Los tanques de tormentas del futuro para proteger a Córdoba de las fuertes lluvias

Desde el mes de septiembre del año pasado, el Balcón del Guadalquivir asiste a una gigantesca excavación de suelo. La Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) trabaja en la construcción del primer tanque de tormentas de la ciudad, en una de las zonas más sensibles del casco urbano a las lluvias torrenciales. Los trabajos arrancaron en septiembre de 2023 y se espera que estén listos a finales del año próximo. En este tiempo se tiene que construir un enorme aljibe con una capacidad útil de almacenamiento de 23.170 metros cúbicos de aguas diluidas y unas dimensiones de 4.386 metros cuadrados. 

El objetivo de este tanque de tormentas es doble. Por un lado, proteger a la ciudad. Por otro, al río. Es un espacio donde en una tromba de agua almacenar la mayor cantidad posible de litros. Esas intensas precipitaciones suelen ser especialmente dañinas para la infraestructura de la propia ciudad. A las alcantarillas entra todo tipo de suciedad, que en su camino final hacia la depuradora de La Golondrina puede acabar deteriorándola. También en los vertidos al río, que serían incontrolados e igualmente problemáticos. En el tanque de tormentas entra toda esa lluvia de aluvión, donde cuando pasen las intensas precipitaciones se va filtrando poco a poco el agua, ya sedimentada y limpia.

Madrid es comunidad que tiene en su subterráneo 400 tanques de tormentas, algunos de dimensiones épicas. Su objetivo es poder evacuar el agua de lluvia sin provocar inundaciones en una megalópolis en la que el hormigón con alcantarillas saturadas se puede convertir en una enorme piscina. También, en evitar que esa gran ciudad provoque contaminaciones catastróficas a los ríos de alrededor.

Córdoba aún no dispone de tanque de tormentas, pero Emacsa ya tiene un proyecto para construir varios más junto al río. De momento, acaba de sacar a licitación un contrato dirigido a equipos de ingenieros para que diseñen una red de tres tanques de tormentas en la zona occidental del término municipal. Según ha publicado la empresa pública, los próximos tanques de tormentas estarén en Majaneque, Encinarejo y el Veredón de los Frailes.

Estas son también zonas críticas ante intensas lluvias. Las fuertes precipitaciones en Sierra Morena suelen alimentar unos arroyos de corto recorrido pero gran crecida que desembocan en el Guadalquivir. Estos tanques de tormentas evitarían que esos arroyos acabasen desbordándose e inundando cientos de viviendas construidas en esta zona occidental de la ciudad de Córdoba.

No son los únicos proyectos en los que trabaja Emacsa. La empresa municipal de aguas trabaja en el diseño de otro tanque de tormentas junto a la Torre de la Calahorra, aproximadamente en la zona que ocupa el antiguo colegio Rey Heredia, algo que ya anunció el alcalde hace más de un año. Esa es otra zona sensible a las fuertes lluvias, que también ha sufrido inundaciones en el pasado.

Esos tanques de tormentas a orillas del propio Guadalquivir protegerían en parte de una futura y leve crecida del propio río. Pero su caudal es tan poderoso en caso de grandes avenidas que esos enormes aljibes acabarían totalmente inundados al paso de varias horas, que podrían ser fundamentales para poder poner a salvo a personas y materiales en riesgo.