Vecinos de la Ribera piden al Ayuntamiento que priorice la vida vecinal ante la nueva licencia del complejo hostelero
Bajo el lema ¡¡¡Por un casco histórico habitable!!!, cinco asociaciones vecinales de Córdoba y habitantes de la zona de la Ribera se han concentrado de nuevo este martes la calle San Fernando con Maese Luis. Para los convocantes, el nuevo complejo hostelero y de ocio “ha sido la gota que ha colmado el vaso” de la paciencia de los vecinos.
Todas las asociaciones vecinales -La Axerquía, La Medina, San Lorenzo Existe, Galea Vetus y Regina-Magdalena- han vuelto a poner de manifiesto su hartazgo ante la concesión de licencias para edificios de hostelería y de ocio que se suman a los locales ya existentes, provocando “más noches sin dormir” y la dificultad para hacer posible la vida vecinal.
La presidenta de la asociación La Axerquía, Juana Pérez, ha denunciado que la concesión de esta nueva licencia es fruto de la no aplicación de las conclusiones que se elevaron en la Mesa de Usos del Casco Histórico, donde se acordó que esta zona fuera calificada como Zona Acústicamente Saturada (ZAS). “No se inició, ni siquiera, el trámite para llevar a cabo esa catalogación” que supondría que “durante un año no se podían otorgar más licencias de bares que podría producir ruidos”.
Independientemente de esta mesa, ha apuntado Pérez, la asociación que preside ya solicitó dicha catalogación, aunque también sin éxito. A su vez, ha recordado que el pasado 17 de septiembre “todos los partidos aprobaron una moción conjunta” para fomentar el uso residencial y la habitabilidad de esta zona de Córdoba.
Ya en 2018, ha comentado, la asociación realizó una performance en el mismo lugar en el que este martes se han concentrado tras conocer el proyecto de apertura de nuevos bares y restaurantes; una iniciativa que se paralizó hasta que este mes de mayo ha podido fraguarse y conseguir la licencia de Urbanismo.
Los vecinos han denunciado que el día a día de estos locales son los que marcan las horas de sus vidas ya que “sabes cuándo están las papeleras, cuándo está saliendo la gente o cuándo se está produciendo el baldeo”. A pesar de estas concentraciones, Pérez ha lamentado que el proyecto no tiene “marcha atrás”, contando incluso con las alegaciones presentadas por la asociación de vecinos. Por ello, ha pedido al Ayuntamiento que repiense su modelo de casco histórico para que sea sólo “una zona de ocio y de residentes foráneos” porque “las ciudades tienen que medir esto” con hacer posible la vida residencial en estas zonas.
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