PISOS TURÍSTICO
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ANÁLISIS
Dos viviendas de Córdoba se convierten en pisos turísticos cada día
Una de cada cuatro viviendas turísticas de Córdoba autorizadas por la Junta de Andalucía se ha dado de alta en los últimos diez meses, entre el 1 de enero y el 31 de octubre. En este periodo, de media, dos viviendas se han convertido en pisos turísticos cada día en la provincia de Córdoba.
El dato, extraído del Registro de Turismo de la Junta de Andalucía, muestra a la perfección el tremendo ritmo al que crece en Córdoba esta modalidad de alojamiento, la VFT (Vivienda con Fines Turísticos), que, pese a que es común la confusión, no es la misma figura que los apartamentos turísticos, que son un negocio hotelero a efectos comerciales.
El análisis de los datos no deja lugar a dudas de que los pisos turísticos son un fenómeno creciente en la provincia y, especialmente, en la capital cordobesa, que aglutina el 92% de la oferta de este tipo de alojamiento (2.359 de los 2.559 que hay autorizados a nivel provincial). También los datos evidencian que el aumento que ha sido sostenido hasta hace poco, se ha disparado en el último año.
Así, si en enero de 2023, el número de pisos turísticos que había declarados en el RTA (Registro de Turismo de Andalucía) era de 1.903, seis meses después, en junio, era de 2.174 pisos turísticos. Pero es que, en los últimos cuatro meses, desde junio hasta el 31 de octubre, la oferta ha subido hasta 2.565. Es decir, prácticamente a razón de cien nuevos pisos turísticos cada mes.
El trámite
Para ello, la clave está en el trámite. El proceso para dar de alta una propiedad inmobiliaria como vivienda turística es relativamente sencillo: se puede hacer de forma telemática y, sólo con la declaración responsable, ya se permite que alquilar el piso. No obstante, la Delegación de Turismo tiene un plazo para comprobar la licencia de ocupación y que el inmueble cumple todos los requisitos. En caso negativo, puede acabar denegándolo. Pero, de entrada, para dar de alta un piso turístico que tenga todas sus cargas en regla, basta con un certificado digital, autofirma y una declaración responsable.
La evolución de este tipo de alojamiento en Córdoba en el último lustro ha sido muy importante, pese al parón que supuso la pandemia tanto para el turismo en general, como para las VFT en particular. Así, en el año 2018 -año en el que AirBnb eliminó de su web los pisos sin licencia- el Registro de Turismo de la Junta de Andalucía contabilizaba un total de 1.012 viviendas o pisos turísticos en la capital, según un informe que realizó entonces el Instituto Municipal de Turismo (Imtur) de Córdoba. Es decir, que en estos cinco años, la oferta en Córdoba de vivienda turística legal se ha duplicado.
Aunque, para hacerse una idea de cómo ha cambiado la ciudad con la irrupción de la VFT, lo interesante es comparar con los datos de la última década: hace diez años, en 2013, el número de anuncios que ofertaba Airbnb en Córdoba era de 115. Es decir, la oferta ha crecido un 2.130% en la última década.
La nueva normativa
La oferta ha crecido tanto que incluso la Asociación de Viviendas y Alojamientos Turísticos de Córdoba (Avacor), constituida a partir de una comunidad de propietarios de pisos turísticos y que representa a 3.200 anfitriones de toda la provincia, ha dicho que ven “necesaria” una “moratoria” que ponga en pausa la concesión de licencias de viviendas.
Mientras tanto, la Junta de Andalucía ultima estos días la tramitación de un nuevo decreto que va a regular este fenómeno y que incluye, por primera vez, algunos vetos explícitos. Según informaba este periódico a partir del estudio del borrador, la futura normativa andaluza introduce por primera vez vetos para los multipropietarios y empresas explotadoras, así como otorga a los ayuntamientos la potestad de limitar la proliferación de pisos turísticos en determinados barrios y edificios por cuestiones urbanísticas o de planificación.
Uno de los primeros ayuntamientos que moverá ficha en ese sentido es Córdoba, cuyo alcalde, José María Bellido, señalaba que estaba dispuesto a usar la normativa para regular el sector, aunque “sin demonizar el fenómeno” que suponen las viviendas turísticas. En febrero de este año, el alcalde recordaba que, “desde el respeto máximo a la libertad de empresa”, pero “también desde la ordenación urbanística”, había que intentar que “convivan el legítimo desarrollo de alojamientos y viviendas turísticas por parte de los propietarios, con el legítimo interés público de la ciudad de que no se convierta el casco histórico en un gran alojamiento turístico sólo”.
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