¿Está Córdoba preparada para la Primera División?
Tras el ascenso del club, la ciudad se pregunta si dispone de las infraestructuras necesarias para acoger con garantías la llegada de los grandes clubes de la Liga Española
Es la pregunta del millón. ¿Está Córdoba, la ciudad, preparada para acoger con garantías la llegada de la Primera División después de 42 años de ausencia? La respuesta, que podría ser fácil, no lo es tanto. Depende, para unas cosas sí y para otras no. Vayamos por partes.
Ayer mismo, la principal asociación de empresarios hosteleros y turísticos, Hostecor, reclamó que de forma inmediata el aeropuerto de Córdoba pueda acoger vuelos comerciales. Eso, desde luego, posibilitaría los grandes traslados que se prevén para la próxima temporada pero que, a grandes rasgos, no son muy diferentes a los de la Segunda División. Es más, si hay una categoría del fútbol español en la que los traslados por avión son imprescindibles es la Segunda División. En Primera, ninguno de los 20 clubes que la disputan tienen su hogar fuera de la Península. En Segunda hay tres equipos a los que hay que llegar por aire (o por mar, pero esos traslados están más que descartados) sí o sí: Tenerife, Las Palmas y Mallorca.
Al contrario, Córdoba disfruta de la segunda mejor conexión por tren de alta velocidad de España, tan sólo superada por Madrid-Puerta de Atocha. A Córdoba llegan trenes casi cada cuarto de hora, y vía AVE es posible hacer conexiones (con transbordo, eso sí) hacia casi cualquier punto de la Península. Así, Madrid está a poco más de dos horas, Barcelona a algo más de cuatro y media. Hasta el posible desplazarse en AVE a Valencia (tiene dos equipos) e incluso alcanzar el Norte, eso sí, haciendo transbordo. Además, la próxima temporada habrá en Primera División otros cuatro equipos andaluces: Sevilla, Granada, Málaga y Almería. Al contrario, los desplazamientos más lejanos son a La Coruña y Vigo, para los que habría que tirar de autobús en caso de carencia aeroportuaria. O, como ahora, usar los aeropuertos de Málaga o Sevilla como propios.
La pregunta del millón sobre si Córdoba está preparada para la Primera División tiene otra respuesta si se refiere a las infraestructuras deportivas, las del propio club. Para empezar, el Nuevo Estadio del Arcángel, que es del Ayuntamiento, presenta graves deficiencias. La actual Tribuna, que acoge parte de la zona noble del Córdoba CF, es muy antigua y su construcción cuanto menos deficiente. Bajo la Tribuna están los vestuarios, a los que se le han multiplicado las grietas en los últimos años, y la sala de prensa (por llamarla de alguna manera), una de las peores de toda la ciudad. Arriba, las cabinas de retransmisión, pocas y mal avenidas, con cables al aire, malos cierres y una incomodidad absoluta para el trabajo de la prensa. Harán falta obras a buen seguro.
Pero no es el único problema del estadio, que está inacabado y que no tiene pinta de que se vaya a concluir en breve plazo. El coliseo blanquiverde es municipal y el Ayuntamiento, en estos momentos, no está en disposición de seguir haciendo grandes inversiones en un campo de fútbol donde entre unas cosas y otras se ha gastado más de 50 millones de euros. Lo construyó en 1993 y lo volvió a construir una década después, tras asumir que la primera obra no fue la mejor. Al Arcángel le hace falta el cerramiento exterior de la Preferencia, la Tribuna entera (una obra que vale 25 millones de euros y que a buen seguro no se hará) y la grada superior del Fondo Sur. Ésta es quizás la obra más asumible para el Consistorio. En 2011, el Consistorio construyó el Fondo Sur. El presupuesto no alcanzó para rematarlo construyendo los palcos y las butacas de la zona superior, que no obstante se quedó preparada. La obra no es cara y podría estar lista en pocas semanas. Construirlo o no dependerá del número de abonados que habrá en Primera División. En Segunda había 9.000. El estadio, actualmente, tiene capacidad para acoger a 21.200 personas.
Deficientes son también los accesos al estadio, que se colapsan fácilmente cuando concluye cualquier partido. En Segunda División, cuando la asistencia media era de algo más de 10.000 personas, la salida del estadio no era demasiado problemática. Cuando la asistencia ha aumentado (como en los últimos partidos) o cuando ha llovido, la salida de los aficionados se ha complicado.
Pero si hay un déficit en el Córdoba CF es sus campos de entrenamiento. El club entrena de prestado en una ciudad deportiva que no es suya, sino de Rafael Gómez Sánchez, expresidente y actual líder de la oposición en el Ayuntamiento de Córdoba. La ciudad deportiva no es tampoco la mejor, construida en una zona que es inundable. De hecho, los futbolistas del Córdoba se han visto obligados, muchas veces, a entrenar en campos de fútbol municipales. Incluso han llegado a hacerlo en pueblos cercanos, por la falta de condiciones óptimas en Córdoba. El presidente del Córdoba, Carlos González, prometió hace meses que en caso de que el club ascendiese a Primera División sería necesaria la construcción de una nueva ciudad deportiva. Sobre la mesa de su despacho tiene los planos de un proyecto que preveía edificar en unos terrenos junto a la Autovía de Málaga, la A-45, en dirección a Fernán Núñez. Incluso tenía nombre: Ciudad Deportiva Juanín. Todo está por ver.
La directiva ha pedido una semana para pensar. Está por ver qué decide, y sobre todo qué negocia con una administración con la que está condenada a entenderse: el Ayuntamiento de Córdoba. En Primera División todo parece mucho más fácil. O no.
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