Córdoba, capital del tabaco pirata (y reincidente)

Córdoba se ha convertido en una ciudad de referencia en la lucha contra el tabaco de contrabando. Los decomisos de cajetillas de marcas piratas se han convertido en algo regular. Pero también la persecución del tabaco picado para liar. Un comercio que en verano ya se cobró un importante tanto con la caída de 43 toneladas de este producto como de cinco detenidos en Córdoba. Pero a pesar de este golpe, la trama -una de las más importantes de las que se tiene noticia- logró recuperarse. Y, de nuevo en la calle, quienes habían sido detenidos retomaron su trabajo hasta volver a ser detenidos ahora, junto con otras siete personas.

En lo que va de año son ya 225,2 toneladas incautadas, lo que supone un aumento del 471 % respecto al 2015. Datos que avalan que Córdoba es una excepcional base logística para repartir la mercancía. Y los polígonos cercanos a la autovía, como Las Quemadas o Amargacena no pueden estar mejor ubicados. Junto a la A-4, tienen línea directa a Málaga, Sevilla, Cádiz y Huelva, por el Sur, y Madrid y el resto del país, por el Norte. El trajín diario de camiones y furgonetas de todos los tamaños que entran y salen del polígono completan la tapadera perfecta.

De esta forma, no es de extrañar que en la operación de junio, 40 toneladas de tabaco de contrabando fueran encontradas en una sola nave industrial del polígono de Las Quemadas. Otras dos fueron encontradas en una segunda nave y la última tonelada ya estaba envasada en bolsas de a kilo lista para ser distribuida. En el registro de la segunda nave los agentes observaron cómo varios individuos se encontraban picando hojas de tabaco, siendo allí uno de los lugares donde se procesaba y envasaba, previamente a su distribución. Posteriormente, en la operación de octubre, uno de los camiones interceptados iba a entrar en la nave del Polígono Industrial de Antequera. Mientras, en otra nave del Polígono de Guadalhorce de Málaga se manipulaba el tabaco de contrabando con carácter previo a su distribución.

Los polígonos industriales también fueron clave en la tercera operación más importante contra este tipo de tráfico. Hasta la Operación Rama, la operación más importante había sido una de la Guardia Civil de Córdoba y de la Agencia Tributaria, desarrollada en el marco de la denominada Operación PALAPO, por la que se desmanteló hace justo un año la infraestructura de almacenamiento de una organización de contrabando de tabaco y por la que se detuvo a seis personas. Y, en efecto, las primeras investigaciones permitieron detectar una nave en un polígono industrial cordobés, donde se estaba realizando la manufacturación de hojas de tabaco para su posterior venta a consumo. El proceso era realizado sin ningún tipo de control que permitiera certificar los estrictos requisitos sanitarios de la normativa comunitaria en la materia.