Sierra Boyera tiene más agua ahora que hace justo un año
Técnicamente, Sierra Boyera es un embalse seco desde el Domingo de Resurrección de 2023. Entonces y por vez primera, Sierra Boyera se secó por completo. La Empresa Provincial de Aguas de Córdoba (Emproacsa) dejó de poder extraer líquido de su interior. Arrancó entonces el bombeo desde La Colada, un pantano contaminado por años de vertidos. La estación potabilizadora de Sierra Boyera no tiene la capacidad suficiente como para poder hacer apta para el consumo humano ese agua. Y desde entonces, hace ya nueve meses, los 80.000 vecinos de las comarca del Guadiato y Los Pedroches no tienen agua potable.
Las lluvias de la pasada semana han regado la zona norte de la provincia. No han sido excepcionales, ni mucho menos, pero sí que han resucitado arroyos y ríos. La lluvia ha dejado aportaciones a Sierra Boyera. Tanto que ahora mismo el embalse tiene más agua que hace justo un año, según los datos diarios del parte de embalses que realiza la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
Ahora mismo, en Sierra Boyera hay 1,6 hectómetros cúbicos de agua. La comarca se bebe, al mes, entre 0,6 y 0,7 hectómetros cúbicos. Es decir, habría agua al menos para unos dos meses, contando con que no llueva más y no suba esa reserva. No obstante, la situación del pantano sigue siendo crítica. Esos 1,6 hectómetros cúbicos suponen un 4% de la capacidad del embalse.
Hace un año, Sierra Boyera tenía en su interior 1,17 hectómetros cúbicos de agua. Sin lluvia reseñable entre enero y Semana Santa, el embalse se declaró técnicamente seco en el mes de abril. Es decir, con menos agua de la que hay ahora Sierra Boyera pudo seguir suministrando a los vecinos del norte de la provincia durante tres meses. Ahora, con los cálculos del año pasado, podría haber agua incluso para un mes más y llegar a mayo.
La Diputación, gracias a un acuerdo firmado con la Junta de Andalucía, tiene previsto llevar a cabo un ambicioso proyecto de modernización de la estación potabilizadora de Sierra Boyera e intervenir también en La Colada. El objetivo pasa por aumentar la capacidad de potabilización y conseguir que el agua que hay en este embalse pueda ser aprovechada y que los vecinos puedan volver a beber lo que sale del grifo.
Dentro de La Colada hay 31 hectómetros cúbicos de agua, según el último parte actualizado. Es poco más de la mitad de la capacidad del embalse. Pero es una reserva suficiente como para atender las necesidades de estas dos comarcas durante, al menos, un par de años más en el caso de que no lloviese absolutamente nada. No obstante, el problema es que es un agua repleta de vertidos que a su vez han generado algas. Y ese es el gran enemigo de las estaciones potabilizadoras.
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