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Los cotillones se desinflan como opción para celebrar el año nuevo en Córdoba

Una Fiesta Fin De Año.

Juan Velasco

29 de diciembre de 2024 21:00 h

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De ser la opción favorita de los jóvenes cordobeses para despedir un año y dar la bienvenida a otro, a convertirse en una fiesta para un pequeño nicho. Los cotillones de Nochevieja cotizan muy a la baja en Córdoba capital. Las dos únicas solicitudes recibidas este año son el número más pobre de una década en la que el interés ha ido menguando paulatinamente, especialmente tras la pandemia de la Covid.

No obstante, la época dorada de los cotillones (o macrocotillones, por ser exactos) ya hace años que había pasado. Su momento de esplendor fue en los años 90, en los que las autorizaciones y solicitudes se contaban por dos decenas. A principios de este siglo, seguían siendo populares, aunque comenzaron a acusar el hecho de tener que competir con las fiestas que organizaban los locales privados de zonas como el Vial Norte, el Centro, Chinales o Ciudad Jardín.

El fenómeno fue menguando así poco a poco. De 20 se pasó a 10 solicitudes por año, hasta que la estocada se la dio la crisis del 2008, cuyas consecuencias se notaron especialmente en la ciudad a partir de 2010. Aquella gran crisis económica fomentó un cambio de hábito entre la juventud que también afectó a este modelo de fiesta.

Por un parte, hacía ya años que la Nochevieja había dejado de ser una de las pocas ocasiones en la que adolescentes y jóvenes salían hasta muy tarde. Y, por otro lado, había menos dinero en los bolsillos para gastar en entradas que normalmente superaban los 60 euros.

A eso había que sumar otro hábito que había ido cambiando afortunadamente entre la juventud, el de dejar el coche aparcado cuando había alcohol de por medio. Las fiestas de cotillón, que llevaban años celebrándose en hoteles y complejos situados en lugares a los que no era fácil acceder a pie, cayeron a sus números más bajos a principios de la pasada década. Así, en 2012 se autorizó uno, por los dos de 2013 y los dos de 2014.

De 2014 a 2024

Y la cosa no ha mejorado desde entonces, aunque en la segunda mitad de la década de 2010 se reavivó un poco el interés en estas macrofiestas. Fue un espejismo. Por ir desde el presente hacia atrás: en 2023, se aprobaron tres. Y fueron la mitad de los seis los que se aprobaron en 2022, en el que hubo polémica porque algunas de estas fiestas estaban vendiendo entradas sin tener la licencia definitiva -algo que sigue ocurriendo hoy en día- y porque una de las fiestas se acabó suspendiendo.

Un año antes, en 2021, también se solicitaron seis, de los que Urbanismo aprobó cuatro. No obstante, aquel año coincidió con una ola de Covid que los puso contra las cuerdas a todos los eventos. El alcalde de Córdoba, José María Bellido, llegó a explicar entonces que no tenía potestad para suspenderlos, si el Gobierno central no ordenaba un nuevo confinamiento.

Un confinamiento como el que suspendió todas las actividades en el año 2020, en el que la población era la que evitaba los lugares concurridos, y los cotillones desaparecieron del mapa navideño, como otras tantas tradiciones.

Un año antes, en 2019, el Ayuntamiento concedió autorización a siete cotillones de Nochevieja. Fue el número más alto desde hacía años. En 2018 fueron cuatro las fiestas autorizadas, mientras que en 2017 fueron seis, idéntico número que recibió luz verde en 2016. Un año antes, en 2015, fueron tres los cotillones que Urbanismo aceptó. 

Este año, sobre la mesa del Ayuntamiento se han puesto solo dos solicitudes, el número más bajo de la última década. Y es posible que sólo se celebre una -la del Club Figueroa, que ya ha sido aprobada-, ya que la fiesta prevista en el Club Hípico aún está pendiente de solventar un informe contrario de la Dirección General de Tráfico (DGT).

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