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Ascensores
Una década para tener un ascensor donde no cabe la silla de ruedas y con una rampa demasiado inclinada

Problemas de accesibilidad en un bloque del barrio de San José Obrero

Carmen Reina

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Vecinos de un bloque de pisos del barrio de San José Obrero de Córdoba han denunciado “la chapuza” de la obra de instalación de un ascensor en su edificio, donde habitan personas mayores que utilizan andadores y sillas de ruedas. Tras conseguir una ayuda de la administración para instalar el elevador, han esperado una década para tenerlo instalado y en funcionamiento y, ahora critican que en su interior no hay espacio para una silla de ruedas, ni espacio para girar con ella al salir, además de una rampa que se ha construido para acceder al portal con una inclinación muy elevada que puede hacer peligroso su uso.

El presidente de la asociación de vecinos San José Obrero, Manuel García, explica que en este caso, los vecinos del bloque afectado “han estado diez años esperando el ascensor”. En su día recibieron una ayuda de la Junta de Andalucía para su instalación. Luego, el proyecto y la contratación ha corrido a cargo de los vecinos. La obra para contar con elevador en el edificio se inició y se llegó a instalar. “Ha estado ocho años parado, sin funcionar”. Y con una ayuda más de la administración, pudieron finalizar la obra y ponerlo en funcionamiento.

El resultado es que ahora tienen un ascensor de pequeñas dimensiones, con un espacio muy reducido para salir de él en el portal y una rampa para salvar los escalones del portal que se ha hecho con demasiada inclinación.

Los vecinos no tienen a dónde acudir, explican. “El administrador contrató a la empresa, se fue, la empresa se declaró en quiebra y desapareció. Se llevaron el dinero”, dice García, sin que la obra estuviera en condiones. “Dejaron sin terminar el ascensor. Después la Junta ayudó a seguir la obra”. Y ahora “ya echó a funcionar y han hecho una chapuza”, reiteran los vecinos.

Y a ello se une que, por los años instalado pero sin funcionar, algunas piezas se han deteriorado y habría que cambiarlas ya, asegura García, con el consiguiente gasto para los vecinos.

En el barrio de San José Obrero, este bloque no es el único que tiene quebraderos de cabeza con la instalación de ascensores. El presidente de la asociación de vecinos señala que, en una segunda fase, hay otros cinco bloques que tienen ya la ayuda de la administración concedida para poner ascensor, pero “nos están engañando con las fechas” para las obras.

Asegura que la empresa constructora va retrasando los plazos, mientras que la compañía de los ascensores les dice que “no tiene montadores para montar los ascensores. Pero de eso no tenemos culpa los vecinos”, protestan cansados de la espera.

Y, más recientemente, una tercera fase de bloques de San José Obrero y Santuario se va a beneficiar de fondos de la Unión Europea solicitados para la denominada Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) de esta zona de la ciudad. Esta financiación europea es gestionada por la Junta de Andalucía que aporta el 75% y el 25% restante llega desde el Ayuntamiento y la empresa municipal de vivienda Vimcorsa.

Los vecinos de San José Obrero apuntan que “nos dijeron que empezarían en enero pero ya van por febrero”, dice sobre las fechas que aún no stá concretadas para la instalación de ascensores en una veintena de bloques de este barrio.

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