Tres de la Cruz Roja
No he podido evitarlo. Ha sido ver a PePe Nieto yendo a rendir pleitesía al Arcángel a los dirigentes del Córdoba CF SAD, y evocar la imagen de Tony Leblanc, López Vázquez y Gómez Bur intentando entrar gratis al Bernabeu para ver los partidos del Real Madrid. Por un momento, he pensado que PePe Nieto, aficionado culé donde los haya, no podía dejar pasar esta ocasión, el partido Córdoba-Barcelona del 12 de diciembre, y, si hiciera falta, estaría dispuesto a ser camillero, ahora motorizado, para estar cerca de sus pequeños ídolos. No obstante, tendría que recordar que a los de la Cruz Roja les salían mal cada una de las estratagemas que se inventaban, y no podían ver los partidos por cumplir con su función de voluntarios. De forma análoga, si se siente un alcalde digno, que cumple su función, debería dejar de ir al partido para que no le chuleen y con él a toda la ciudad.
La noticia de ayer no tiene desperdicio. El alcalde, presidente del ayuntamiento de Córdoba, propietario del estadio El Arcángel, es “recibido” en su propiedad por los representantes de una entidad que la usan en precario y sin pagar un solo euro. No es de extrañar que su jefe de prensa con nombre de jugador del Barca, Aloisio, dijera que no sabía nada de la visita. Pero se encuentran con la encerrona de una foto que avala su presencia allí. Bien se ha encargado el Córdoba CF SAD de darle relevancia a que el Sr. alcalde iba a pedir 60 entradas gratis y a hablar del protocolo, o sea, buscaban fotos. Los “okupas” de la instalación, amparados en haber conseguido un espectáculo no visto en la ciudad en los últimos 40 años, se animan a pedirle que invierta en una semana unos 100.000 euros, cuando ellos van a sacar un millón y medio de euros entre todos los conceptos del partido. O sea, que las entradas para el alcalde y sus compromisos, y las fotos con Iniesta, Messi y compañía, las tendremos que pagar todos los cordobeses a precio de oro.
No puedo sino recordar que, con la semifinal de la Copa Davis, ya nos ha pasado algo parecido. El ayuntamiento se gastó, al menos, unos 500.000 euros para que PePe Nieto pudiera pelotear con Nadal y que sus cercanos pudieran fardar de tener acceso a la zona VIP que pagábamos todos los cordobeses, incluido el catering con langosta. Por no recordar el vuelo a Nueva York que salió de los fondos que nos cobró la Federación de Tenis. Al menos, en aquella ocasión se justificaron hablando del impacto en la hostelería de la ciudad. En este caso, teniendo en cuenta el precio de las entradas, los únicos que van a hacer caja son los propietarios del Córdoba CF SAD, que, recordemos, no son los cordobeses, ni siquiera los abonados, sino un grupo empresarial de fuera de Córdoba.
Me ha sorprendido que algunos aficionados al fútbol, que se reclaman de izquierda, estén poniéndose del lado del club con tal de atacar al gobierno municipal. No sé si están buscando caer bien para colarse en el palco de “gañote”. La experiencia de otras ciudades aconseja mantenerse alejados de la locura del fútbol profesional. Pero es que en el caso de Córdoba, se ha hecho, si acaso, demasiado por el club. En los últimos veinte años, hemos construido dos campos de fútbol sin que el Córdoba pusiera un duro/euro. El coste del primero rondó los 1.500 millones de pesetas, el segundo, andará ya por los 40 millones de euros, y eso que no iba a costar ni un euro (Mellado Zero, dixit). En estos años, el club se ha ido beneficiando en exclusiva de la instalación, recibiendo ingresos por publicidad, alquileres y otros, de los que el ayuntamiento no sabe nada. Como contrapartida, tanto el IMD como el propio ayuntamiento, han tenido que ir afrontando diversas aportaciones extraordinarias (alumbrado, agua, teléfono, reparaciones varias, etc.) con tal de evitar ser culpados de los males del club.
Que se entere el Sr. González, que el Córdoba CF SAD no hubiera podido existir de no haberse encargado la forofa Aguilar de dar instrucciones para realizar una trampa contable, por la cual el club recibiría 800 millones de pesetas siempre y cuando se hiciera cargo del ususfructo de la entidad, valorada en la misma cantidad. O sea, que cuando el club envío sus cuentas al CSD el año de su constitución no presentó una documentación real para que el triunvirato de constructores tuviera que poner menos dinero. Luego, durante cinco o seis años más, las auditorías del club mantuvieron esa ficción para evitar tener que aportar más fondos. Y no solo eso, es que PePe Nieto, que anunció en campaña que no aportaría dinero al club, luego se desdijo y, por apoyar a Prasa, Salinas, Prieto y demás, consintió con permitirles la cesión del fondo norte a cambio de un porcentaje de los beneficios que reportara, de lo que nunca más se supo. Como tampoco de la cesión de una parcela de forma gratuita para Ciudad deportiva, a la que ya han renunciado, porque lo que pretendían es poner un complejo hostelero.
Por todo ello, que PePe Nieto, por muy culé que sea, que se conforme con ver el partido en el palco y que no nos haga a los cordobeses tener que abonar a los “okupas” los costes de las entradas gratis para sus amiguetes, compañeros de partido y familiares. Incluso el hermano pequeño de Tony Leblanc se dio cuenta de que mejor que ver el partido era cumplir con el deber del cargo.
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