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El Defensor del Pueblo rechaza el experimento con estimulación eléctrica a presos de la cárcel de Córdoba

Panorámica de la prisión de Córdoba | MADERO CUBERO

Carmen Reina

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El Defensor del Pueblo a nivel estatal, Francisco Fernández Marugán, ha emitido un informe en el que rechaza el experimento con estimulación eléctrica cerebral que se estaba llevando a cabo con presos de la cárcel de Córdoba.

El informe culmina la investigación abierta por el Defensor del Pueblo tras conocerse esta práctica en las prisiones de Córdoba y Huelva, y después de que Instituciones Penitenciarias suspendiera el experimento con electrodos a presos violentos. Señala en su escrito que los presos tenía limitada su voluntad al estar en la cárcel, aunque hubieran dado por escrito su consentimiento para participar en el experimento.

El experimento se realizó en Córdoba en 2017 y debía retomarse en el pasado mes de marzo, cuando fue paralizado. Ahora, el Defensor del Pueblo ha trasladado su informe a Instituciones Penitenciarias, según ha avanzado El País, informe que aunque no es vinculante, sí avala la postura tomada por el Gobierno y se seguirán sus recomendaciones.

La investigación sobre este asunto se abrió tras conocerse públicamente la práctica de este experimento llevado a cabo con 41 presos entre Córdoba y Huelva, que habían sido sometidos a sesiones de estimulación cerebral con electrodos para analizar su nivel agresividad. Este proyecto, que autorizado por el anterior Gobierno del PP, fue suspendido y no tendrá continuidad hasta que se conozcan las conclusiones de un informe de salud penitenciaria que se está elaborando.

El tratamiento consistió en colocarles a los presos, que participaron de forma voluntaria, unos electrodos en la cabeza para llevar una corriente eléctrica suave para estimular los dos hemisferios cerebrales al mismo tiempo.

Este tratamiento, basado en sesiones de estimulación cerebral de unos 15 minutos de duración y que se realizó tanto a reos con delitos de sangre como los que no lo tenían -como grupo de control-, se prolongó durante tres días. Tras este tiempo se concluyó que estos estímulos sirvieron para bajar la agresividad en parámetros como violencia verbal, violencia física, rabia y hostilidad.

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