Todavía menos agua: una revisión calcula que en los embalses cordobeses faltan otros 50 hectómetros
Con el cambio de año hidrológico, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha aprovechado para revisar las batimetrías de sus embalses. Es decir, finalizada la campaña agrícola, se han realizado diferentes trabajos sobre el fondo de los pantanos de la cuenca para comprobar exactamente cuánta agua queda. El trabajo es complejo y sencillo a la vez. Se analiza el fondo del embalse y se anota su colmatación (principalmente por la llegada de sedimentos procedentes de la erosión). Una vez se ve si el fondo está más alto o más bajo que tras la última batimetría, se vuelve a calcular la cantidad de agua que habría disponible.
La sorpresa ha sido mayúscula ya que en la provincia de Córdoba, de un día para otro, hay 50 hectómetros cúbicos de agua menos que el 30 de septiembre. Ese fue el último día del año hidrológico y también el de regadío extraordinario de verano. Desde el 1 de octubre y hasta este mismo miércoles, en seis embalses de la cuenca en la provincia de Córdoba faltan más de 52 hectómetros cúbicos de agua, lo que agrava aún más la grave situación de sequía que ya vivían.
Oficialmente, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) señala que “a fecha 1 de octubre de 2022 se modifican las curvas de capacidad de algunos embalses (por aplicación de nuevas batimetrías), lo que repercute en la actualización de los volúmenes embalsados” como explicación a lo sucedido. Este mismo miércoles, la propia Confederación, en una nota de prensa especial sobre desembalses extraordinarios, aseguró que “durante estos últimos meses se han actualizado las curvas de capacidad de 29 embalses de la cuenca (de los cuales 13 corresponden al SRG), implementando en el SAIH y demás registros del Organismo las nuevas curvas obtenidas como resultado de los trabajos de topografía y batimetría que se han llevado a cabo, quedando disminuidas las reservas de 922 hectómetros cúbicos hoy en el Sistema de Regulación General en 838”. Es decir, en la cuenca faltan casi 90 hectómetros cúbicos más.
Así, el resultado es que de repente en Iznájar hay 34 hectómetros cúbicos menos de agua que la pasada semana y en Vadomojón 12,7. Especialmente preocupante es lo sucedido en Sierra Boyera, donde de la noche a la mañana hay 0,7 hectómetros cúbicos menos de agua. Este embalse es el que suministra agua potable a todo el norte de la provincia. Y con esta revisión ya está casi vacío. Ahora mismo quedan 2,9 hectómetros cúbicos en su interior. Está al 7,4% de su capacidad. Además, también se ha revisado la presa de José Torán, donde hay 3,85 hectómetros cúbicos menos, Puente Nuevo (uno menos) y el Bembézar (1,26 de menos).
Esto ha provocado que de la noche a la mañana, la reserva de agua en el conjunto de la provincia de Córdoba esté ya por debajo del 15% y que en su conjunto sea de 477 hectómetros cúbicos de agua. Y eso sin haber realizado más batimetrías en el resto de embalses de la provincia, como en el caso de La Breña II o Martín Gonzalo.
Con estos nuevos números, la situación es especialmente preocupante en Sierra Boyera. La Confederación ha iniciado obras de urgencia para conectar La Colada con Sierra Boyera, pero se trabaja con el horizonte de que no estarán listas antes de enero de 2023. La comarca está demandando una media de entre 0,2 y 0,3 hectómetros cúbicos de agua. En el mejor de los casos, si no hay aportaciones de lluvia, quedaría agua para 14 semanas y media. En el peor, para nueve semanas y media. Y eso contando con que sea aprovechable hasta el último litro embalsado. Es decir, quedaría agua hasta navidades.
Menos crítica parece la situación en Iznájar. Es el mayor embalse de Andalucía y aunque está al 12,3% de su capacidad aún almacena algo más de 113 hectómetros cúbicos de agua. Con esa reserva, el suministro a todo el sur de la provincia de Córdoba está garantizado al menos durante más de un año. Eso sí, difícilmente podrá aportar agua para el regadío en caso de que no llueva de manera generalizada.
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