El impacto de las políticas de Trump en el precio del oro zarandea al sector de la joyería

El precio del oro ha vuelto a marcar un máximo histórico esta semana, alcanzando más de 97.000 euros el kilo y confirmando su poder como valor refugio en tiempos de inestabilidad cuando los mercados internacionales se están viendo afectados por las políticas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Esa escalada del precio del oro –que ya acumulaba subidas por distintos conflictos internacionales–, impacta de lleno en un sector, el de la joyería, que tiene en esta materia prima su base de producción y que ya se está viendo afectada por estos vaivenes, con pedidos que se frenan y ralentizan y un escenario de incertidumbre ante cómo evolucionará el mercado.
La escalada de precios del oro es directamente proporcional a los movimientos sociopolíticos mundiales, convirtiéndose en un valor refugio ante la incertidumbre económica. Y si el valor de este metal precioso se incrementó primero con la invasión rusa de Ucrania y la posterior guerra, o luego con los ataques de Israel a Gaza y la situación en el Golfo Pérsico, el cambio en la presidencia de Estados Unidos con la llegada de Donald Trump volvió a marcar hitos en esta escalada. La guinda, ahora, ha sido la política de aranceles a las importaciones impuesta por el presidente de Estados Unidos, causando un terremoto en los mercados internacionales. En otoño de 2023 –hace apenas año y medio–, el precio del oro se movía en 60.000 euros el kilo; en enero de este año –con la llegada de Trump a la Casablanca– se alcanzaron los 85.000 euros. Y sus decisiones políticas han marcado desde entonces la continua escalada que ha seguido el oro hasta la actualidad, registrando el hito de más de 97.000 euros por kilo de oro este 22 de abril.
“Estamos en precios récord del oro porque también tenemos récord de conflictos a nivel mundial y esa constante escalada del precio del oro está ejerciendo una presión bastante significativa dentro del sector, tanto en la producción como en la comercialización”, constata Isidoro García–Escribano, el presidente de la asociación que reúne a los joyeros de Córdoba, ciudad en la que se produce el 60% de las joyas de España.

Freno de pedidos nuevos
“De momento no hay cancelación de pedidos anteriores, pero es verdad que los nuevos no se están confirmando. Hay una paralización, un freno, de nuevos pedidos”, sintetiza sobre el escenario que se cierne sobre el sector ante el elevado precio del oro.
Los joyeros, hasta ahora, han ido produciendo los encargos hechos hasta hace un mes aproximadamente, con precios de la fecha de cierre de los pedidos. Pero ante el último récord del valor del oro en esta semana de abril, “ahora tenemos el problema de que, con vista a un mes o mes y medio, los pedidos que se tenían que estar cerrando, están aguantándose, parados”, explica Javier Romero, responsable de una de las fábricas de joyería que hay en Córdoba.
En esta fábrica, de la firma Pie de Rey que exporta joyas a todos los continentes, se puede palpar la incertidumbre que afecta al sector, ante los precios que está alcanzando el metal y cómo repercute en su producción: “Los pedidos que tendríamos que estar cerrando para que la fábrica no se quede parada de aquí a dos o tres semanas, se están aguantando”. Les piden –explica–, que esperen hasta ver si el mercado se estabiliza. “Pero nadie sabe si se va a estabilizar. Y nos vemos muy afectados por este motivo”.
La producción no se ha parado de momento. Se está trabajando con pedidos anteriores y, sobre los que debían estar cerrándose ahora para mantener el trabajo en semanas posteriores, en algunos casos los encargos tiran hacia adelante elaborando la mercancía, pero sin cerrar aún el precio.
La joyería cordobesa tiene en el oro su principal materia prima y se trabaja, como en el caso de esta fábrica, desde 8 a 22 quilates, para su comercialización a distintos países. Pero “rebajar el quilataje no es la solución” ante la subida del precio del oro. Cada mercado se trabaja con el oro de determinados quilates: “Arabia Saudí, por ejemplo, compra joyas con oro de 18 quilates. No le sirve rebajar a 14 o 10. Es un tema cultural y no quieren otro quilataje”, explica Romero.

