Cada vez gustan más y por ello se multiplican. Me refiero a las colecciones cápsula, hijas de la colaboración de diseñador@s de lujo con marcas asequibles o del cruce entre la marca exclusiva y la popular. De este juego efímero surgen apetecibles aventuras como ‘Under the sea’, la cápsula estival de 31 prendas y 24 accesorios (perfectos para playa, crucero, piscina o barbacoa) que SIMONMILLER firma para Mango.
Debemos a Chelsea Hansford, consejera delegada y directora creativa de SIMONMILLER, haber dicho sí a una alianza que asienta el despegue internacional de Mango y recrea el sabor mediterráneo con divertidos y cosquilleantes misterios, pues la cápsula sorprende con pamelas de cine, vestidos inspirados en las redes de pesca, gafas de sol inéditas, bolsos geométricos, bloques de color, sandalias chunky de plataforma…
La colección suscita deseo y curiosidad hacia SIMONMILLER, la marca californiana -inicialmente de pantalones masculinos- que Hansford ha convertido en un espacio candente de lujo inclusivo en el que, según ha dicho a VOGUE, “además de la ropa, conviven muchos más términos como estilo de vida, comunidad, personas y arte”. De ahí que resulten tan hipnóticos el clip y la lista de reproducción musical de SIMONMILLER X Mango.
Como en el crucero de ‘The escapade’, la aventura y el misterio son dos caras de la misma moneda. Y hay que gastarla.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
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