Las lechuzas vuelven a los olivares gracias a un proyecto experimental financiado por Europa
Olivares Vivos. Ese es el nombre de un proyecto Life, financiado con fondos europeos, que ha logrado un hito en Córdoba y Andalucía: que la lechuza vuelva a anidar en los olivares de la provincia. El proyecto Life Olivares Vivos ha informado de que este mismo año han finalizado las actuaciones de restauración en los veinte olivares demostrativos en los que trabaja el proyecto. En la provincia de Córdoba, el proyecto ha elegido fincas de cuatro municipios: Pozoblanco, Espejo, Castro del Río y Nueva Carteya.
En concreto, al proyecto se han sumado la finca Olivar de Luna en Pozoblanco, Casa del Duque en Espejo, La Tosquilla en Nueva Carteya y Llanos de Vanda en Castro del Río, según informa el Life a través de un extenso dossier de prensa y avanzado por El Día de Córdoba.
Este Life (un proyecto similar al de recuperación del lince ibérico) ha ido más allá de la recuperación de las lechuzas, su gran hito. Así, y según detallan, desde que comenzaron los trabajos se han plantado más de 32.000 plantas de 61 especies diferentes, en bordes de camino, cárcavas, arroyos o linderos; a esto se ha sumado la diversificación de la cubierta vegetal con siembras de semillas autóctonas o la instalación de más de 130 cajas nido, 18 posaderos de rapaces, 37 refugios de murciélagos, 95 nidales para insectos y la creación de 10 charcas y 27 bebederos para fauna.
Este proyecto arrancó en el año 2015, tras la concesión de 2,9 millones de euros por parte de la Unión Europea, y finalizará en septiembre del año 2020. Sin embargo, a estas alturas, muchos de los objetivos por los que nació ya se han dado por cumplidos, según detallan sus responsables.
“Probablemente, sean este retorno de especies y la mejora de la rentabilidad de las fincas que ofrece Olivares Vivos los motivos que más están influyendo en la expectación levantada en torno a este proyecto dentro del sector olivarero. De hecho, hasta la fecha, más de 350 olivareros y olivareras se han interesado ya en formar parte de Olivares Vivos”, detallan.
Cada lechuza a su cortijo
Aunque hay que esperar para tener resultados finales, todo indica que los nidales, las charcas, los muretes, las cajas para murciélagos o los hoteles de insectos están recuperando la biodiversidad de los olivares, informan los promotores de esta iniciativa. “Si el año pasado realizamos una crianza campestre de lechuzas en un antiguo pajar anexo al cortijo de la finca Cortijo de Guadiana, este verano hemos podido comprobar que ya estaba siendo utilizado para criar por una de las parejas formadas. De hecho, se contaron hasta cinco pollos de lechuzas en dos puestas diferentes. Un hito muy importante para este proyecto, que demuestra que las acciones realizadas para restaurar el ecosistema dan sus frutos y permiten que las especies regresen al olivar”, ha destacado José Eugenio Gutiérrez, responsable del proyecto Life Olivares Vivos y delegado de SEO/BirdLife en Andalucía.
https://youtu.be/k0kZR33hO0U
Análisis de la biodiversidad
Todas las acciones que se han acometido a través de este proyecto han contribuido a recuperar la fauna y la flora que se ha ido perdiendo en el olivar durante las últimas décadas. Esta biodiversidad está volviendo a medirse desde abril y continuará cuantificándose hasta los primeros meses de 2020, con el objetivo de compararla con la que ya fue ponderada al inicio del proyecto. Esta evaluación servirá para conocer la efectividad de las medidas de restauración realizadas y para establecer el reglamento de la marca de garantía Olivares Vivos.
Además, tanto estas mediciones como todos los trabajos que se han hecho hasta ahora y el contacto con el sector olivarero han servido para elaborar un primer avance de recomendaciones, que fueron trasladas a Bruselas y al Ministerio de Agricultura, para que fuesen tenidas en cuenta en la discusión que se está realizando de la reforma de la Política Agrícola Comunitaria, ya que en ella, y tal y como afirma Olivares Vivos, deberían incorporarse los beneficios ambientales, sociales y económicos que generan modelos de agricultura como los que propone este Life.
Marca de diferenciación
Y es que la rentabilidad del olivar es la otra clave de bóveda de Olivares Vivos y en 2019 se ha trabajado intensamente por mejorarla, a través, tanto de la recuperación de los servicios ecosistémicos que aporta la biodiversidad, como de la diferenciación del aceite por el valor añadido. Respecto a este último aspecto, el Departamento de Economía, Marketing y Sociología de la Universidad de Jaén ha comenzado a evaluar la respuesta que tiene en el consumidor el recién creado sello que en próximas campañas certificará a los aceites de oliva virgen extra “Olivares Vivos”.
Este sello se presentó en Expoliva, la XIX Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afinas, y representa a una lechuza a la que acompaña la frase “Reconciliados con la vida”. Los aceites elaborados este año en las fincas demostrativas ya portan el sello que los reconoce como participantes en el proyecto, sobre los cuales se hará un seguimiento y análisis de la aceptación de la marca en el mercado.
En definitiva, y tal y como valora Gutiérrez, “Olivares Vivos, encara el 2020, su último año como proyecto Life, con plena satisfacción por todo el trabajo realizado, con grandes expectativas e ilusión, pero sobre todo con un gran sentido de la responsabilidad, dado el gran interés que ha levantado en todo el sector olivarero”.
Este proyecto Life está financiado por la Comisión Europea y cofinanciado por la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero y la Asociación Interprofesional del Aceite de Oliva Español con un presupuesto total de 2,9 millones de euros, es coordinado por SEO BirdLife y cuenta con la participación como socios de la Diputación Provincial de Jaén, la Universidad de Jaén y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Con la gente del olivar
El interés generado por el proyecto motivó que en el mes de febrero se celebrara la primera jornada informativa Olivares Vivos, con la que se pretendió resolver dudas y ofrecer un punto de encuentro a todas estas personas que reclamaban más información sobre este proyecto. A su vez, y ahondando en el encuentro con el sector, se ha participado durante todo el año en múltiples cursos organizados por el IFAPA, organismo de la Junta de Andalucía, o diferentes ayuntamientos, en los que se habló con agricultores sobre las dificultades que atraviesa el sector olivarero y se explicó cómo este LIFE está intentando encontrar soluciones. Y a todo ello se han sumado los más de 1.600 escolares que durante los dos últimos años han conocido más sobre este agrosistema, con la campaña “Una aventura muy cercana”, habiéndose llevado en 2019 no sólo a Primaria y Secundaria, sino también a Educación Infantil. Ahora, ya saben más sobre los problemas ambientales que tiene el olivar, pero también en torno a los sociales, derivados de los bajos ingresos que se obtienen en la actualidad de la mayoría de los olivares tradicionales.
0