Incertidumbre e inestabilidad
La incertidumbre se ha visto también en la última feria del sector –donde se realiza la labor de comercialización y venta–, en la que han participado los joyeros cordobeses, la de Estambul (Turquía). “Ha estado flojita, la gente está muy asustada con el precio del oro y la feria ha estado por debajo de las expectativas”, señala este fabricante sobre la experiencia más reciente.
“Lo que más nos afecta es la inestabilidad”, dice el presidente de los joyeros cordobeses sobre el récord de 97.000 euros el kilo alcanzado esta semana y la bajada, por ejemplo, de más de 4.000 euros al día siguiente, para volver a subir después. “Esos vaivenes afectan muchísimo, porque se frena la producción hasta ver qué pasa”.
En una joyería que se basa principalmente en el oro –recuerda García–Escribano–, hay un pequeño 'consuelo' en el panorama mundial: “Se amortigua un poco la subida del precio en euros porque el dólar se está debilitando”, en un mercado internacional donde el valor del oro es el mismo para todos los países, a excepción de Turquía. Pero la escalada del precio, en cualquier caso, afecta de lleno al sector y los encargos se están frenando, con las consecuencias para la producción en fábrica que puede tener en pocas semanas.

La guinda de los aranceles a las joyas que se exportan a EEUU
A todo eso se suma, “otro problema añadido”: los aranceles que Donald Trump ha impuesto a las importaciones y donde la joyería es otra gran afectada. El sector de la joyería en Córdoba vendió en exportaciones a Estados Unidos unos diez millones de euros el año pasado. Un ejemplo: “El 40% de nuestra facturación va a Estados Unidos”, dice el responsable de la fábrica Pie de Rey para señalar cómo el arancel pasaría del 5,5% a sumar el 10% adicional anunciado para productos de la Unión Europea (UE) y subir hasta el 15,5%.
“Ahora mismo estamos cobrando operaciones anteriores a los aranceles. La preocupación está en ver los próximos pedidos. Tenemos en junio una feria en Las Vegas (EEUU) y vamos a ver cómo lo gestionamos”, dice sobre la fórmula que estudian para ver cómo impactarían los aranceles en el precio de su mercancía. “Lo que deseamos es que Trump recule”, señala Romero gráficamente sobre las tasas y la negociación que pueda haber con la UE.
Y ante todo esto, ¿cómo ve el horizonte el sector? Los joyeros cordobeses tiran de historia para afrontar esta situación. “Durante generaciones, nuestro gremio busca los equilibrios y se suele adaptar a las dificultades. Por mayores hemos pasado”, aduce García–Escribano sobre un sector donde, hasta ahora, “no consta ningún despido y se sigue funcionando. A menos ritmo, pero ahí andamos”.

La compra de joyas como valor refugio
Esta situación llega indirectamente a la venta de joyas al cliente final a pie de calle, donde el alza del precio del oro se ve como ese valor refugio. “El oro siempre ha sido un refugio de valor y lo sigue demostrando”, señalan desde la joyería Adame en Córdoba, con décadas de historia. “Desde nuestra experiencia, hemos sido testigos de cómo el oro ha mantenido su papel como activo de confianza a lo largo de la historia. Ya en tiempos antiguos, el oro era símbolo de estabilidad, y en los mercados modernos continúa siendo un valor refugio, especialmente en tiempos de incertidumbre económica”, constatan.
Por eso, dicen, “el reciente incremento en el precio del oro no nos sorprende. Es una respuesta natural del mercado ante factores como la inflación persistente, la volatilidad en los mercados financieros y las tensiones internacionales. En momentos como estos, muchos inversores –tanto grandes como particulares– recurren al oro como una forma de preservar su patrimonio”.
Con ello, en la joyería, cada pieza que se vende adquiere “un doble propósito: el disfrute estético y el resguardo económico”. Y ese resguardo económico es lo que hace que, también desde el último mostrador desde el que se venden las piezas de joyería, se ve que “mirando hacia el futuro, todo apunta a que el oro seguirá desempeñando un papel clave en las estrategias de inversión a largo plazo” y esperan que, pese a la situación actual, en el mercado de la joyería, se mantenga “una demanda sostenida” en los próximos tiempos.
3