No es sólo un trabajo, es mucho más
Esta semana he estado trabajando con la plantilla de una empresa donde, durante varias jornadas, hemos trabajado con dos temas fundamentalmente: el trabajo en equipo y la atención al cliente. Revisamos la Misión, la Visión y los Valores de la empresa con el objetivo de establecer los vínculos que han de mantener unido, alineado y enfocado al equipo. Cuando realicé la pregunta “¿ para qué trabajáis en esta empresa?”, las respuestas fueron diversas, aunque una gran mayoría se encaminó hacia el noble propósito de ganarse la vida, es decir, obtener dinero para pagar la hipoteca, alimentos, facturas, atender a los gastos generales de la familia... Conforme me respondían me vino de la memoria la historia (creo que verídica, y sino que más da) del Presidente Kennedy.
Cuentan que John F. Kennedy se encontraba realizando una visita oficial a los cuarteles generales de la NASA. Recorría las distintas dependencias de la agencia aeroespacial y aprovechaba para conversar con los trabajadores que se iba encontrando durante el recorrido. En una de las zonas se encontró a un conserje que estaba con una mopa en la mano, dando los últimos retoques a “su zona”, para que ésta quedara impecable por si al Presidente se le ocurría pasar por allí. Kennedy se acercó al hombre, le estrechó la mano y le dijo: “¿A qué se dedica usted?”. El conserje replicó inmediatamente: “Estoy ayudando a poner a un hombre en la luna”.
La Misión de una organización se convierte en el mayor elemento cohesionador de la misma. Independientemente de las funciones que realicen los trabajadores, de las estructuras organizativas de la misma (Departamentos, Áreas, Divisiones, etc) que tendrán unas metas y objetivos específicos asociados, por encima de ellos, se encuentra la Misión de la organización. Desde el primero al último de los miembros de una Organización han de interiorizar el concepto de Misión, y “tatuárselo” en el cerebro. Porque no debemos infravalorar nuestro trabajo, no acortemos su alcance, elevemos consciencia, encontremos ese sentido de misión, ese propósito que transciende a nuestro desempeño y que nos proporcionará las fuerzas necesarias en los momentos de debilidad. Si lo logramos, la propuesta que una Organización ofrece a la Sociedad cambia de manera radical , y podemos afirmar por ejemplo, que Cáritas no sólo atiende a personas necesitadas, “vende” ESPERANZA; que Apple no vende tecnología, “vende” INNOVACIÓN, estatus, reconocimiento; que el Real Madrid no es un mero club de fútbol, es una Organización que proporciona “FELICIDAD” a sus seguidores; que IKEA no es una tienda de muebles, “vende” la ILUSIÓN mejorar el día a día de las personas en su hogar.
Este es un “aviso a navegantes”, dirigido a los líderes : trabajen en transmitir y vincular la Misión a todos y cada uno de los integrantes de su organización. Cada tarea, por insignificante que parezca, está contribuyendo al objetivo común. En un equipo se ejercen distintos roles, aunque ninguno es mejor que otro. Porque cuando nos sentimos parte esencial de algo...¿verdad que nuestro compromiso se dispara?. BE TIM.
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