Prana

“Córdoba tiene noches que son albas”. Y como son pocas, hay que aprovecharlas. Por eso les sugiero que estén pendientes y no dejen pasar la oportunidad de ver en directo a Prana, cuando este grupo estime conveniente volver. El sábado pasado participaron en el ciclo Versos Musicados, que organiza la Fundación Cajasur en el Palacio de Viana. El ciclo, creado por La Bella Varsovia, vuelve a demostrar que en Córdoba hay de todo, además de flamenquines gigantes y pastelón cordobés, así que no hay que desesperar. Otra cosa: ya ha dejado de ser sorpresa que Viana y Fundación Cajasur sean sinónimo de esa otra Córdoba.

Su actuación del sábado desparramó melancolía por todo el salón de la Osa del palacio y eso, en este momento, es suficiente. Los versos de Raúl Alonso, golpeaban al compás del bajo que él mismo toca, demostrando que la poesía con rima ni es antigua ni está muerta. La sutileza, percibo, se presenta como eje transversal de su música, porque es tiempo de lo sutil, de huir de lo obvio e impostado. Y es tiempo de creer, ya que “todo es creencia”. La sutileza es frágil; de una fragilidad que se convierte en riesgo si uno intenta construirla con tres guitarras eléctricas (Pablo, Carolina y Álvaro). La contención es un ejercicio imprescindible. Así ocurrió.

Y como lo era el violín en los primeros discos de Deneuve, aquí los teclados y el ordenador de David son el arma secreta que sirve de argamasa en la obra electrónica. No sólo compacta sino que asume un papel protagonista cuando la emoción lo requiere. De eso se trata, decíamos, de creencia, atmósfera y emoción. El público, que sabe de recitales, guardó los aplausos para el final. Y el aplauso fue solo uno, pero largo, pero corto.

* Los entrecomillados son versos de Raúl Alonso, que en breve publicará un nuevo libro “El temporal de lo eterno” con la editorial cordobesa La Bella Varsovia. No he encontrado a Prana en Internet, por lo que me comentaron están empezando después de dejar atrás otros proyectos (Laura Palmer, Niño Melón). Y si alguna vez están en Internet, no se conformen y búsquenlos en directo. Merece la alegría.