Dejadnos llorar teme por el proyecto de exhumaciones tras un nuevo retraso
El retraso a octubre del pliego para la contratación de los trabajos para la exhumación de las fosas comunes de los miles de cordobeses represaliados por el franquismo ha sentado como un jarro de agua fría entre los colectivos memorialistas. El presidente de Dejadnos llorar, Antonio Deza, ha lamentado este nuevo retraso en un proyecto que ya dispone de toda la financiación para arrancar y teme que el anuncio del concejal de Infraestructuras, Antonio Álvarez, pueda poner en riesgo todo el proyecto. Antonio Deza, de hecho, se ha puesto en contacto con el alcalde, José María Bellido, al que ha escrito para pedirle que “ayude” a la Delegación de Infraestructuras a sacar adelante un proyecto que acumula meses de retraso.
El 11 de diciembre de 2020, las cuatro administraciones -Gobierno de España, Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Córdoba-, rubricaban en un acto solemne en el Rectorado el protocolo para llevar a cabo las tareas de exhumación de las fosas que se encuentran en los cementerios cordobeses de La Salud y San Rafael, donde se calcula que hay más de 4.000 represaliados. En junio, el Gobierno entregó el dinero pendiente para iniciar los trabajos de exhumación en Córdoba. Pero esta semana, el propio Álvarez ha informado en la comisión que los pliegos no han podido redactarse aún y que al menos no saldrán a contratación hasta el mes de octubre.
“En todo este tiempo nos ha sobrado la paciencia y el respeto”, ha asegurado Antonio Deza, quien se ha mostrado agradecido a Álvarez durante su etapa al frente de Cecosam. De hecho, lo hizo públicamente. “Pero ha cambiado de delegación y desde primeros de año ha ido a peor”, ha lamentado, asegurando que “no nos ha contestado a ninguna de las llamadas ni escritos que le hemos enviado”.
Ante esta situación, “le hemos pedido al alcalde que ayude al departamento, porque Dejadnos llorar ha perdido la confianza en la capacidad de gestión del departamento de Infraestructuras del Ayuntamiento y para hacerlo nos basamos en sus propias declaraciones”, ha aseverado Deza, quien se refiere a una entrevista del propio Álvarez en Radio Córdoba Cadena SER.
“Todos los trámites estaban cerrados a final del año 2021. Los pliegos podían haberse puesto en marcha en enero. Él mismo lo reconoce”, asegura, al tiempo que ha mostrado su “tempor” a que “el proyecto se vaya al traste” ya que “cada administración tiene sus propios condicionamientos con las partidas que aprueba”, ha señalado. En algunos casos, las subvenciones se vinculan con el ejercicio presupuestario. Si hay retraso, hay que justificarlo o algunas ayudas se podrían perder, que es lo que más teme Dejadnos llorar.
“También tememos que se cree un conflicto entre las propias administraciones tras estar todas de acuerdo” en el proyecto para la exhumación de las fosas comunes en Córdoba. Además, considera que el Ayuntamiento es la administración “clave” en todo el proceso y que Dejadnos llorar quiere ir “de la mano del Ayuntamiento”, sobre todo cuando se inicien los trabajos de exhumación. “A partir de entonces arranca una larga etapa”, ha asegurado.“ ”El protocolo se firmó en 2020 y en el 2021 los acuerdos con todo el dinero. Nos metemos en final de año sin haber hecho unos malditos pliegos“, lamentó Deza, quien reclama al Consistorio agilidad.
Al otro lado de la moneda de esas cifras están los nombres de las víctimas y los rostros, llenos de arrugas y peinando canas, de sus familiares, que 85 años después de los fusilamientos en el golpe de 1936, no han recuperado los restos de los suyos. La documentación y los sondeos hechos en el cementerio de La Salud ya han alumbrado que allí se ubica una de las fosas, probablemente con centenares de cuerpos, de aquel verano del 36. Algunos de los cuerpos han podido ser exhumados para avanzar en el estudio del sondeo. Pero, más allá de eso, el ingente trabajo de excavar las fosas y de exhumar a todos los represaliados, está aún pendiente.
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