El goteo que no cesa: crece casi un 20% el número de personas sin hogar en Córdoba
De mal en peor. El número de personas sin hogar en Córdoba crece exponencialmente, año tras año, hasta llegar a la foto fija de 2019, que ha ofrecido este jueves del último recuento elaborado la Red Cohabita, conformada por Cruz Roja, Cáritas, Fundación Prolibertas, Asociación de Encuentro y Acogida al Toxicómano y el propio Ayuntamiento.
El informe es demoledor. El número ha crecido un 18,54% en el último año y un 33% desde que comenzara el recuento anual, en 2015. También comienza a subir el número de mujeres que se quedan sin hogar y acaban en la calle o en los recursos asistenciales. Y este año, por primera vez, se han valorado otras situaciones que pueden desembocar en el sinhogarismo, la de personas que viven en infraviviendas y la de quienes necesitan acudir a los servicios sociales para cubrir necesidades básicas.
Lo que no cambia es el perfil de la persona sin hogar en la ciudad: Hombre, de entre 45 y 65 años, de nacionalidad española y con problemas familiares. Son el 79,75% de las personas sin hogar de la ciudad, según los datos del informe.
Los números se reparten de la siguiente manera: En estos momentos hay en Córdoba un total de 326 personas sin hogar -el año pasado eran 275, en 2015 eran 245-. De ellas, 260 son hombres y 60 mujeres. Se dividen entre el 20% que duerme en la calle, un total de 50 hombres y 12 mujeres; y el 80% restante que acude a recursos residenciales (12 mujeres y 94 hombres) y centros de estancia diurna (36 mujeres y 116 hombres). A estos datos, se suman los menores que viven con sus familias en las casas de acogida, y que se han contabilizado a 4 niños y 1 niña.
La mayoría de las personas sin hogar, un total de 212, son españoles, mientras 114 son extranjeros. Estos son menos, sí, pero más vulnerables, pues carecen de idioma y de red familiar, y esto complica su integración. Por edades, la mayoritaria, casi la mitad, tienen entre 45 y 65 años, seguidos del 28% que tiene entre 30 y 44 años.
Como se ha dicho antes, empieza a subir el número de mujeres sin hogar, que además acaban en la calle con más facilidad, según el estudio. El perfil femenino es el de una mujer española, también de 45 a 65 años, que afirma haber sufrido problemas familiares, perdida de vivienda o de adicciones.
Se han contabilizado, a parte, a 34 personas viviendo en infraviviendas (locales comerciales, okupas, naves industriales, casetillas de la luz, etc.) y a 34 personas que, aun teniendo techo, tienen que acudir a los recursos para cubrir sus necesidades básicas. Estas dos categorías engloban solo a las personas que se han acercado a los recursos para personas sin hogar en las 24 horas que ha durado el recuento, por lo que los datos de estos dos grupos pueden ser mucho mayores.
La teniente de alcalde delegada de Servicios Sociales e Igualdad de Córdoba, Eva Timoteo, señalaba en la presentación del informe que este recuento había de ser “una llamada de atención hacia unas personas que, aunque no tienen hogar, son vecinos nuestros”, y hacia la necesidad de “concienciación y sensibilización” social hacia esta causa. “No son siempre causas de marginalidad o exclusión social previa lo que lleva al sinhogarismo, sino que a veces son situaciones sobrevenidas que podrían pasarle a cualquiera”, ha indicado la concejala, que reconocía a uno de los actores sociales implicados que, tras el diagnóstico, viene la parte compleja. Toca actuar.
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