Primavera en el Santuario de Linares
El color y la luz toman protagonismo en Córdoba este domingo, dos después de que lo hiciera de la mano de la tradicional romería de Santo Domingo. Esta vez, como cada año el primer domingo de mayo, de la mano de otra cita clásica en el calendario festivo y devocional de la ciudad. Se trata de la popular romería de Linares, que llena de nuevo de florida alegría diversas calles desde la avenida de la República Argentina en el camino hasta el Santuario en el que recibe culto Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Linares Coronada, cuya hermandad vuelve a celebrar un acto cargado de buen ambiente pero también, como no puede ser de otro modo, de fervor.
Comenzó el domingo sobre las ocho de la mañana en la Mezquita Catedral, donde un año más se desarrolló la misa de bendición de los romeros. El punto de partida, sin embargo, fue un año más la avenida de la República Argentina, que poco a poco se llenó de colorido con las diferentes carrozas que participaron en la romería. En total fueron 13 las que completaron el trayecto por el casco urbano y la carretera hasta el Santuario de Linares. Caballistas y personas a pie también realizaron un recorrido que transcurrió en la ciudad por puntos como la plaza de las Tendillas, María Auxiliadora o Ronda del Marrubial para salir, como es habitual, por la avenida de la Agrupación Córdoba.
El ambiente festivo reinó a lo largo del camino, como también a la llegada al Santuario de Linares, donde tuvo lugar a las 12:30 la misa con motivo del segundo día de triduo en honor a Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Linares Coronada. Acto seguido, la hermandad ofreció a los asistentes los huevos duros que tradicionalmente se comen tras el culto. Esa actividad marcó el inicio de la jornada de convivencia en plena sierra de Córdoba, donde el color cobró fuerza en un domingo que por fortuna en nada se pareció al del pasado año. Entonces, la romería transcurrió bajo la lluvia y en esta ocasión, en cambio, el sol acompañó desde primera hora.
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