El pasado 6 de febrero, el portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento expresó, como anuncio del Debate del Estado de la Ciudad, que Córdoba “está infinitamente mejor que hace cuatro años… que su gobierno se ha centrado en resolver los problemas de los cordobeses… con un alcalde que gobierna para todos… cumpliendo a nivel de inclusión... que en estos cuatro años la ciudad está en un sitio mucho mejor, donde se merece”.
Quisiera contrastar esta afirmación con lo que la opinión pública cordobesa expresa sobre el estado de la ciudad, medir el grado de coincidencia entre lo que opinan las calles y el gobierno municipal. Entre 2020 y 2023 un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba, pertenecientes al área de Sociología y el área de Derecho Constitucional, así como a la Unidad Asociada IESA-CSIC-UCO “Innovación, Transferencia y Conocimiento”, hemos venido realizando un barómetro de opinión pública sobre temas que preocupan o interesan a la sociedad cordobesa; temas que van mucho más allá de los asuntos electorales.
Merece prestar la atención a algunas fotografías de la realidad social cordobesa que emergen de este barómetro, en vísperas del momento de depositar la responsabilidad de los asuntos públicos que nos afectan en manos de alguna de las diferentes opciones políticas que concurren a ese propósito. Algo que no solo atañe a los comicios de este domingo y a los partidos que participan, sino también en lo sucesivo y al conjunto de los agentes sociales de la ciudad (Universidad, sindicatos y patronal, partidos políticos, asociaciones de los barrios, etc.).
La situación económica, el empleo y el tejido industrial, son el principal problema de esta ciudad, en opinión de la ciudadanía. Es algo que ha permanecido intacto durante estos cuatro años de gobierno municipal. En la última edición del Barómetro de Opinión Pública y Política de Córdoba, realizado el pasado mes de abril, más de la mitad de la población cordobesa (el 54%) manifestaba que la situación de Córdoba es mala o muy mala. Y, entre éstas, el 41% afirmaba que el Ayuntamiento tiene mucha o bastante responsabilidad en la mala situación económica de Córdoba.
La inflación económica ha tenido un impacto mundial y, en consecuencia, Córdoba no podía escapar a esta situación. La encuesta evidencia que 9 de cada 10 hogares sufren el impacto de la inflación, según la última edición del barómetro, fundamentalmente por el precio de los alimentos y el coste de la factura de la electricidad. Pues bien, al preguntarles a la población cordobesa “en qué grado cree que el Ayuntamiento de Córdoba está adoptando medidas para hacer frente a esta situación”, 7 de cada 10 personas consideran que nuestro Ayuntamiento está adoptando pocas o ninguna medida para minimizar este impacto.
En la edición de enero del mismo barómetro, el 85% de la población afirmaba que Córdoba ofrece pocas o ningunas posibilidades de encontrar empleo (dato que coincide con los de la Encuesta de Población Activa, que evidencia que Córdoba está entre las 10 grandes ciudades de España con más paro). La situación es tal que 1 de cada 10 personas manifiestan que han valorado emigrar de Córdoba a otras ciudades españolas o al extranjero para buscar empleo, cifra que aumenta a la mitad de la población (el 52%) entre los y las jóvenes menores de 34 años.
Al preguntar la opinión sobre si el Ayuntamiento de Córdoba ha realizado los suficientes esfuerzos en estos cuatro años de gobierno por crear empleo local, el 62% coincide en la poca implicación de gobierno municipal con este fin.
En la primera edición del Barómetro de Opinión Pública y Política de Córdoba, realizado en noviembre de 2020, preguntamos por los problemas que el actual gobierno debía resolver. Junto al desempleo, la falta de tejido empresarial y la situación económica, que ya hemos visto, en aquel momento también prevalecían otros problemas que aún siguen vigentes en los dos últimos barómetros de 2023. En efecto, el 89% de las personas opinan que la suciedad en las calles, la falta de mantenimiento y seguridad, siguen igual o han empeorado. También señalan a este respecto el abandono de los barrios periféricos y las obras inacabadas, aunque en menor proporción. De tal manera que, en términos de estado de la ciudad con respecto a hace cuatro años, el 66% opina que sigue igual o ha empeorado, y en relación a la evaluación de la gestión municipal, el 73% considera que sigue igual o ha empeorado; resultados, en ambos casos, que prevalecen entre todo tipo de espectro de votantes de izquierda o derecha.
En las distintas series del Barómetro de Opinión Pública y Política de Córdoba también se ha preguntado sobre la desigualdad social, manifestando 7 de cada 10 cordobeses (73%) que ésta ha aumentado en los últimos 4 años. Quizá por esa razón el 65% manifiestan que es necesario seguir manteniendo el ingreso mínimo social como política social de sostén de las familias con mayores dificultades. También se ha preguntado sobre corrupción, y, en particular, sobre el caso infraestructuras, que dicen conocer el 44% de las personas encuestadas. Sobre este asunto, la mayoría (6 de cada 10, el 56%) considera que se deberían reforzar los controles internos del Ayuntamiento para evitar que situaciones como ésta vuelvan a producirse. Igualmente, se ha preguntado sobre la privatización de la sanidad pública, respondiendo 7 de cada 10 cordobeses (el 65%) que están en contra de transferir más dinero a la privada. Por último, otro tema actual de preocupación es el cambio climático, sobre el que el 84% de los cordobeses piensan que Córdoba no está preparada para afrontar sus consecuencias. Motivo por el que el 83% de los cordobeses reclaman adecuar la ciudad para hacer frente a ello, considerando que las tres principales medidas a adoptar para combatir el cambio climático en la ciudad son la mejora en la gestión del agua, la ampliación de zonas verdes y forestales y el impulso de la energía alternativa
En consecuencia, parece que las afirmaciones políticas del portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento no se corresponden con lo que opina la sociedad cordobesa, pues siguen prevaleciendo los mismos problemas y demandas que cuatro años atrás. En efecto, en la edición de abril del barómetro la población cordobesa plantea casi por unanimidad que las dos principales prioridades políticas del gobierno municipal tras el 28M deben ser crear empleo local y tejido industrial y reducir la desigualdad social y la pobreza de Córdoba (97% y 90%, respectivamente). Junto a ello, mejorar la atención de los barrios (85%), mejorar la oferta de vivienda pública (83%), adecuar la ciudad para hacer frente al cambio climático (83%), reforzar los servicios públicos (81%), impulso y proyección internacional de la cultura (65%) y trabajar por la igualdad de género (64%).
*David Moscoso - Catedrático de Sociología de la Universidad de Córdoba
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