La Fiscalía abre una investigación sobre la falta de protección de los restos de la Ronda Norte
La Fiscalía de Córdoba ha abierto una investigación para determinar si habría un presunto delito patrimonial en la falta de protección de los restos del yacimiento arqueológico aparecido en el trazado de la futura Ronda Norte, sobre el que descargaron las fuertes precipitaciones del pasado 29 de octubre.
El Ministerio Fiscal ha ordenado a la Guardia Civil, a través del SEPRONA y con el apoyo de la dirección arqueológica del proyecto, realizar una inspección detallada del yacimiento. Además, ha solicitado informes a la Delegación de Cultura y a la Gerencia Municipal de Urbanismo para aclarar qué medidas preventivas se adoptaron, si correspondían a sus competencias y si se aplicaron de forma adecuada.
Se investiga si los hechos pudieran constituir un delito contra el Patrimonio Histórico, ya sea por dolo eventual o por imprudencia. El decreto fiscal recuerda que tanto la Delegación Territorial de Cultura como la Ponencia Técnica habían advertido, en resoluciones emitidas entre julio y octubre de 2025, de la necesidad urgente de proteger los vestigios ante la llegada de las lluvias otoñales. Los informes técnicos alertaban de la “fragilidad” del conjunto exhumado —formado por muros de tapial y pavimentos de mortero de cal extremadamente permeables— y recomendaban su cubrición inmediata para evitar deterioros.
El Ministerio Fiscal abrió diligencias el pasado 24 de noviembre, atendiendo una denuncia formulada por el PSOE y Hacemos Córdoba. Ahora tendrá que determinar si hay delito en el hecho de que los restos estuvieran a la intemperie cuando llegaron las lluvias, pese a que había un mandato expreso para cubrirlos de la Delegación de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía fechado el 3 de octubre.
Sin embargo, el episodio de precipitaciones del 29 de octubre descargó con fuerza sobre la zona donde se excavaba el yacimiento, que había revelado estructuras de enorme relevancia, incluida una basílica paleocristiana considerada única en la Península Ibérica. Pese a las advertencias reiteradas de especialistas y a una resolución de la Delegación de Cultura emitida 26 días antes de la tormenta, los restos permanecían descubiertos en el momento en que cayó la primera lluvia intensa del otoño.
Imágenes y testimonios recogidos entonces por este periódico mostraron acumulación de agua sobre los muros, fabricados con materiales de alta vulnerabilidad a la humedad. Aquella situación desencadenó críticas y abrió un debate público sobre la actuación de la Junta.
La postura de la Junta
Tras el episodio, el Gobierno Andaluz defendió que la cubrición provisional con geotextil —supervisada por el arqueólogo director— se había ejecutado el mismo día 29, si bien fotografías captadas por Cordópolis pusieron en cuestión dicha afirmación. Los restos quedaron correctamente protegidos a partir del 30 de octubre. La Junta sostuvo entonces que todo se había realizado siguiendo “las indicaciones de Cultura y del arqueólogo responsable” y dentro de los protocolos habituales.
Posteriormente se formalizó el contrato de consolidación y restauración del enclave. “El equipo de restauración ha tomado contacto con el enclave y ha vuelto a revisar la protección provisional, a la espera de que las condiciones meteorológicas permitan iniciar las labores más delicadas”, señaló la Junta el 14 de noviembre, concidiendo con una segunda gran regada en la zona, tras el paso de la borrasca Claudia, aunque, esta vez, con la cubrición geotextil colocada.
Tres semanas después de aquella nota, el Gobierno Andaluz mantenía esta semana que los primeros trabajos de revisión, limpieza y consolidación acometidos tras el episodio de fuertes lluvias del 29 de octubre en el yacimiento arqueológico aparecido en el trazado de la futura Ronda Norte no han detectado daños en los restos excavados
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