Adelante pide información a la Junta sobre los niveles de contaminación del Guadalquivir y sus afluentes
La parlamentaria andaluza por Córdoba de Adelante Andalucía, Ana Naranjo, ha solicitado al Gobierno andaluz de PP y Cs información sobre las mediciones realizadas a lo largo de los últimos diez años para controlar los niveles de contaminación en las aguas del río Guadalquivir y sus afluentes en la provincia cordobesa.
La petición se produce después de que, según ha señalado Naranjo, “en los últimos meses hayamos tenido conocimiento de nuevos vertidos al cauce que pueden estar resultando muy perjudiciales para la calidad de las aguas”.
Naranjo ha recordado que, en su informe de 2019, la Consejería de Medio Ambiente “señalaba ya al Guadalquivir como un punto negro, por la elevada presencia de nitratos en sus aguas”, por lo que la Junta de Andalucía “no puede seguir mirando hacia otro lado mientras se contaminan nuestros ríos y se maltrata nuestra biodiversidad”.
En concreto, Naranjo se ha referido a sucesos como los registrados en el arroyo Salado, que a inicios de año amaneció “cubierto de espuma blanca como consecuencia de un vertido procedente, probablemente, de la actividad industrial de alguna almazara”.
Pero, además de los vertidos industriales no autorizados, la parlamentaria andaluza quiere conocer “cómo están afectando a la calidad de las aguas los vertidos que se producen en municipios que no cuentan con estaciones depuradoras”, muchas de las cuales “están comprometidas desde hace décadas por la Junta, pero no se han empezado a construir”.
En su solicitud de información, también ha pedido Naranjo conocer el número de denuncias presentadas por parte de asociaciones ecologistas, “que vienen denunciando la contaminación de los ríos desde hace años y a las que Gobierno andaluz hace caso omiso”.
La diputada andaluza ha señalado, además, que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible “debe de estar al tanto de la situación del Guadalquivir y sus afluentes, puesto que sucesivos informes emitidos por Medio Ambiente señalan su cuenca como la más afectada por la presencia de nitratos”, que es uno de los parámetros más significativos en el control de la calidad de las aguas superficiales, por su relación con la presencia de fertilizantes y vertidos de aguas residuales.
De hecho, de las diez estaciones que diagnosticaron en 2019 mala calidad de las aguas, la mayoría se encontraban en la cuenca del Guadalquivir, “según el informe de la propia Consejería”. Otro indicador de “esta preocupante situación lo da el estado de las aguas subterráneas, puesto que ”en el año 2019 todas las cuencas, a excepción de la del Guadalquivir, disminuyeron la carga de nitrato a sus aguas subterráneas“.
Junto a ello, Naranjo ha afirmado que la falta de estaciones depuradoras también “tiene consecuencias económicas para la provincia, que se ve obligada a asumir, a través de los ayuntamientos o de la Diputación, en los casos en que así esté conveniado con municipios pequeños, sanciones que superan los 320.000 euros a nivel provincial”.
Estas multas, que recaen sobre administraciones sin competencias ni presupuesto para la construcción de depuradoras, “salen muy baratas al Gobierno andaluz, que recibió fondos europeos para destinar al tratamiento de las aguas y ha pintado durante años inversiones en los presupuestos que nunca se llegaban a ejecutar”.
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