¿Me ajuntas? Cómo (NO) mandar una invitación en LinkedIn
Conste en acta que comienzo el post entonando un mea culpa. Sí, mea culpa porque yo soy muy de dar consejos y recomendaciones pero hay varias (bastantes) de ellas que por H o por B no las sigo ni por asomo. Y mi perfil en LinkedIn es una clara muestra de esto que os cuento de que no soy capaz de predicar con el ejemplo: desactualizado, no publico contenido y apenas puedo prestarle atención. Sí, lo confieso, mi perfil en LinkedIn deja mucho que desear, pero a ver...
¿Y todo esto a qué viene? Pues que yo hoy venía a contaros cómo enviar una invitación de contacto en LinkedIn, o mejor dicho: cómo no hacerlo. Lo he comentado en repetidas ocasiones por Twitter así que después de tanto insistir he llegado a la conclusión de que se merece un post.
>> Inciso: Para los que no lo sepan, LinkedIn es “el Facebook pa'l curro”. Y hasta aquí podemos leer, tendré que extenderme un poquito más sobre esta red social en futuros posts
La semana que más y la que menos recibo al menos un par de invitaciones para conectar con alguien en LinkedIn. Y en el 90% de los casos directamente las borro. Llamadme asocial. Decid que no sé aprovechar las oportunidades. Pero es algo que va en contra de mis principios 2.0. Me explico. Ese 90% de las invitaciones a conectar que recibo tienen este aspecto (la captura es de la app móvil, pero es igual la forma, lo importante es el contenido).
“Me gustaría añadirte a mi red profesional de LinkedIn”. Y a mí me gustaría ganar el euromillón.
Parémonos a pensar por un momento. Si llamas por teléfono a alguien que no conoces, ¿no es presentarte lo primero que haces? Pues esto debería funcionar más o menos igual ¿no?
Si me conoces y me mandas una invitación con el mensaje por defecto como la que os he mostrado, ten por cuenta que voy a aceptarla nada más recibirla, pero si no te conozco de nada ¿Podrías tener la delicadeza de indicarme quién eres, por qué te pones en contacto conmigo o alguna mínima referencia que me pueda servir de punto de partida?
No sé cómo lo veréis vosotros pero para mí es bastante parecido al spam cuando te llegan invitaciones de gente de la que ignorabas su existencia hasta ese preciso momento. Además, LinkedIn nos lo pone fácil fácil. Sólo tienes que seleccionar la opción que mejor describa la relación entre tú y el destinatario de la invitación y redactar unas sencillas líneas que te den la pista de quién eres y por qué quieres contactar con la otra persona...
Pero oye, como siempre, esto es un consejo. Ya cada uno que decida si lo toma o lo deja.
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