El trabajo escondido tras los belenes que visitamos en Córdoba por Navidad
Cinco grandes belenes se reparten por la ciudad de Córdoba. Es una tradición muy arraigada en la ciudad y, antes de que la Navidad se eche encima de la ciudad, los nacimientos ya han recibido centenares de visitantes, que admiran cada uno de sus detalles. Mientras los observan, seguro que la pregunta que más ronda sus mentes es el trabajo que tiene detrás un montaje de estas características. Para conocerlo, Cordópolis ha hablado con la Asociación de Belenistas de Córdoba.
Una asociación que distingue entre los grandes belenes y los dioramas, pequeñas representaciones para los que pueden dedicar en torno a un mes. En cambio, para los nacimientos de mayor tamaño que abarcan distintas acciones y lugares de la ciudad, tardan entre 4 y 5 meses entre tres personas. Así lo explica Rafael Ventosa, vicepresidente de la Asociación.
En un recorrido por el amplio taller en el que durante el año elaboran los nacimientos, Rafael ha detallado todos y cada uno de los procesos a seguir. Para comenzar, “elaboramos un boceto y después, con las medidas y la escala”, trabajamos en función de las figuras con las que vas a trabajar. En la nave, llegan a tener más de 300 figuras que se reparten entre los distintos belenes, cada uno de ellos puede llegar a tener entorno a las 60 figuras. “Los primeros planos son los que llevan las figuras más grandes, después las más pequeñas sirven para darle perspectiva”, detalla.
Para detallar algunas piezas como las rocas, o paredes utilizan espuma de poliuretano “se echa y después utilizamos jabón y agua con una espátula para darle la forma”. Para paredes que simulan piedras tienen dos formas de hacerlo, pegando piezas individuales o “tallando con un lápiz que quema el material”. Dependiendo del realismo que le quieran dar a la pieza se utiliza un tipo de corcho u otro.
En una pequeña cocina guardan materiales áridos, “escayolas, una masilla asiliconada para las modelar, espátulas y las pinturas” que utilizan para las piezas como casas, árboles, palmeras o rocas. Además, también tienen unas arenas que “si los mojas es pintura” para suelos. Orégano que junto con spray con cola se queda pegado y tras pintarlo, simula las hojas de los árboles. Además, también trabajan con madera para las estructuras o algunas columnas que también elaboran con este material.
Rafael resalta que “los belenistas lo utilizamos todo, gomaeva, corcho, maderas, escayola...”, apunta Rafael. La escayola, por ejemplo, la utilizan para la imprimación, “es lo que le da el cuerpo”, para dar una primera capa sobre el corcho que consigue darle una textura diferente. La gomaeva, para hacer piezas como las tejas de las casas y la madera para la estructura, pero el corcho es el elemento principal de estos belenes.
Las palmeras que los adornan, están hechas, según aclara de corcho y cartulina, “entre dos cartulinas, metemos un alambre, y le damos la forma, luego lo recortamos y ya tenemos las hojas”. Estas las pinchan también sobre una base de corcho que hará de tronco del árbol y al que le dan forma utilizando un cepillo. “Para conseguir el efecto lo pintamos de oscuro, para que penetre en las rayas, cuando esté seco le damos pintura con pincel seco, así la parte de delante queda de un color y la de detrás de otro”. De esta manera se le da la profundidad.
Otro material es la gomaespuma, con esta trabajan las rocas, gran parte del decorado de los nacimientos. A esta le hacen la forma con una espátula con agua y mistol, “después con la pasta asiliconada, Adefit, le echamos cola blanca de carpintero” y con otra mezcla hacen la tierra. “Esto se le echa al adefit con el color que queremos”, tras esto comienzan a pintar “primero el oscuro y después el pincel seco”.
Un sinfín de materiales, colores, y herramientas para conseguir que cuando llegue la Navidad podamos disfrutar de los grandes belenes que se distribuyen por ella. Pero, aunque es un proceso complejo, desde la asociación están dispuestos a enseñar a quienes este año le entren ganas de conocer de cerca cómo elaborar un belén. Para esto realizan diferentes cursos con una duración de aproximadamente un mes. Así, todos los visitantes pueden ser las manos que elaboren alguna de las piezas de los Belenes del próximo año.
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