Leve alza de compras, “más histeria” y estanterías surtidas en el comercio de cercanía

Mañana de viernes en el mercado y el comercio de cercanía, previa al primer fin de semana tras detectarse casos de coronavirus en Córdoba y con el horizonte de estudiantes sin clase que pasarán al menos dos semanas en casa, además de las recomendaciones para todos los ciudadanos de quedarse en su domicilio y no salir a la calle si no es imprescindible. Mientras los grandes supermercados han dejado imágenes de estanterías vacías, colas en las cajas y personas acaparando productos, un paseo por el comercio de barrio a media mañana muestra que hay un leve alza de compras, “más histeria y nerviosismo” y estanterías y puestos surtidos.

En el Mercado de La Mosca, en la Viñuela, el ambiente de ventas y clientes es el habitual, según explican a CORDÓPOLIS distintos responsables de puestos de pescado, carne, charcutería y frutas. “Hay más histeria, más nerviosismo, pero no más compras”, dice Ana María desde su puesto mientras despacha quesos y embutidos. Un poco más allá, en la zona de pescadería, Mari Ángeles charla con una de sus clientas, Juani, que se lleva “lo normal, como todos los días. Mañana vendré otra vez”. Dicen que, en el mercado, “la gente está comprando como siempre”, algo que corrobora otra clienta que viene cada semana desde otro barrio a comprar en este mercado. “Hay de todo en los puestos y con los mismos precios”, algo también importante en qué fijarse.

“La gente va a las grandes superficies a llevarse ya de todo”, dice Fernando mientras pica jamón en su puesto de carnes y charcutería. Aquí tampoco han notado más ventas estos días y, ni mucho menos, la locura que se ha visto en grandes cadenas de supermercados como Mercadona. En el mercado, el trasiego de clientes es el habitual de un viernes, nos dicen.

El 'misterio' del papel higiénico

Lo que sí es un tema común en todos los puestos es el misterio del acaparamiento de papel higiénico que se ha visto en algunos supermercados. “No sé si vender yo también papel higiénico”, dice con guasa Ana María en su puesto, mientras clientes y tenderos se sorprenden de la histeria desatada con este producto que ya falta de grandes superficies. “¿Pero para qué se llevan tanto?”.

Donde no falta, y sus estanterías están bien surtidas de papel higiénico y de todos los productos que vende, es en otro comercio de cercanía, esta vez en el barrio de San Agustín. Pepe y Margarita regentan una tienda de ultramarinos en la calle Obispo López Criado, donde sí han notado “más afluencia a primera hora de la mañana”, de gente que se lleva patatas, huevos, legumbres, pero con la tranquilidad habitual de un pequeño comercio.

Alcohol desinfectante agotado

Lo que no queda, ni en esta tienda de ultramarinos ni en algunas farmacias cercanas, es alcohol. “La gente, ante la falta desde hace días de gel desinfectante, ha optado por levarse directamente alcohol a sus casas. Acabo de vender el último bote”, explica Rafael desde su farmacia en Santa Marina.

En otros pequeños supermercados, donde acuden los vecinos del barrio, como es el caso de Supermercados Valenzuela en los aledaños de los Jardines de Colón, los clientes y la cajera -con guantes-, hablan de las compras de papel higiénico y del alza de las ventas en estos días. “Si van a tener a los críos en casa y no en el comedor del cole, y te vas a quedar en casa y no comes en el bar de menú, pues tienes que comprar más alimentos lógicamente”, razona María Dolores. Las ventas aquí se mantienen con normalidad, “con algo más de preocupación en la gente” y haciendo pedidos a domicilio. Pero las estanterías están surtidas como cualquier día.