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Protesta del Sindicato Médico en Córdoba

Juan Velasco

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“La Atención Primaria está enferma de muerte y no hay médicos que la asistan”. La sentencia la ha dado este miércoles Inmaculada Romero, secretaria general del Sindicato Médico Andaluz en Córdoba, y voz visible de la protesta que ha tenido lugar en la entrada del centro Carlos Castilla del Pino.

Un centro de salud que, de alguna manera, fue el buque insignia de la lucha contra la Covid en Córdoba (allí se instaló el primer autocovid y fue uno de los puntos de vacunación más activos), y que, quizá por eso, se antojaba perfecto como espacio desde donde una veintena de médicos ha lanzado la voz de alarma sobre el estado del servicio sanitario público andaluz.

La protesta situaba en su eslogan a la sanidad pública “al borde del abismo”. Los participantes charlaban entre ellos y con los periodistas contando algunas anécdotas que han pasado a convertirse en norma. Como atender a 70 pacientes en una tarde; que tengas fijada una cita a la misma hora con dos pacientes; llegar a consulta y encontrarte pacientes de otro médico o que los usuarios abandonen la Primaria y acudan a Urgencias ante la falta de atención personal.

Son sólo algunas de las situaciones que los médicos han trasladado este miércoles a la prensa. A ellas se ha sumado la que ha vivido un usuario, que salía por la puerta del centro de especialidades y que, en plena rueda de prensa, ha intervenido para contar su historia: le han dado cita para una intervención médica dentro de cinco meses.

8.000 contratos no renovados frente a un posible “sexta ola”

En esta intervención está la clave de la situación sanitaria en Andalucía y Córdoba. Inmaculada Romero reconocía que había cierto divorcio entre las reclamaciones públicas de pacientes y sanitarios, como si no estuvieran librando la misma guerra. Ella lo ha atribuido a que, desde la administración se ha querido transmitir interesadamente la idea de que las protestas médicas son por una cuestión salarial.

“Se nos ha dejado en mal lugar interesadamente, cuando lo que pedimos es poder hacer un trabajo con dignidad; creo que el mensaje que le llega a la sociedad no es el correcto”, reconocía esta facultativa, recordando que los profesionales han sido penalizados por el llamado “complemento salarial” por no haber cumplido “los objetivos dictados por un burócrata”, a pesar de haber estado durante un año, el 2020, “jugándonos la vida y atendiendo a los pacientes envueltos en bolsas de basura”.

De hecho, los médicos han criticado la no renovación de 8.000 contratos de refuerzo Covid a las puertas de una posible “sexta ola” -“las cifras están subiendo, debemos prepararnos”, ha dicho la doctora Romero-, no solo porque eso supone un empeoramiento de la atención, sino por que lanza el mensaje de que el Covid-19 ha terminado.

“No nos podemos permitir 8.000 médicos en la calle ni ahora ni nunca. Pero es que el Covid no ha terminado. El Covid ha venido para quedarse”, ha concluido la portavoz del sindicato.

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