Luz de San Francisco, Madre ‘Morenita’

Superado el mediodía, jubilosa está la Axerquía. También la ciudad vibra. La tonalidad oscura del cielo poco importa. El Compás de San Francisco es escenario una vez más de devoción y alegría. Tras el jolgorio propio de las Cruces, con primer premio junto a los arcos de su antiguo claustro, la iglesia de San Francisco y San Eulogio abre sus puertas con motivo de una cita ineludible. Plena es ya la Gloria en Córdoba en el inicio de mayo, que esta vez tiene lugar de forma doble. Al tiempo que la romería de Linares señala el camino hasta el santuario en que aguarda Nuestra Señora de la Purísima Concepción, la Virgen de la Cabeza recorre de nuevo las calles de Córdoba. El color de las flores y el aroma de la primavera embriagan, pero más ante la presencia de la Madre Morenita, que este año regresa a la Mezquita Catedral.

Después de que en 2017 no lo pudiera hacer, la Virgen de la Cabeza volvió a recorrer las naves catedralicias este domingo. Lo hizo en su tradicional salida procesional tras la peregrinación al Cerro, en las proximidades de Andújar, de su hermandad. Una corporación ésta que permitió a la ciudad cruzar definitivamente el vano del período de Gloria. Córdoba, que consagra este mes a sus patios y plantas, a sus gentes, y cómo no a María. Fue a las doce cuando, a pesar del cielo gris, la comitiva comenzó su breve pero intenso recorrido por el casco histórico. Minutos después, la Morenita ya marchaba rumbo al primer templo de la Diócesis. En San Fernando eran decenas de personas las que esperaban el paso del cortejo, como siempre con espíritu festivo.

Nuestra Señora de la Cabeza anduvo con paso firme y alegre, y a la vez sereno, con unos sones más que conocidos. Estos fueron los que puso de otra vez la Banda de Música María Santísima de la Esperanza. La cordobesa formación acompañó por décimo año a la bella imagen custodiada por los muros de la iglesia de San Francisco y San Eulogio. Un aniversario éste que celebraron tanto la hermandad como la propia agrupación el pasado viernes con un concierto conmemorativo. Era la antesala de la procesión, que en realidad seguía los días de triduo en el templo erigido en el corazón de la Axerquía y el viaje a tierras jiennenses.

Con marchas como Aires de romería o Virgen Morenita, y otras como Paz y Esperanza o Tras tu verde manto, la Virgen de la Cabeza anduvo jubilosa por el entorno de la Mezquita Catedral. Festivo fue también su caminar entre los naranjos del patio que abre las puertas al primer templo de la diócesis, desde el que la hermandad inició la vuelta a su templo. Como es habitual, la corporación de Gloria contó con la compañía de representantes de diversas cofradías de la ciudad. Así como de la provincia y de otras, éstas filiales de la matriz de la Virgen de la Cabeza. El cielo con su gris apenas tuvo oportunidad de atraer miradas en una mañana viva del mayo cordobés. La misma en la que precisamente servía para felicitar a todas las madres.