, y que deberá mutar para adaptarse a los diferentes contextos políticos del Estado español durante el siglo XX: de la efervescencia intelectual de la Segunda República, a las vicisitudes del régimen represivo que sigue a la Guerra Civil, a los intentos del régimen franquista por encajar en el complejo rompecabezas político-industrial de la Guerra Fría, a la libertad de creación que inaugura la democracia a partir de 1975. 

Respondiendo a un renovado interés en su obra, ‘Val del Omar. Una Técnica con T mayúscula’ reivindica su vigencia en un presente caracterizado por la saturación visual, la normalización de la propaganda y un uso cada vez más agresivo de la tecnología. Este proyecto expositivo ha sido comisariado por Lluís Alexandre Casanovas Blanco y cuenta con la asesoría curatorial de Piluca Baquero, directora del Archivo Val del Omar, y la consultoría de Gonzalo Sáenz de Buruaga, presidente del Archivo Val del Omar.

La muestra tiene como punto de partida un texto del propio Val del Omar, “El firmamento de una Técnica con T mayúscula”, escrito en los años 60, en el cual urgía a los españoles a pensar en una técnica que, como “ventana ardiente entre el documento y el misterio”, hiciera “de la información un fin colectivo”. “Una técnica que, lejos de la experiencia individual que ofrecían entonces la publicidad y la propaganda de la Guerra Fría, propiciara un entendimiento y una emoción compartida entre iguales”, según ha destacado el comisario de la muestra.  

Val del Omar

Creador de un talento artístico y tecnológico extraordinario, José Val del Omar (Granada, 1904- Madrid, 1982) fue contemporáneo y camarada de Lorca, Cernuda, Renau, Zambrano y otros nombres mayores de una Edad de Plata truncada por la Guerra Civil española. Nacido en una familia burguesa (su apellido paterno era Valdelomar, que él arabiza como Val del Omar) se sintió pronto atraído por el cine tanto en su vertiente técnica como estética, interesándose por las capacidades pedagógicas de este nuevo medio, así como por sus posibilidades de transformación social.

En 1928 anticipó ya varias de sus técnicas más características, incluyendo el “desbordamiento apanorámico de la imagen” fuera de los límites de la pantalla y el concepto de “visión táctil”. Dichas técnicas, y la del “sonido diafónico”, y otras exploraciones en el campo sonoro, las aplicó en su ‘Tríptico Elemental de España’, iniciado en 1952 y sólo concluido póstumamente.

Integrado por ‘Aguaespejo granadino’ (1953-55), ‘Fuego en Castilla’ (1958-60) y la inconclusa ‘Acariño galaico’ (1961-1995), el ‘Tríptico’ “no sólo es heredero de la etnografía surrealista y la cinematografía abstracta de entreguerras, sino que anticipa la experimentación alrededor del aparato cinematográfico que tendrá lugar durante la Guerra Fría, teorizada a posteriori bajo el concepto de cine expandido”, valora el comisario de la muestra. La obra y la tenaz actividad investigadora de Val del Omar, incomprendidas en vida, son objeto de un renacimiento y redescubrimiento en nuestros días que hace que cobre nuevo sentido la leyenda “Sin fin” que él ponía al término de sus creaciones fílmicas.