Los bomberos denuncian que sus trajes no se limpian de sustancias cancerígenas
La paciencia se agota en la avenida de los Custodios y en El Granadal. Los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios (SEIS) advierten de que están “al borde del caos” en el servicio tanto a nivel de personal como a nivel de medios, y muestran su preocupación por que los movimientos por parte del Ayuntamiento a un problema que llevan meses denunciando se vayan a llevar a cabo “a golpe de tragedia”.
La gota que ha colmado el vaso, según explican varios bomberos a este periódico, es la falta de respuesta del consistorio a una cuestión que afecta a la salud de la plantilla, que le pusieron sobre la mesa en noviembre, pero que lleva coleando desde julio de 2019. Es el mes en el que se dio de baja el oficial de mantenimiento de equipos de respiración autónoma del SEIS, el único trabajador de la plantilla con funciones y cometidos de mantenimiento de los sistemas de protección respiratoria y con la formación requerida para ello.
En términos prácticos, la baja de este oficial, ha supuesto que no se atiendan tareas como la revisión y control de los elementos de seguridad del equipo de los bomberos -máscara de respiración, pulmóautomático, manorreductor, sistema de protección personal, espalderas y botella de aire comprimido-; así como que no se acometa con la regularidad obligatoria la limpieza y desinfección de las máscaras personales. Es decir, que los bomberos de Córdoba llevan siete meses reutilizando los trajes y las máscaras entre incendio e incendio sin que se laven como obliga la normativa, a pesar de que, en cada uno de los incendios los trajes y las mascarillas quedan expuestos a sustancias cancerígenas, tal y como señalan numerosos estudios.
Esto es así por que, cuando la madera, el plástico o los objetos electrónicos se queman liberan materias dañinas en el aire, y todo esto acaba en la ropa de quiénes acuden a apagar el fuego. Si no se toman las medidas preceptivas en los equipos, con un tipo de limpieza especializada, las partículas siguen en ellos y quiénes usen los equipos quedan expuestos a desarrollar patologías como cáncer de piel, de vejiga, de pulmón o diferentes tipos de tumores cerebrales. “Estamos repitiendo traje de incendio en incendio. Nuestra salud es la que está cargando con este problema”, explica un bombero.
Otro aclara que, además, con la normativa de riesgos laborales en la mano, “no se puede pedir a los bomberos que se pongan un traje contaminado” por lo que, si hay un incendio, y no hay respuestos o los trajes y mascarillas no están debidamente descontaminados, estos “no deberían asistir” a sofocar el siguiente. En Córdoba, sin embargo, sí que se está asistiendo de incendio en incendio con la misma ropa contaminada. “Esto se va acumulando y da la cara dentro de unos años. Hay numerosos estudios que lo demuestran en analíticas incluso de orina”, alerta uno de los bomberos.
Desde junio sin encargado de almacén y con un vehículo autobomba averiado desde abril
Aunque todos coinciden en que los trajes son una cuestión que requiere solución inmediata, advierten de que los problemas no acaban ahí. Por ejemplo, denuncian que llevan desde junio sin un encargado de almacén, que es el personal que realizaba funciones de programación y control de vehículos, equipos y mantenimiento; y que llevan con dos vehículos autobomba averiados varios meses, uno de ellos desde abril.
En la práctica, señalan que hay solamente dos mandos para tres secciones de las cinco con las que cuenta el servicio. “Es decir, estamos en lo mínimo del Plan de Protección Civil de Ámbito Local de Córdoba, lo que supone que, por cada baja por enfermedad o días de asuntos familiares que haya, el servicio va a quedar por debajo de los mínimos”, explica uno de los miembros del SEIS, que añade que, por falta de encargado, hace años que el personal no recibe formación de ningún tipo, a pesar de que su profesión requiere de renovación continua.
“Vamos de culo, cuesta abajo y sin frenos. Vemos que se acerca al caos y la principal preocupación que tenemos es que pueda haber víctimas por medio antes de le pongan solución”, afirman desde el SEIS, donde reconocen que el actual gobierno “tiene muy buenas palabras y no dice que no a nada, pero no pone soluciones reales”.
Por su parte, en el Ayuntamiento reconocen que son conscientes de esta problemática. El concejal de Seguridad, Miguel Ángel Torrico, ha señalado a este periódico que “se están intentando resolver en el menor tiempo posible todas las deficiencias y carencias tanto en medios materiales como humanos después de 4 años de total abandono en la gestión por parte del gobierno anterior”.
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