Santa María de Guadalupe se prepara para la llegada de la Soledad
Las circunstancias generan un interrogante difícil de responder por ahora. No en vano, aún es necesaria la prudencia en lo que se refiere a la vuelta a la cotidianidad. Porque la nueva normalidad requiere un proceso de readaptación después de tres meses muy complejos. Sobre todo porque, como está comprobado, nunca desaparece el riesgo de contagio. Es una de las consecuencias de la pandemia de Covid-19, que en el plano cofrade supone, entre otros asuntos, el aplazamiento de determinados proyectos. Uno de ellos es el traslado de la hermandad de la Soledad a la iglesia de Santa María de Guadalupe (Franciscanos), acordado allá en el mes de enero. Al menos, aun cuando todavía no existe fecha para llevarlo a cabo, el significativo cambio de sede comienza a vislumbrarse. Básicamente porque el templo que ha de acoger a la corporación del Viernes Santo ya se prepara para tan importante momento.
Quien camine estos días por la avenida 28 de febrero, en el barrio de Levante, cerca de Sagunto, se va a topar con una imagen novedosa. Se trata de la gran apertura de un espacio en el muro exterior de la nave de la iglesia de Santa María de Guadalupe, más popularmente conocida como de Franciscanos -por ser ésta la orden radicada en ella-. El vacío que se descubre en la pared tiene como objetivo la construcción de una puerta de mayores dimensiones a la que actualmente da acceso al templo. Y el fin de esta reforma no es otro que, precisamente, hacer posible el tránsito del paso de María Santísima de la Soledad en un futuro, tanto para su salida como para su entrada en la tarde del Viernes Santo.
Dichas obras arrancaron esta semana y tienen aún cierto camino por delante, como es lógico, pero conceden una mirada a la Semana Santa de Córdoba que viene. Quizá, sí nada lo impide, ya la de 2021 -cabe recordar que este año no hubo procesiones por la pandemia de Covid-19-. A partir de entonces los cofrades de la capital van a disfrutar de una estampa inédita. Es la de María Santísima de la Soledad, así como su cortejo, partir desde la iglesia de Santa María de Guadalupe hasta la Mezquita Catedral y no desde su sede hasta ahora, la parroquia de Santiago Apóstol -excepto en la etapa de rehabilitación del templo tras su incendio décadas atrás-. El traslado va a significar, además, una extensión mayor de recorrido de la corporación e incluso la posibilidad de que la Virgen camine con acompañamiento musical.
Mientras las obras transcurren, la hermandad permanece a la espera de saber si en un futuro próximo, sobre todo de cara a la Semana Santa de 2021, es posible efectuar la procesión hasta Santa María de Guadalupe. Todo depende de la evolución de la crisis sanitaria y de las recomendaciones que realicen en este sentido las autoridades. Así, la fecha es todavía una incógnita, como ya mencionó. Cabe recordar que el traslado fue aprobado por la cofradía en un cabildo de hermanos que levantó gran expectación y participación. Ocurrió a mediados de enero. La pretensión de la corporación con este cambio, sustentado también en su carácter franciscano, es la de elevar su vida social. De entrada, recientemente celebró cultos en la que es ya su nueva sede canónica.
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