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Pedro Calles: “No tenemos que recibir un trato de favor por ser deportistas”

Pedro Calles, entrenador del Rasta Vechta en Alemania

Cristian López

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El éxito hay que buscarlo, y para ello hay oportunidades que no se pueden dejar escapar. Eso fue precisamente lo que pensó Pedro Calles (Córdoba, 1983), cuando hace algo más de siete años decidió hacer las maletas para emprender una aventura en el baloncesto alemán. La oportunidad le llegó en primer término como preparador físico, rama en la que había centrado sus estudios universitarios, aunque lo cierto es que nunca perdió la faceta de entrenador, la cual había ido puliendo cursos atrás, primero en su ciudad natal y posteriormente en Plasencia, en ambos casos de la mano de dos técnicos reconocidos para el baloncesto cordobés como Manuel Jiménez Júnior y Rafa Gomariz. De ahí fue brotando un sueño construido a base de esfuerzo y dedicación desde la segunda línea. Tratando de absorber conocimientos de la gente que le rodeaba. Su oportunidad estaba por llegar. Y no dudó en aprovecharla.

Así, de un tiempo a esta parte, el preparador califal ha logrado hacerse un nombre en la élite de la Basketball Bundesliga, una de las competiciones más potentes a nivel continental. Es indudable que su aterrizaje en el país teutón supuso un salto cualitativo en cuanto a exigencia y responsabilidad, pero también le abrió una puerta de nuevas oportunidades. Y en este tiempo no ha dejado de alcanzar éxitos, tanto a nivel colectivo como individual.

La dimensión de sus capacidades se ha disparado en las dos últimas campañas, donde se ha colocado al frente del Rasta Vechta, su actual club. Un equipo pequeño del que ha sabido exprimir al máximo su talento. Y ya es uno de los grandes a nivel deportivo, dentro de un mercado económico brutal. Sin embargo, todo ello ha quedado parado ahora a causa del Covid-19, cuya incidencia la está viviendo el entrenador a miles de kilómetros de su tierra.

PREGUNTA. La mayor crisis humanitaria en décadas y le pilla en Alemania, a miles de kilómetros de su ciudad, ¿cómo lo está llevando?

RESPUESTA. Muy bien, porque, de hecho, creo que soy un afortunado por la situación en la que me encuentro, por estar junto a mi familia, a nivel de mi mujer y mis hijos, y por estar, como has dicho, en Alemania, que es una país que está afrontando la crisis muy bien, sobre todo si la comparamos con España, en este caso. Entonces, creo que estoy en una situación muy buena y no me puedo quejar.

P. ¿Cuál es la situación actual allí?

R. Aquí, que duda cabe, como has dicho, es una crisis sanitaria, por lo que se han tomado medidas de restricción, pero en ningún momento se ha llegado a los niveles de España. Por así decirlo, aquí no ha habido a nivel nacional estado de alarma, aunque si ha habido restricciones y se ha reducido la actividad laboral a una mínima expresión, pero se ha permitido, siempre que fuera necesario, salir a la calle; la práctica deportiva, con responsabilidad, se puede realizar al aire libre, y los comercios poco a poco están abriendo. Pero el tema de bares y eso todavía necesita un tiempo más, pero poco a poco las restricciones se están levantando.  Aunque hoy (la entrevista se realiza el jueves) me parece que se ha anunciado que las restricciones a nivel de contacto social, que estaban puestas hasta el 3 de mayo, las van a prolongar una semana más, hasta el 10 de mayo.

De manera individual, y bajo medidas muy restrictivas, se están haciendo entrenamientos

P. Pero se puede salir y eso.

R. Sí, sí, aquí no ha habido, por así decirlo, “prisión”, no has tenido que estar en casa sí o sí. Pero sí que se ha recomendado enérgicamente. Como he dicho, la actividad laboral se paró momentáneamente y poco a poco se ha ido recuperando. Pero no se han puesto, que yo tenga conocimiento, denuncias por salir a la calle a dar un paseo, siempre y cuando hayas mantenido la responsabilidad a la hora de hacerlo. Por supuesto sí se han prohibido las grandes aglomeraciones o las grandes reuniones, eso está claro.

P. ¿En qué momento se dan cuenta o la sociedad alemana en general comienza a percibir que es muy grave el problema?

R. Yo creo que a nivel social, un poco parecido a España. Durante febrero y la primera semana de marzo es cuando se empiezan a ejecutar las primeras decisiones a nivel de ciudadano. Pero es cierto que, yo por mi trabajo a nivel de entrenador de baloncesto, ya en enero se empiezan a tomar medidas en hospitales a nivel preventivo. Por lo que tengo entendido, se dotó a los hospitales de un gran material sanitario, se empezaron a remodelar habitaciones para tener mayor cabida a una posible pandemia o crisis sanitaria. Entonces, desde enero ya tenían las primeras noticias. De hecho, en nuestro equipo tuvimos un posible caso, por así decirlo. Pero era enero y el departamento médico actuó rápidamente con test, etcétera. Afortunadamente fue negativo, pero ya desde enero se empezaron a tomar medidas.

P. O sea que la gran diferencia con España es esa, la prevención que se hizo y que desde enero se estaba informando a los ciudadanos.

R. Sí, quizá en enero, no voy a engañar, a nivel político general directamente al ciudadano no se le informó, pero sí que empezaron a tomar medidas. Con lo cual, la ciudadanía de manera indirecta estaba siendo consciente de la situación. Y ya a finales de febrero y en marzo ya sí el Gobierno con mensajes claros se dirigió a la ciudadanía para advertirles de las medidas restrictivas que se estaban empezando a tomar.

