Los principales embalses cordobeses entran en situación de “alerta” ante la escasez de lluvias de primavera
“Alerta”. El informe de sequía de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) es contundente. La situación de la cuenca especialmente en los principales embalses de la provincia de Córdoba es grave. La escasez de lluvias de la primavera después de varios años hidrológicos en los que las precipitaciones no han sido precisamente abundantes están dibujando un horizonte preocupante para los agricultores andaluces. No llueve lo suficiente como para mantener una reserva de agua suficiente en los embalses que permita garantizar una campaña de regadío en verano, con el consecuente riesgo de que se pierdan cosechas enteras.
Ahora mismo, la cantidad de agua embalsada en Córdoba es menos de la mitad de la que debería haber. La provincia de Córdoba es la que más capacidad de embalse tiene de toda la cuenca del Guadalquivir. En total, las presas cordobesas tienen capacidad para retener 3.411 hectómetros cúbicos de agua. Solo Iznájar se aproxima a los 1.000 hectómetros cúbicos. A estas alturas de la primavera debería haber 2.427 hectómetros cúbicos de agua en los embalses de la provincia, el 71% de su capacidad, según la media de los últimos diez años. No obstante, a fecha de este fin de semana, en los pantanos cordobeses hay 1.156 hectómetros cúbicos de agua.
Es decir, en la actualidad, los embalses de la provincia están al 34% de su capacidad. Lo normal es que ese nivel lo alcancen cuando concluye el verano y acaban los riegos. Y eso es lo que lleva a la Confederación a considerar que toda la cuenca en Córdoba está en situación de “alerta”. Eso sí, las lluvias de invierno y primavera, aunque muy escasas, han contribuido a que se saliera de la situación de “emergencia” en la que se entró en diciembre. Pero por poco.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir reunirá a su comisión de desembalse el próximo día 27. Aunque no ha trascendido el orden del día, está previsto que el mensaje que se traslade a los agricultores es el que este año habrá muy poca agua para regar. Del regadío dependen amplias extensiones y producciones de cítricos en la Vega del Guadalquivir y también de recientes plantaciones de olivar en seto y extensivo.
Córdoba tiene los dos mayores embalses de Andalucía, Iznájar y La Breña II. Ambos están al 20% de su capacidad. Aún así, La Breña retiene 168 hectómetros cúbicos de agua e Iznájar 349. Es decir, tienen más agua que capacidad la mayoría de los embalses andaluces. Aún así, es insuficiente para garantizar una campaña de regadío durante este verano en caso de que no se intensifiquen las lluvias de esta primavera, algo que según las predicciones parece que no va a ocurrir.
De lo que no hay riesgo alguno es del consumo humano. El abastecimiento a la inmensa mayoría de la población de la provincia de Córdoba está garantizado. En el caso de Córdoba capital, el juego del Guadalmellato-San Rafael de Navallana tiene agua suficiente como para abastecer a la ciudad durante tres años (pero no para llenar un verano más el canal). Lo mismo ocurre con Iznájar, del que bebe la mayoría del sur de la provincia.
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