Mapa para no perderse en las candidaturas para dirigir el PSOE de Córdoba
¿Quiénes son los renovadores? ¿Quiénes los continuistas? ¿Quiénes los sanchistas o quiénes los susanistas? Entre el 18 y el 19 de diciembre, los militantes del PSOE de Córdoba están llamados a participar en un congreso provincial en el que tienen que elegir a su próximo secretario general. Hasta no hace muchos años, la persona que se sentaba en el despacho principal de la sede socialista de la avenida del Aeropuerto era sino la más poderosa sí la más influyente de la política provincial. El PSOE ha acumulado un enorme poder político, controlando a la vez el Gobierno, la Junta de Andalucía, la Diputación de Córdoba y prácticamente dos tercios de los ayuntamientos de la provincia.
Hoy, el poder socialista ha menguado, pero sigue siendo muy importante. El PSOE controla el Ejecutivo y la Diputación de Córdoba. Ha dejado de gobernar en la Junta de Andalucía (por primera vez en 40 años) y el Ayuntamiento de Córdoba, pero mantiene bajo su control a prácticamente dos tercios de los municipios de la provincia. Un histórico periodista cordobés, preguntado sobre de qué partido era tal o cuál alcalde, hace años respondía: “del PSOE mientras no se demuestre lo contrario”.
Por eso, el control del poder orgánico de un partido como el PSOE en una provincia como Córdoba es de vital importancia política. Los socialistas, de hecho, tienen mucha más autonomía por provincias que otros partidos, mucho más jerarquizados, como puede ser el caso del PP o incluso de Podemos, Ciudadanos o Vox.
La batalla por el control del PSOE de Córdoba viene de largo, de muchos años atrás. Los socialistas han librado enormes batallas internas. Unas veces han ganado unos y otras veces otros. Ahora, muchos se vuelven a enfrentar, en un congreso provincial donde sorprende que haya caras en un lugar y en otro. Como los soldados que han cambiado de trinchera. Por eso, cada día se hace más difícil seguir quién es quién en cada candidatura.
Si hay algo que parece claro es quiénes son los continuistas. En su mayor parte, coinciden con aquellos socialistas que apoyaron a Susana Díaz en las primarias que perdió contra Juan Espadas. Pero no están todos los que fueron. Algunos han cambiado de bando. Los continuistas se agrupan en torno a Antonio Ruiz, presidente de la Diputación, alcalde de Rute y actual secretario provincial del PSOE de Córdoba. Ruiz tiene el apoyo del que fue su antecesor en el cargo, Juan Pablo Durán. Entre ambos, mantienen un gran poder interno, aunque ha ido menguando con el paso de los años. Casi todos los parlamentarios andaluces actuales están en el entorno de Antonio Ruiz. También importantes alcaldes de la provincia. Y aproximadamente un 40% de las agrupaciones municipales del PSOE de Córdoba.
No obstante, el secretario general de la agrupación del distrito Sur (la más numerosa), Alberto Mayoral, acaba de incorporarse al equipo de Rafi Crespín en el Congreso de los Diputados. Mayoral iba a entrar como cargo de confianza en la Diputación, en Eprinsa, en un movimiento que no gustó a IU, que cogobierna con el PSOE la institución provincial. Finalmente, trabaja codo con codo con Crespín. Eso sí, aún no se ha pronunciado públicamente a nivel interno qué hará en el próximo congreso provincial, pero Mayoral fue uno de los socialistas cordobeses que más apoyó, que más asesoró y que más se significó junto a Susana Díaz en las pasadas elecciones primarias.
Otro caso significativo es el de Soledad Pérez, parlamentaria andaluza, que siempre fue en las listas que encabezaba Juan Pablo Durán y que ahora apoya la candidatura de Carmen Campos. En la misma se han integrado senadores antaño duranistas, como es Mari Ángeles Luna, exconcejal en el Ayuntamiento.
Y eso lleva a tratar de saber quiénes son los renovadores o los sanchistas. Aparentemente, este espacio se lo disputarán dos candidaturas. La primera en presentarse fue Carmen Campos, concejala en el Ayuntamiento de Córdoba, en un movimiento que sorprendió especialmente a sus compañeros en el Consistorio. Pero esta semana se ha planteado una tercera, llamada Iniciativa por Córdoba y que en principio tendría como cara más visible a Rafi Crespín, diputada en el Congreso que acaba de convertirse allí en la secretaria del grupo municipal socialista.
Los militantes del PSOE tratan de guiarse por las fotos. Por un lado miran a los que apoyan a Campos, por otro a los que se suman a Crespín. Este viernes, en Montilla, se presentó Iniciativa por Córdoba. En las fotos destacaban especialmente dos personas: José Antonio Ruiz Almenara y Francisco Pulido. Ambos fueron secretario provincial y presidente de la Diputación en los dos miles, en la década que más poder acumuló el PSOE y en la que las administraciones, incluso, manejaban más presupuesto. En resumen, hace algo menos de 20 años, Almenara y Pulido acumulaban un poder político y orgánico interno que ha sido irrepetible años después.
Por eso, muchos se resisten a llamar renovador a este grupo, en el que se formaron y colaboraron muchos con los que ahora se disputan el poder. Juan Pablo Durán, por ejemplo, fue el secretario de Organización de Almenara. A este grupo se ha sumado también la exalcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, que probablemente acabe formando parte de la Ejecutiva regional de Juan Espadas, que se constituirá antes del congreso provincial cordobés. Además, y para dar una vuelta de tuerca más, sobre este grupo sobrevuela el apoyo de Teba Roldán, que representa el ala más a la izquierda del PSOE cordobés y que fue la primera en respaldar a Pedro Sánchez cuando éste dimitió (y volvió a ganar meses después).
Por otra parte, no se descarta tampoco que ocurra como la última vez: que a punto de expirar los plazos se acaben integrando las candidaturas. En el último congreso, Rafi Crespín se retiró a minutos de la votación y decidió integrarse en la lista de Antonio Ruiz. Pero eso eran otros tiempos y en el PSOE andaluz gobernaba Susana Díaz, que ahora ha decidido dar un paso atrás y centrarse en el Senado.
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