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Los constructores piden que les dejen obras de edificios de más de seis plantas cuando ya hay hasta de 14

Dos vecinas se asoman a la última terraza de la Torre del Agua

Alfonso Alba

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Córdoba, a diferencia de otras capitales andaluzas especialmente las de la costa, tiene una densidad de población baja. Las normas urbanísticas de la ciudad, ya incluso en las de los años ochenta, optaron por una ciudad que creciese más a lo ancho que a lo alto, y lograron un municipio que se puede observar con continuidad, sin demasiados hitos que impidan una contemplación de Sierra Morena. Esta semana, la patronal cordobesa de la construcción, Construcor, a través de su presidenta, María Dolores Jiménez, ha pedido al Ayuntamiento que acabe con una supuesta prohibición que limita la altura máxima de los edificios de viviendas, que no podrían sobrepasar las seis plantas. Pero en esencia en Córdoba es posible construir viviendas a más altura. Y de hecho se ha construido así. Solo que requiere un importante trabajo administrativo.

Este martes, y en respuesta a la propuesta de Construcor, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, citó el caso de la Torre del Agua, un edificio de viviendas de 14 plantas. Pero existe otro que supera las seis plantas de reciente construcción: el proyecto de Tribeka y Kronos Homes en las antiguas instalaciones de Baldomero Moreno, que ha levantado nueve plantas no sin antes modificar el plan parcial.

La ordenanza de edificación de Córdoba señala las alturas máximas a construir, que dependen de la anchura de las calles. Si el vial tiene menos de ocho metros de ancho no se podrán construir edificios de más de dos plantas, como es el caso de la mayor parte del casco histórico de Córdoba, repleto de calles estrechas. Entre ocho y diez metros de anchura de calle se podrá llegar a las tres plantas, entre diez y 14 metros son cuatro plantas, entre 14 y 16 metros cinco plantas, y en las avenidas de más de 16 metros de anchura se podrá llegar ya a las seis plantas.

La norma cita que en ese caso el máximo será de seis plantas, pero no que esté prohibido construir más. Solo que para hacerlo deberá justificarse a través de la redacción de un plan parcial concreto. Y eso ha sido, precisamente, lo que se ha hecho en las antiguas instalaciones de Baldomero Moreno, que requirió de la aprobación del Consejo Rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo y tras una dura pugna con la propia Junta de Andalucía, que no estaba muy convencida.

En este caso, los promotores argumentaron que las nueve plantas no iban a impedir la contemplación de la sierra de Córdoba, ya que se construía un bloque compacto de 20 metros de altura que no tendría impacto visual alguno. Y se convenció a la administración.

Otro proyecto en el Cordel de Écija

A través de un plan parcial también se le dio el visto bueno al proyecto de la Torre del Agua, con sus 14 plantas, cada una con su piscina. E incluso se llegó a plantear otro plan parcial más, en este caso promovido por la Junta de Andalucía, en el Cordel de Écija que también preveía la construcción de edificios de viviendas de más de seis alturas, como recuerda el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia.

La propuesta de Construcor llega en el momento en el que se está iniciando el proceso para revisar el Plan General de Ordenación Urbana de Córdoba, en vigor desde el año 2003, aunque aprobado en 2001. El alcalde ya planteó que las nuevas normas no deberían ampliar la superficie de suelo urbanizable de la ciudad, que todavía no se ha colmatado. En esencia, la propuesta de Construcor llevaría a que se permitiese, sin necesidad de aprobar planes parciales de modificación, la construcción de más de seis alturas en las nuevas promociones, aumentando de esta forma la rentabilidad de sus inversiones.

El debate acaba de llegar a Córdoba. Y al calor del mismo se plantean nuevos conceptos urbanísticos, como los de la ciudad compacta y sostenible, en la que se considera más viable construir más hacia arriba que a lo ancho. Eso sí, acabaría con una tradición milenaria en una ciudad en la que no abundan, precisamente, los edificios altos, sino todo lo contrario.

De momento, el edificio más alto de la ciudad sigue siendo la Torre de la Mezquita Catedral y sus 55 metros. Después está la Torre del Agua, con 49 metros y sus 14 plantas, repleto ya de vecinos.

El alcalde dice que buscará el “consenso”

El alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), ante la propuesta lanzada por la presidenta de Construcor, María Dolores Jiménez, para que se permita levantar edificios de más de seis plantas de altura en las zonas de expansión de la ciudad, ha anunciado este martes que la estudirá, pero que la decisión última deber ser objeto de “consenso”.

En este sentido y en declaraciones a los periodistas tras presentar las actividades de verano que se desarrollan en el Centro de Educación Vial, Bellido ha dicho que, dado que la citada patronal de la construcció es “una asociación muy consolidada, muy seria y muy leal a la ciudad, que hace planteamientos que están estudiados”, al menos va a “tomar en consideración la propuesta y estudiarla”, pues eso es “lo que corresponde”.

En cualquier caso, según ha argumentado, la ciudad de Córdoba “ha crecido con un modelo de altura que está muy consolidado en el tiempo”, de ahí que, “cualquier cambio, que puede ser positivo, requiere que hagamos un esfuerzo previo de consenso, es decir, si esa propuesta se debe sacar adelante o no, será algo que tengamos que discutir entre todos, entre los grupos políticos que conforman el Pleno, que tendrán algo que decir”, y “también el conjunto de la sociedad”.

Ello es preciso, según ha defendido, “porque es un cambio que, de producirse”, modificaría “algo que viene haciéndose durante décadas y, en segundo lugar, porque si hay que hacer un cambio, tendría que ser con vocación de continuidad”, de ahí la necesidad del “consenso”.

En consecuencia, en el gobierno municipal del PP van a tomar “en consideración la propuesta” de Construcor, que “puede tener aspectos positivos”, pero, “a partir de ahí, hay que empezar a trabajarla” y, para ello, Bellido espera que Construcor “presente un documento elaborado, que no sea solo una reflexión, sino que, técnicamente, elaboren un documento que puedan presentar al Ayuntamiento”.

Cuando eso se produzca, habrá que “estudiarlo, tanto en el propio Ayuntamiento como, por supuesto, a través de la participación ciudadana”, lo que se haría “a través de la herramienta que tenemos para hacerlo, que es el Consejo Social de la Ciudad, donde está todo el mundo”, pues en el mismo están representados “la Universidad, los empresarios, los sindicatos y el movimiento ciudadano”, con lo que “es el órgano que, para cambios de este tipo, se tendría que posicionar”.

De este modo, “si Construcor hace esa propuesta de una forma seria y viable técnicamente, con un documento, pues lo primero sería estudiarla en la Gerencia de Urbanismo y, a la vez, en el mismo momento, que el Consejo Social también dictaminara su posición, sobre si ve conveniente o no este cambio”.

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