Carreteras, autovías, rondas y nueva movilidad
Con la que nos ha caído encima, con lo que sabemos de por dónde van a ir los tiros de la nueva movilidad, se hace poco comprensible (o mucho, depende de cómo se mire) el proyecto para construir una Ronda Norte que cierre el “anillo” de circunvalaciones en Córdoba. Y bastante menos comprensible que se descarten otros proyectos mucho más necesarios para el vehículo privado como es construir una autovía entre Córdoba y Jaén.
Córdoba es una ciudad perfecta para experimentar con la nueva movilidad. Salvo dos meses de verano, tiene el clima perfecto para trabajar con otros transportes más sostenibles como la bicicleta o los vehículos de movilidad personal. Incluso es la ciudad perfecta para que sus ciudadanos hagan la mayor parte de sus movimientos andando o, en su defecto, en transporte público. Pese a las críticas, Aucorsa es bastante ágil, hay un servicio de taxi suficiente y la ciudad tiene la particularidad de un casco histórico en el que apenas se puede aparcar (bendito problema).
El proyecto de construcción de una Ronda Norte es muy antiguo. Más de 20 años lleva el Ayuntamiento batallando con la Junta para que se haga. Hace diez, Rosa Aguilar presentó un proyecto faraónico, de más de 200 millones de euros, que pretendía una especie de M-30 soterrada al norte de la ciudad. Ahora, diez años después la nueva Junta ha corregido ese proyecto, lo ha redimensionado pero aún así insiste en una obra que a estas alturas no parece ni tan urgente ni tan necesaria como a principios de siglo.
Es cierto que la movilidad en coche en el norte de la ciudad no es ideal. No es menos cierto que la mayoría de sus vecinos prioriza el uso del coche sobre todas las cosas. Y tampoco que no es que dispongan del mejor transporte público. Pero yo no veo problemas especiales, grandes atascos, avenidas colapsadas en horas punta. Creo que la obra de la Ronda Oeste fue suficiente para reordenar los flujos. Pero bueno, qué sabré yo.
Mientras, conozco a muchos cordobeses que trabajan en Jaén y a muchos jienenses que tienen que venir a Córdoba a diario. Y no lo tienen fácil. Circulan por carreteras autonómicas con mucho tráfico agrícola y con una alta siniestralidad, o usan un tren regional que rara es la vez que no se avería. Córdoba y Jaén son las dos capitales andaluzas que más cerca están en distancia pero que más lejos parecen sentirse en transporte.
A la vez que la consejera de Fomento anunciaba la obra de la Ronda Norte (en verdad una primera fase asumible y dibujaba una segunda fase de la que ya se verá si se puede o no se puede hacer, porque plantear túneles en una de las grandes reservas arqueológicas de España me parece una temeridad) descartaba convertir en autovía la Córdoba-Jaén. Todos los ayuntamientos con pueblos entre las dos ciudades llevan años pidiendo una carretera digna. No la tendrán.
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