El Córdoba CF merece más ante un Málaga CF que escapa con un punto
Los fantasmas han aparecido y solo se han celebrado tres jornadas. También es normal -para ser sincero-, más aún después de lo vivido en Elche, donde el conjunto ilicitano fue ampliamente superior, enseñando todas las costuras de un Córdoba CF que tenía que madurar sobre el terreno de juego, adaptarse a la Segunda División. Es por ello que este sábado tenía una oportunidad única para agradar a su público y postularse como un equipo serio en LaLiga Hypermotion. Sin embargo, la contundencia en las áreas volvió a ser el principal debe de los chicos dirigidos por Iván Ania.
Estaba la necesidad imperiosa de agradar a tu público y para ello era crucial que la concentración estuviese presente desde el segundo uno. Y así fue. El Córdoba CF salió al terreno de juego mucho más convencido de lo que era capaz, mientras que el Málaga CF estaba a verlas venir, sin querer conceder en exceso e incluso desviando la mirada de la meta contraria para salvaguardar la suya. Algo lógico quizás viendo el ímpetu de los blanquiverdes, pero eso hacía que tan solo un bajón físico de los locales podía devolver la igualada en cuanto a juego se refiere. Sin embargo, estos primeros instantes tenían que ser aprovechados y cerca estuvo Álex Sala de poner por delante a los suyos con un centro que poco a poco se envenenó, obligando a Alfonso Herrero a realizar una intervención de mérito.
De hecho, esta tendencia fue a más conforme los minutos seguían pasando. En el ecuador de la primera mitad, el único equipo que estaba sobre el terreno de juego era el Córdoba CF, y, al menos, el que proponía algo más que encerrarse en su propio campo. Gracias a ello, las ocasiones cayeron por su propio peso, aunque también les faltaba algo de verticalidad para inquietar algo más la portería malaguista. A pesar de ello, Álex Sala probó con un disparo exterior que Alfonso Herrero tuvo que despejar con el pecho para evitar que los califas se adelantasen en el marcador.
Sin embargo, el físico no dio para los 45 minutos y el Córdoba CF fue de más a menos, dándole libertad a un Málaga CF que, como el resto de los rivales blanquiverdes en este primer tramo de temporada, vio una de sus principales debilidades: el lateral ocupado por Calderón. El de Paradas no podía contener la horda ofensiva visitante y Carlos Puga protagonizó una internada que a punto estuvo de encontrar rematador al segundo palo. En cambio y a pesar de todos los intentos -no muchos, por cierto-, el marcador no se movió y ambas escuadras encararon el túnel de vestuarios con todo por decidir en la segunda mitad.
En la reanudación, la tónica fue prácticamente la misma al inicio de la primera mitad. El Córdoba CF salió al terreno de juego con una marcha más, siendo superior en todos los ámbitos del partido, menos en lo más importante: de cara a puerta. Y que no se diga que no lo intentó. Tanto fue así que Antonio Casas tuvo un uno contra uno ante un Alfonso Herrero que le ganó la batalla -el colegiado decretó fuera de juego posterior, aunque en las imágenes se veía claro que el rambleño estaba en línea con la defensa malaguista-. Por otro lado e instantes después, Jacobo lo intentó con un disparo esquinado que el guardameta visitante despejó a saque de esquina.
Parecía que el gol tarde o temprano llegaría por parte del Córdoba CF, más aún cuando Antonio Casas tuvo dos ocasiones bastante claras que El Arcángel, incluso, cantó el ansiado tanto que les pondría por delante, pero no. El marcador aún reflejaba la igualdad en el luminoso y eso provocaba que los nervios se instalasen tanto en la plantilla blanquiverde como en la hinchada, sobre todo viendo como terminó el partido ante el Elche, o la injusticia que supuso no vencer frente al Burgos CF en El Arcángel. Gracias a esto, los minutos pasaban y la ansiedad era un invitado que podría ser principal.
Y todo quedó en nada. El Córdoba CF, con la salida de Álex Sala, fue con más corazón que cabeza a los últimos minutos, e incluso fue con la testa donde los tres puntos finalmente se escaparon. Un centro medido de Jacobo en el tiempo de descuento fue cabeceado por un Theo Zidane que ya veía como el esférico iba para dentro hasta que un defensor malaguista sacó en línea de gol. Con esta sensación agridulce -y un susto en el cuerpo por una cesión de Marvel a Carlos Marín- se marchó la escuadra blanquiverde al túnel de vestuarios, sabiendo que ha perdido una nueva oportunidad para sumar la primera victoria del campeonato regular.
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