Mañanas de verano
Los veo a los dos casi todas las mañanas. A él ya casi llegando al trabajo, en la calle Manríquez, doblando la última esquina, bajo, moreno, y tengo la sospecha de que no es quien yo creo. Sé dos cosas de él y realmente me da que corresponden a dos personas distintas, pero en algún momento yo las fusioné. Para mí que trabaja organizando conciertos y también en una tienda de objetos antiguos. Quizás una persona sea la de los conciertos, incluso recuerdo haberle pedido consejo, y otra la de la tienda, pero sin darme cuenta, como conozco ya a demasiada gente, los he mezclado para ir simplificando. Me lo encuentro y me limito a saludarlo, o comentamos el tiempo, y no le pregunto por nada concreto para no equivocarme, quizás el piense que yo soy arqueólogo y tendero de la calle Deanes.
Ella es mitad pediatra o logopeda, no sé bien, mitad directiva de una empresa de algo industrial de la campiña. A la primera apenas la conozco, por las redes más, y las imágenes que tengo de ella son en Thailandia, a la otra sí, coincidí en alguna clase de danza. Estas creo que sí que las reconozco, pero las confundo, o sea que distingo sus rostros, sus cuerpos, pero no termino de recordar cual es la logopeda y cual la directiva. Ambas son guapas, igualmente simpáticas y tienden a la sonrisa. A la primera de ellas me la suelo encontrar más arriba, en Jesús y María, y me saluda con distancia, así que seguramente ni hemos hablado nunca, solo tenemos alguna familiaridad, algo normal en esta pequeña ciudad.
Con estos cuatro me he dado cuenta porque las mañanas de verano son muy despejaditas, pero estoy empezando a pensar que hago estas operaciones de hibridación de forma inconsciente y con mucha frecuencia, así que probablemente la mayoría de las personas con las que hablo no son las que creo que son, y me siguen la corriente porque al fin y al cabo que mas da. Es un mecanismo cognitivo de simplificación que no controlo, a las personas que se parecen fisicamente las convierto en una sola, mezclando la información que tengo de unas y otras, a ver de qué voy a controlar yo los más de 800 amigos que tengo en facebook. Ahora que lo pienso, quizás pueda hacerme monitor de esto, que falta nos va a hacer, tengo que empezar por ponerle un nombre. Se admiten sugerencias.
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