Una comisión municipal decidirá si se tala el eucalipto del Alcázar

El Área de Infraestructuras había previsto iniciar el arranque del árbol la próxima semana

El Ayuntamiento ha decidido la creación de una comisión municipal para decidir si el Área de Infraestructuras tala o no el gigantesco eucalipto que desde hace unos 80 años crece en los jardines del Alcázar y se asoma por encima de una de sus torres. El Consistorio ha tomado esta decisión después de reunirse con miembros de la Plataforma por la Defensa del Árbol en Córdoba y activistas de Ecologistas en Acción, que rechazaban la tala. Según ha podido saber este medio, el Ayuntamiento ya había tomado la decisión de iniciar los trabajos de tala para la próxima semana.

Según ha informado el portavoz de esta plataforma, Pancho Gamero, esta comisión estudiará una serie de informes técnicos para determinar si es necesaria o no la tala del árbol. Gamero y su colectivo defienden que el árbol está sano, que su imagen “forma parte ya de la postal de Córdoba” y que existen alternativas a la tala. Entre otras medidas, el colectivo ha propuesto que si hay riesgo de que se desprendan ramas y hieran a turistas (ya ocurrió en 2010, cuando una italiana estuvo apunto de morir) se puede hacer otra intervención que no consista en la tala. En este sentido, la plataforma propone que se limpie el eucalipto de ramas que puedan precipitarse al vacío y que se agarren algunas con cables de acero para evitar problemas.

Aparte de la seguridad, el Ayuntamiento ha defendido que el árbol (de unos 30 metros de altura) crece sobre un venero de agua. Al contrario, Gamero argumenta que el venero no está sobre el lugar en el que crece el árbol, sino que este se aprovecha de una conducción subterránea del afloramiento de agua que está más arriba.

Los miembros de esta plataforma aseguran que el eucalipto del Alcázar es un “árbol singular” de la ciudad y que, por tanto, forma parte de su patrimonio vegetal en el casco urbano. Desde el Ayuntamiento, se argumenta también que el eucalipto no es una especie autóctona y que sus enormes raíces pueden poner en peligro los cimientos de la muralla del Alcázar.