La reinvención de ETEA
La institución de la Compañía de Jesús estrena esta semana el aulario más moderno de la ciudad que ya en 2013 acogerá la primera promoción de la Universidad Loyola.
Pizarras electrónicas y proyectores en las aulas, tomas eléctricas y de voz en cada pupitre, wifi, instalaciones totalmente automatizadas... ETEA ha dejado de ser la ETEA que Córdoba conoció y se ha reinventado. Esta semana se ha inaugurado el edificio universitario más moderno de la ciudad en los antiguos aparcamientos de la institución académica de la Compañía de Jesús en lo que ya es la primera fase de la llegada a Córdoba de la Universidad Loyola de Andalucía.
El conocido como Edificio 4 del campus de ETEA se estrenará el próximo día 24 con la llegada de los alumnos de este mismo curso en una promoción de transición. Será ya en 2013-2014 cuando este modernísimo aulario acoja a la primera promoción de la Universidad Loyola de Andalucía. En sus 18 aulas, con una capacidad total para 851 alumnos y una capacidad media de 47 alumnos por aula, con dos aulas magnas con capacidad para 110 alumnos cada una, se podrán estudiar a partir del año que viene nueve grados y seis posgrados oficiales.
En el campus ETEA-Córdoba se impartirán inicialmente los grados de Administración y Dirección de Empresas (ADE); Derecho; el doble grado de ADE y Derecho; Comunicación y Trabajo Social. Asimismo, se impartirán los posgrados oficiales de Auditoría y Finanzas; Dirección de Marketing; Métodos de Investigación en Ciencias Económicas y Empresariales y Métodos de Investigación de Procesos y Políticas Sociales.
El Edificio 4 ha sido construido por el equipo de Luis Giménez Soldevilla atendiendo criterios de sostenibilidad ambiental y ecológica. Así, posee cubiertas vegetales, se ha procurado optimizar la iluminación natural y se han instalado climatización y ventilación eficiente. Ahora, el proyecto de ETEA-Loyola pasa por rehabilitar, poco a poco, el resto del antiguo aulario siguiendo, precisamente, estos criterios de sostenibilidad.
El nuevo aulario, construido por la cordobesa Jícar y la filial de Abengoa Inabensa, ha costado cuatro millones de euros. El proyecto de la Universidad Loyola de Andalucía para Córdoba es más ambicioso, ya que tiene prevista una inversión en torno a los 40 millones de euros y la creación de 300 empleos de alta cualificación.
Cuando acaben las obras será difícil reconocer las instalaciones universitarias que se levantan en la falda de la Colina de los Quemados, aquella en la que se asentaba la Córdoba de los iberos y que ahora se vuelve a reinventar.
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