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El embalse del Guadalmellato recupera el nivel para que vuelva el agua a las fuentes de Córdoba

Morabito del pantano del Guadalmellato

Alfonso Alba

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Según la Comisión de Sequía de la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa), la ciudad entra en situación de emergencia cuando el embalse del Guadalmellato, el que abastece principalmente a sus 330.000 habitantes, está durante dos meses consecutivos con menos de 45 hectómetros cúbicos de agua en su interior. El 7 de noviembre, la Comisión de Sequía se reunió, vio que el embalse llevaba dos meses con menos de esa cantidad en sus reservas y activó el plan, que consiste en reducir en un 10% el consumo de la ciudad. Entre las medidas está cortar el agua de la mayoría de las fuentes ornamentales de la ciudad, salvo las del casco histórico. Desde noviembre, no corre el agua por ninguna de las fuentes de Córdoba y Emacsa ha instalado carteles diciendo porqué: por la sequía.

El embalse del Guadalmellato perdió el nivel de los 45 hectómetros cúbicos de agua en septiembre. Entonces, desembalsaba agua en San Rafael de Navallana, que tenía que recuperar también nivel. Dos meses después se activó el plan especial. Este mismo lunes, el Guadalmellato, que tiene una enorme cuenca en una de las zonas en la que menos acuíferos hay explotados de toda la provincia, recuperó el nivel de los 45 hectómetros cúbicos de agua. Ahora, la Comisión de Sequía tiene que volver a reunirse y certificar que durante dos meses no se vuelve a poner en riesgo el abastecimiento de la ciudad, antes de desactivar la medida que aplica desde noviembre. Además, se analizarán las perspectivas y las previsiones de que puedan llegar, o no, más lluvias. Ya que es probable que si no llueve ese nivel ahora recuperado se pierda rápidamente.

En la ciudad es habitual ver fuentes sin agua y carteles dentro de Emacsa. La medida más que de ahorro efectivo es didáctica y de concienciación ciudadana. Córdoba, de hecho, ya ahorra agua. La ciudad ha pasado de consumir una media de 22 hectómetros cúbicos al año a tener un gasto anual de 19 hectómetros cúbicos, según ha reconocido Emacsa. De hecho, esta situación ha provocado que la empresa municipal recaude menos, ya que vende menos agua, y sopese incrementar las tarifas.

Pero la situación del Guadalmellato no es del todo idílica. El año pasado por estas fechas el embalse tenía 61 hectómetros cúbicos en su interior. Eso sí, permitió que se pudiese regar de forma extraordinaria este verano y que se salvara parte de los frutales del Valle del Guadalquivir. Ahora tiene 16 hectómetros menos que entonces.

Mientras, aumenta también la reserva en San Rafael de Navallana, el segundo embalse que abastece a la ciudad. Aunque el agua bruta que usa Emacsa sale del Guadalmellato, también puede recurrir a Navallana en caso de emergencia. Hay incluso una opción extrema: bombear agua del Guadalquivir. Pero es algo que no ha tenido que ocurrir nunca.

En Navallana hay ahora 68,4 hectómetros cúbicos de agua. Es más, incluso, que la que había en enero del año pasado. Entonces, retenía 62 hectómetros. Es decir, entre Navallana y el Guadalmellato en Córdoba hay una reserva de 113,4 hectómetros cúbicos, una cantidad más que suficiente para superar otro año más sin lluvia. De hecho, en el caso extremo de que no volviese a llover y con el consumo habitual de la ciudad de 22 hectómetros en Córdoba quedaría agua para cinco años.

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