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A. Fresno

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Había muchas ganas de volver a recuperar el tiempo perdido y la ciudad no faltó a su cita. El Gran Teatro de Córdoba presentó sus mejores galas para vivir la gran final del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas, que en 2022 volvía a celebrarse sobre las tablas del coliseo cordobés tras un año de ausencia debido a la pandemia. Las distintas agrupaciones presentes, venidas desde diferentes puntos de la geografía andaluza, ofrecieron lo mejor de sus repertorios en una noche de fiesta y emociones, donde el público cordobés vibró con cada una de las letras.

La encargada de abrir la sesión fue precisamente la agrupación que cerró la fase de semifinales, la chirigota “Cañete está de moda”, de Cañete de las Torres, con autoría y dirección de Manuel Carlos Torralbo. En esta ocasión, las top models más “chic” de toda la provincia cordobesa presentaron su nueva colección de verano, poniendo patas arribas las butacas del Gran Teatro. Al igual que la anterior sesión, conectaron rápidamente con los presentes gracias a sus ingeniosos chascarrillos y golpes de humor. Muy aplaudidos fueron también los pasodobles, aunque destacaron notablemente en la tanda de cuplés, donde por momento hubo una pequeña descoordinación que levantó cierto murmullo entre los presentes. A pesar de ello, supieron sobreponerse a este pequeño contratiempo, culminando su actuación con la interpretación de un popurrí que fue muy aplaudido.

Tras ellos llegó el turno de la primera comparsa de la noche, “La antigua usanza”, venida desde la localidad cordobesa de Montalbán, con autoría y dirección de Lucas Rodríguez. Muy emotivos fueron sin duda sus pasodobles, donde sobresalieron en el primero de ellos con un recorrido por algunas de las fiestas más destacadas de la ciudad para acabar diciéndole a Córdoba “que yo te vengo a cantar por tanto que me das”. En el segundo, por otro lado, los comparsitas de Montalbán dedicaron la letra a la mujer de unos de los componentes. Cerraron su actuación con una gran ovación por parte del todo público presente.

A continuación, llegaba uno de los dos cuartetos presentes en la gran final del COAC de Córdoba 2022, “La banda Cañete de las Torres”, con autoría de Rafael Moraga y dirección de Pepón Cobos. Estos aprendices de ladrones completaron su delito sobre las tablas del Gran Teatro cordobés con momentos brillantes tanto en la parodia como en el tema libre. Las risas fueron la tónica general durante a lo largo de la actuación, donde en el primer cuplé hicieron una reivindicación del carnaval de Córdoba, mientras que, en el segundo, valiéndose de su propio estribillo, estos cuarteteros de guante blanco pidieron la colaboración del público para grabar un TikTok dedicado tanto al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, como al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

Llegaba ahora el turno de uno de los platos fuertes de la final, pues se trataba, sin lugar a dudas, de uno de los grupos que mejores sensaciones dejaron tanto en la fase de preliminares como en semifinales, la comparsa “Los resistentes”, de Mairena del Alcor (Sevilla), con autoría de José Enrique García y la dirección de Antonio Bustos. Los comparsistas sevillanos pusieron sus cartas sobre la mesa desde el primer momento, con letras que corroboraban lo visto en anteriores sesiones. En el primer pasodoble hicieron una defensa de los más damnificados de la sociedad, “independientemente de quién gobierne”, dando la bienvenida a aquellos que quieran sumarse a su mensaje, mientras que en el segundo pasodoble le cantaron al amor y a aquellos que sienten enamorados.

Insignias y máscaras de oro

Como suele ser habitual en la gran final, durante la misma tuvo lugar la entrega de una serie de premios a distintas personalidades del carnaval cordobés. Sorprendió ver al alcalde de la ciudad, José María Bellido, ataviado como Dark Vader, quien fue el encargado de hacer entrega de la insignia de oro a Ángel Moya Zoqui y a Pepe “El Pespuntes”. Por otro lado, la junta directiva de la Asociación Carnavalesca de Córdoba tuvo a bien hacer entrega de las máscaras de oro a Gregorio Canto Haro, Francisco Sánchez, Salvador Roldán Aragonés, Rafael Villarejo Sánchez y Antonio Trenas Padilla.

Concluido el acto protocolario, la música y las letras de carnaval volvieron a las tablas del Gran Teatro de Córdoba con uno de los grupos más esperados de la noche, la chirigota “La banda”, con autoría de Marco Antonio García y la dirección de Daniel Moriana. Su temática futbolera no pasó inadvertida para uno de los capitanes de la plantilla del Córdoba CF, el cordobés Javi Flores, quien fue espectador de excepción de la actuación. Precisamente a otro de los equipos de la ciudad, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, estuvo dedicado uno de los pasodobles, proclamando aquello de que ambos conjuntos “son el orgullo de los cordobeses”. En cuplés, al igual que anteriores pases, hicieron un alarde de ingenio que provocó las carcajadas y los aplausos de todos los allí presentes. Tras ellos también tuvo cabida la cantera, con la actuación -fuera de concurso- de la chirigota infantil “Los churumbeles marcianos”, que demostraron, a pesar de los contratiempos, que el carnaval cordobés tiene el futuro asegurado.

