Córdoba tiene menos enfermeras fijas y más temporales en atención hospitalaria que antes de la pandemia
La provincia de Córdoba cuenta con un porcentaje menor de enfermeras fijas y mayor de temporales en atención hospitalaria que antes de la pandemia, ya que entre 2017 y 2023 el porcentaje de personal fijo ha pasado del 62,9% al 56,4%, un descenso de 6,5 puntos; y el porcentaje de temporalidad ha evolucionado del 36,2% al 42.4%, subiendo 6,2 puntos.
Así lo refleja el análisis realizado por el Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba basado en el estudio de la evolución mes a mes durante el citado septenio del número de enfermeras con contratos fijos y temporales en una muestra significativa del total de enfermeras en los hospitales de la provincia, tanto del sector público como del privado, si bien es cierto que las estimaciones reflejan que en los centros del ámbito privado se muestra una mayor estabilización de las enfermeras a raíz de la pandemia. A nivel general -incluyendo también la Atención Primaria, clínicas, residencias, etc.- el sistema público viene englobando en torno al 80% de las enfermeras cordobesas en activo, mientras que el 20% restante lo hace en el sector privado.
Uno de los objetivos del Colegio con este estudio sobre la viabilidad de la profesión enfermera ha sido conocer con mayor precisión “el grado de temporalidad que vienen padeciendo las enfermeras cordobesas en los últimos años, y las previsiones a corto plazo en esta línea y la posible evolución de la ratio enfermera-pacientes a nivel provincial”, explica la presidenta del Colegio, Natalia Pérez.
En este análisis -cuyos datos anuales se adjuntan a continuación- se observa que en la actualidad el porcentaje entre fijos y temporales es similar al registrado el año previo a la pandemia (2019), mejorando un 4% los fijos; y que la tendencia desde 2017 a la baja y a la subida en el porcentaje de fijos y temporales, respectivamente, ha comenzado a variar desde 2022.
Jubilaciones y desempleo
Para la realización de este estudio también se ha tenido en cuenta la propia evolución del número de enfermeras cordobesas que han cursado baja en el Colegio por jubilación o por desempleo en el periodo 2017-2023, resultando que ha disminuido la tasa de jubilaciones, pasando del 2,09% al 1,35% (0,74 puntos menos) dentro del total de colegiados en los citados años; y el porcentaje de desempleo, pasando del 5,28% al 0,34% (4,94 puntos menos).
Por lo que respecta a la tasa de desempleo, ésta ha ido disminuyendo año tras año; pero si se observa el porcentaje de jubilaciones, el descenso en este periodo -de los citados 0,74 puntos- ha sido más acusado si se toma como referencia el año 2020 en el que comenzó la pandemia, cuando el porcentaje de jubilaciones fue del 2,75%, más del doble que el 1,35% de 2023.
Predicciones
Por otro lado, en este trabajo también se ha hecho una predicción a un año de la evolución del porcentaje de fijos y temporales, cruzada con el resto de datos, si éstos se comportan de la misma manera que en el último septenio. Si bien es verdad que estos datos se han visto influenciados por la pandemia y por diversas medidas institucionales como las políticas de estabilización y ofertas de empleo público desarrolladas que han amortiguado el descenso del personal fijo, se puede predecir que a finales de este 2024 en el ámbito hospitalario el personal fijo se mantendrá y el temporal descendería. Por lo tanto, habrá menos enfermeras empleadas, con lo que aumentaría el número de pacientes a atender por cada enfermera. Actualmente la denominada ratio enfermera-pacientes, a nivel general, está fijada en 6’16 enfermeras por cada 1.000 habitantes, según los últimos datos presentados recientemente por el Consejo General de Enfermería (CGE).
De esta manera, y de cumplirse esta predicción, quedaría contrastado que el aumento de la estabilización del personal conllevaría, al mismo tiempo, una disminución del número de enfermeras.
A nivel nacional
Todo ello en un contexto de gran movilidad entre las enfermeras españolas, pues como indica el estudio ‘Emigración y movilidad de enfermeras españolas’ que fue presentado el pasado 9 de mayo por el CGE, un total de 8.119 enfermeras dejaron en 2023 su provincia para trasladarse o bien a otra provincia / Comunidad Autónoma (6.646) o bien a otro país (1.473). En Córdoba, 109 enfermeras se desplazaron a otras provincias/Comunidades, el 2,28% del total de colegiadas en Córdoba durante el pasado año. La razón principal: buscar mejores condiciones laborales.
Como señaló Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, “la razón principal para esta elevada movilidad no es otra que la precariedad laboral que vive el sector y dentro de ella, la temporalidad y las malas condiciones laborales. Lejos del 8% marcado como objetivo por el Gobierno, la temporalidad entre las enfermeras no baja del 30%, y pese a las ofertas públicas de empleo de estabilización, sigue siendo un lastre”.
Inestabilidad laboral, contratos por días e incluso por horas, bajos salarios, escasez de profesionales, falta de reconocimiento de las especialidades, el no ver reconocida la categoría profesional que deberían tener, sobrecarga asistencial… Todas estas son cuestiones que afectan a las enfermeras en su vida profesional y personal, según se indicó en la presentación del citado estudio.
Para el CGE esta alta movilidad y pérdida de talento está muy ligada a la escasez de enfermeras que toda la profesión viene denunciando desde hace años. Mientras que en Europa la ratio de enfermeras por cada 1.000 habitantes es de 8,73, en España es del 6,3. En Córdoba, la citada ratio de 6,16; en una Andalucía que ocupa el tercer puesto por la cola entre Comunidades Autónomas de España con una ratio de 5,47 enfermeras por cada 1.000 habitantes.
Otro aspecto que permite contextualizar mejor todos estos datos es el progresivo envejecimiento de la población a nivel nacional. En el caso de la provincia de Córdoba, los mayores de 65 años representarán en quince años el 29,2% de la población provincial, frente al 20,2% actual, según los últimos datos y proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una población cada vez más envejecida que es uno los grandes retos a los que se enfrenta el sistema sanitario en general, y las enfermeras en particular; no sólo en lo concerniente a la atención a la cronicidad, sino a la hora de generar salud, calidad de vida y bienestar a toda la población.
Visión de la Consejería
Por otro lado, desde la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía se ha afirmado recientemente que el sistema sanitario público andaluz cuenta con más de 38.000 enfermeras, 10.000 más que hace cinco años, pasando de una ratio de 3,4 enfermeras por cada 1.000 habitantes en 2018, a 4,4 en la actualidad. La propia consejera, Catalina García, ha indicado que desde 2019 se han estabilizado y cubierto más de 6.000 plazas de Enfermería, “y la intención es seguir creciendo, con más de 1.300 en futuras OPES en el nuevo proceso de estabilización”.
Hace escasos días la Consejera volvía a asegurar que el 94% de la plantilla del Servicio Andaluz de Salud (SAS) estará estabilizada a finales de este año, frente al 50% que había en 2018. Estas palabras de Catalina García hacen referencia a toda la plantilla del SAS, no sólo de Enfermería, que actualmente está pendiente de resolver dos procesos de OPEs, y se desconoce con exactitud cuántos contratos a enfermeras se van a perder este verano, además de no estar actualizadas las bolsas de empleo en la época de mayor contratación de todo el año.
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