Segunda oleada de cierre de hoteles en Córdoba: “Es momento de hablar de rescate”
“Con lo que ha aportado el sector turístico en la última crisis. Fue el sector turístico el que sacó a España y a Córdoba adelante. Y ahora nos están dejando morir. No es justo”. La queja suena a plegaria. La formula Sergio Bueno, director-gerente Hotel Restaurante Los Patios, uno de los últimos hoteles cordobeses que acaba de echar el cierre de manera temporal ante el impacto de la segunda ola del coronavirus.
Como éste, otros hoteles que lograron abrir en la desescalada van a echar la llave hasta no se sabe cuándo. Entre los hoteleros y profesionales del alojamiento cunde el desánimo. Las previsiones son malas, pero lo peor es que se carece de horizonte temporal. Tras el testarazo de la segunda ola y las nuevas restricciones anunciadas, que eventualmente podrían acabar en un nuevo confinamiento, nadie sabe cuándo se podrá recuperar el sector, en el que una buena parte sobrevive a base de préstamos ICO que tendrán que devolver en los próximos cinco años.
Sergio Bueno, por ejemplo, ya ha solicitado varios préstamos para hacer frente a los gastos de su negocio, un espacio que abrió su padre en 1974 y que se convirtió en hotel hace 20 años. El gerente explica que, tras el cierre de marzo, el Hotel Restaurante Los Patios reabrió el 1 de julio y ha permanecido activo hasta el 4 de noviembre. El actual cierre, al igual que ocurrió en marzo, no tiene fecha de reversión.
“El primer cierre pensábamos que iba a durar dos semanas. Y fueron tres meses largos en los que hemos aguantado con la gente en el ERTE y a base de préstamos ICO. Porque un hotel no es un negocio que puedas sostener cerrado al público”, recuerda el empresario, que cierra tras un mes de septiembre y octubre desastrosos.
Hotel Alfaros: “Lo más sensato y razonable es quitarnos de en medio”
En la misma situación se han visto en el Hotel Alfaros, un cuatro estrellas ubicado en pleno centro, y que acaba de anunciar el cierre temporal tras haber reabierto también el 1 de julio. Su director, Rafael Ruiz, señala que este establecimiento se ha podido mantener durante el verano gracias que tiene piscina, el plus que todos los hoteles de Córdoba han deseado durante el periodo estival de 2020.
Sin embargo, según aclara Ruiz, con el fin de la temporada veraniega, la situación comenzó a ser insostenible. La puntilla fueron los confinamientos perimetrales, que lastraron las mínimas reservas que había de turismo nacional o internacional. Ante esta situación, se ha decidido echar la persiana, de nuevo, sin horizonte de reapertura.
“Lo más sensato y razonable es quitarnos de en medio. Cerrar temporalmente y estar pendientes de las previsiones para el año próximo. Si a partir de marzo va mejorando y se permite la entrada de turistas, nos planteamos volver a abrir. Pero si perdemos el primer semestre entero, la situación sería más preocupante”, indica el director de Alfaros, que afirma que, dadas las circunstancias, “no tiene sentido ni abrir reservas para la navidad, viendo como se presenta”.
La situación es sencilla de explicar para Ruiz: “Sin bodas, ni grupos de turistas nacionales ni touroperación internacional, no hay nada. No hay mercado de donde sacar. Y menos para un hotel de 144 habitaciones”. Así que el director y la plantilla que salió del ERTE con la desescalada vuelve a engrosar este sistema, donde está desde marzo gran parte de la plantilla de este establecimiento, que abrió en 1992.
Para el director, lo peor es la sensación con la que se cierran los hoteles en esta segunda ola. “Estos últimos días te vas entristeciendo y haciendo a la idea a duras penas, porque esto del ERTE de ninguna manera se puede mirar ya como unas vacaciones”, lamenta el gerente del Alfaros.
“La incertidumbre del buenismo político es muy frustrante”
En ERTE lleva desde marzo toda la plantilla del Hotel Riviera, un establecimiento que abrió en el año 1975 y que regenta Antonio Palacios, que ni siquiera pudo abrir con la desescalada, pues los cálculos le indicaban que iba a ser un ahogo constante. Así, el hotel de Palacios lleva más de seis meses cerrado.
Sin embargo, a pesar de que sus ingresos han sido de cero euros, él ha seguido pagando el 100% de impuestos municipales, por lo que es especialmente crítico con el Ayuntamiento de Córdoba. “Nos cargan 100% tasa de basuras, el 100% del IBI; el espacio de carga y descarga de viajeros, inutilizado, lo pago al 100%. El que tenga un restaurante con veladores y esté cerrado, la tasa de veladores la paga al 100%”, relata Palacios, que, por otra parte, ha evitado caer “en la trampa de los ICO” que, a su juicio “solo sirven para sufragar la ruina, pero no para sostener el negocio”.
“La pregunta aquí es qué va a pasar a cuándo no se pueda pagar la cuota del crédito ICO”, se cuestiona el propietario del Hotel Riviera, que sentencia que “la incertidumbre del buenismo político es muy frustrante” para ciudadanos y pequeños empresarios como él.
Si se rescató a la banca a fondo perdido, que se rescate a los hoteles
Palacios coincide con Sergio Bueno a la hora de plantear “las ayudas a fondo perdido” como la única salida viable para un sector totalmente atomizado pero que emplea a miles de personas. Palacios recalca que “las administraciones son socias a beneficios”, pero “están siendo poco sensibles a la situación que estamos pasando”.
Bueno, que es miembro de la directiva de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), va más allá. “Hay que hablar de recate. Hace falta un plan de rescate de un sector que resultó crucial en la última crisis y que se merece lo mismo que otros sectores”, afirma al respecto. Y, en la memoria de todos los entrevistados, aquel rescate bancario que se hizo a fondo perdido y que ni siquiera sirvió para mantener puestos de trabajo.
Cuando aquel rescate bancario sale a colación, el cabreo es palpable. El sector hotelero, a diferencia de los nuevos modelos de hospedaje como las viviendas turísticas, no es sospechoso de prácticas fraudulentas, por lo que la sensación de abandono hace mella entre los hoteleros. Así, el propietario del Hotel Restaurante Los Patios reconoce su hartazgo. “Vivo entre la incertidumbre y el día de la marmota”, resume el joven, antes de echar la llave de su negocio con el deseo de poder abrirlo en el Puente de Andalucía.
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