Para cerrar la primera parte de la gran final llegaba el turno de la única comparsa femenina de la noche, “La comparsa majareta”, de Córdoba, con la autoría de Rafael Cruz y la dirección de Antonio Trenas. Tras una presentación llena de sentimiento, repitieron uno de los pasodobles de la fase preliminar, dedicado a una de las imágenes capitales de la Semana Santa cordobesa, Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado. En el segundo, igualmente, volvieron a repetir otro de sus pasodobles -en este caso de semifinales- donde abordaron la temática de aquellas personas que aman a otras del mismo sexo. El público les recompensó su valentía poniéndose en pie para darles una sonora ovación.

Tras el descanso llegaba el turno de una de las agrupaciones venidas desde fuera de la provincia cordobesa, la chirigota “Los anticuerpos”, de Marbella (Málaga), que cuenta con la autoría de Pablo Pinto y la dirección de Antonio Quiñones. Este batallón de chirigoteros malagueños que lucha contra la Covid-19 puso todo su empeño en levantar de sus butacas a los presentes. Muy aplaudidos fueron los pasodobles y los cuplés, agradeciendo de esta forma su presencia en el concurso.

Era el turno ahora de otro de los grupos más esperados de la noche, la comparsa de Córdoba “Imagina”, con la autoría y la dirección de Pablo Castilla. Estos comparsistas, al igual que en anteriores ediciones, se mostraron con mucha fuerza y rotundidad desde su presentación, aportando algunas de las mejores letras que se han podido escuchar en el presente certamen. Muy aplaudido fue su primer pasodoble, donde condenaron el silencio de la sociedad ante la violencia contra los homosexuales. El segundo, más ovacionado y crítico si cabe, pidió un convenio y un salario justo para el sector de la limpieza de la sanidad pública andaluza, que desde hace unos meses viene realizando una serie de movilizaciones en este sentido. 

La noche iba avanzando sin solución de continuidad y las tablas del Gran Teatro acogieron la función de otra agrupación cordobesa, la chirigota “Los pirueta”, con la autoría de José Manuel González y la dirección de Antonio Navajas. Estos equilibristas de circo pusieron todo de su parte durante una actuación llena de momentos de humor, aunque no llegaron a conectar del todo con el público, quizás como consecuencia de las altas horas de la madrugada donde les tocó actuar. El popurrí, sin embargo, fue de nuevo de lo más destacado de su repertorio, haciendo participe al público en varios momentos del mismo.

Contundencia y varias repeticiones en los repertorios

Una de las agrupaciones que mejor sabor de boca dejó en sus anteriores comparecencias fue la comparsa “La imborrable”, con autoría de David Campano y dirección de Francisco Javier Flores. La última comparsa de la final no defraudó y presentó sus credenciales para hacerse con uno de los premios de la trigésimo novena edición del concurso de agrupaciones carnavalescas de Córdoba. En su primer pasodoble, estos guardianes-archiveros del carnaval no arriesgaron y repitieron la letra con la que piropearon a la ciudad en su pase de semifinales, mientras que, en el segundo, muy sentido y emotivo, hicieron un homenaje a aquellos voluntarios que con su solidaridad hacen más llevadera la estancia de los más pequeños en los hospitales. Precisamente esta cuestión, la de repetición de letras, fue una de las constantes durante toda la final.

A pocos minutos de las 03.00 horas de la madrugada llegaba el turno de la última agrupación cordobesa de la noche, la chirigota “El tiempo entre costuras”, que llegaba desde la localidad cordobesa de Rute con la autoría de Juan Manuel Cobos y la dirección del propio grupo. Estos costureros de origen asiático hicieron vibrar a todo el público presente, algo que parecía muy complicado dadas las horas a las que le tocó en suerte actuar. Tras cantar unos pasodobles muy al tipo -donde una vez más se volvieron a repetir letras-, destacaron en la tanda de cuplés.

Ponía el punto y final a una intensa noche de carnaval otra agrupación foránea, el cuarteto “El cuarteto fantástico”, de Málaga, con la autoría y la dirección de Daniel Domínguez. El cuarteto malagueño puso todo de su parte en una actuación que volvió a contar con algunos de los protagonistas de la famosa de serie de los ochenta “El coche fantástico”, aunque no consiguió la respuesta deseada por parte del respetable. Termina el concurso, pero ahora empieza la auténtica razón de ser de la fiesta: el carnaval en la calle. Un carnaval que en este año 2022 deberá ajustarse, en la medida de lo posible, a las exigencias de la pandemia.

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