El Cabildo vetó una actividad de La Noche de los Investigadores

La instalación 'Juegos al límite de tu moral', del IESA, debió celebrarse en otro lugar por la desconfianza de los religiosos

Entre las distintas instalaciones que acogió la Mezquita Catedral de Córdoba durante La Noche Europea de los Investigadores, faltaba una. La instalación Juegos al límite de tu moral, que iba a desarrollar el filósofo y experto en ética experimental del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) Fernando Aguiar, debió de ser trasladada pocos días antes. Después unas tensas negociaciones, los religiosos prefirieron dejarla fuera de los muros del patio.

“Tal vez el deán [Manuel Pérez Moya] estuviese contento de abrir la ciencia teológica a otras ciencias, pero no desde luego no a la ética experimental. Yo considero que me han vetado y que se ha ejercido censura. Me han echado”, señala taxativo Fernando Aguiar. Juegos al límite de tu moral salió de la Mezquita y se desarrolló en uno de los 12 patios del barrio de San Basilio que también abrieron sus puertas para La Noche de los Investigadores.

“No entendemos qué ha ocurrido. La moral es un objeto de estudio científico más y nos cuesta entender que no se pueda hablar de ello en un espacio como el Patio de los Naranjos que es un espacio público. Un espacio que los cordobeses consideramos como propio y abierto”, sostiene Joan Font, director del IESA.

El Cabildo ha preferido no dar mayores explicaciones y ha delegado toda respuesta a la Universidad de Córdoba, organizadora junto al IESA y el Jardín Botánico de esta experiencia de divulgación científica. “Nosotros no vamos a entrar en polémicas. Estuvimos trabajando duro para lograr que La Noche de los Investigadores fuese un éxito y lo hemos conseguido. Y ninguna de las actividades programadas ha sido clausurada”, subraya un portavoz de la UCO.

El veto a esta actividad ha vuelto a poner encima de la mesa el debate sobre el uso y la interpretación que hace la Iglesia del templo, que este año celebra el 775 aniversario de su consagración en Catedral. Su celosa utilización se ha puesto en duda por la Plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de Todos, que reclama la titularidad y gestión pública del monumento sin negarle su uso religioso católico