P. Y a nivel deportivo, ¿cuáles fueron las primeras medidas o cuándo se empieza a actuar?

R. Bien, de momento, solamente dos ligas siguen activas, por así decirlo, o no canceladas en su totalidad, que son la de fútbol y la de baloncesto. Todas las demás ligas están canceladas, es decir, la temporada 2019-20 se ha finalizado. La liga de baloncesto se pausó el 8 de marzo, ese día fueron los últimos partidos que se disputaron. Desde el 8 de marzo no se ha disputado ningún partido oficial y hasta el día de hoy estamos con la competición paralizada momentáneamente. 

Mis jugadores y yo somos profesionales y tenemos que aceptar la decisión que el club tome

P. ¿Y los entrenamientos?

R. Los entrenamientos, si no recuerdo mal, el día 10 hubo una reunión de la liga y el 11 de marzo, día arriba, día abajo, pero esa semana de marzo fue cuando también se suspendieron los entrenamientos en su totalidad. Y desde entonces se han ido permitiendo, en algunos estados, no en todos, porque también tienen aquí en Alemania algo parecido a las comunidades autónomas. No igual, pero parecido. Varían ligeramente entre estado las medidas restrictivas, pero en líneas generales se ha ido abriendo la actividad física individual para los profesionales del deporte en situaciones específicas. 

P. En estos momentos están entrenando los jugadores.

R. De manera individual y bajo medidas muy restrictivas, se están haciendo entrenamientos. Pero no entrenamientos grupales y no entrenamientos de equipo. Por así decirlo, los entrenamientos individuales no son oficiales como club. Son más bien voluntarios para mantener su estado de forma que entrenamientos obligados por el club.

P. Al no haberse cancelado totalmente la competición, la idea sigue fija en lo que reste de temporada. ¿Cómo se dirige un equipo en estas condiciones?

R. Esto ha pillado a todo el mundo un poco con el pie cambiado, no lo esperábamos nadie. Aquí ahora mismo podríamos decir que hay tres prioridades: la primera es la salud y también se han juntado la deportiva y la financiera, porque, que duda cabe, ha sido un golpe duro al sistema financiero del deporte. Entonces, los clubes lo primero que empezaron a hacer fue tomar medidas para proteger su estado económico. Y bueno, con algunos jugadores se llegaron a acuerdos económicos para la rescisión del contrato, porque querían volver a sus países. Con otros se mantuvo el contrato, aunque con medidas parecidas a lo que sería en España un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) y entonces eso ha afectado a la situación del equipo. Una vez que ya estamos en esa situación, pues intentamos mantener contacto, no necesariamente diario con todos y cada uno de ellos, pero, de vez en cuando, seguimos teniendo contacto para guiarles un poco en su estado de forma e informándoles un poco de cuáles están siendo los pasos de la liga y los clubes.

P. Entiendo entonces que hay un plan de seguimiento. ¿Han llegado a algún tipo de acuerdo o compromiso con los jugadores en caso de que se reanudara la competición?

R. Actualmente se está trabajando en ello, porque hay una propuesta de la liga de volver a la competición, parecida a lo que tiene la ACB. Si no recuerdo mal, en la ACB serían doce equipos para reanudar la competición, aquí en Alemania sería de diez equipos, siendo el equipo en el que milito, el Rasta Vechta, uno de ellos. Y sería en el mes de junio. Entonces, se está trabajando para que esa posibilidad se pueda llevar a cabo, todavía no se sabe. Hay muchas preguntas en el aire o muchas preguntas sin contestación. Y por otra parte, los clubes lo que están haciendo es trabajar para ver con cuántos jugadores se podría contar, en ese tiempo en el que se quiere volver a reanudar la competición. Con lo cual, hay muchas preguntas en el aire y se están dando pasos para intentar llevarlo a cabo. Pero, al final, el Gobierno va a ser el que tenga la última palabra de que se permita o no la vuelta.

En mi última etapa como jugador ya tenía la idea de desarrollarme como entrenador

P. ¿En qué consistía la propuesta?

R. La propuesta, por supuesto, sería a disputar en una ciudad. Sin público, a puerta cerrada. Al ser diez equipos, han hecho una propuesta de dos grupos de cinco equipos, jugando en la serie de grupos cuatro partidos y ya pasar a situación de play off de cuartos de final, semifinales y final. La propuesta recoge que sería al mejor de tres partidos en cada una de las series. Pero el tiempo es otro de los condicionantes que se tiene, con lo cual se tendrá que ajustar todo un poco con el avance de las semanas, conforme se cuadren fechas. Repito, si todo se puede llevar a cabo.

P. A título personal, ¿cuál cree que sería el desenlace más justo dentro de las posibilidades que hay para evitar el mayor riesgo posible?

R. Yo creo que mi opinión personal no tiene mucho interés, y me explico en ello, porque no soy un experto en las medidas que se deben tomar. Lo único que puedo decir es que, tanto yo como entrenador como mis jugadores, somos profesionales y tenemos que aceptar la decisión que el club tome. Una vez dicho eso, como todo ciudadano, y como todo deportista, lo que pedimos son unas condiciones sanitarias y de seguridad mínimas, o necesarias acorde a la situación en la que nos encontramos, siempre y cuando teniendo en cuenta que somos unos ciudadanos más y no tenemos que recibir un tratamiento de favor por ser deportistas. Con lo que hay que encontrar el equilibrio entre esos tres puntos que he mencionado. Aceptar las condiciones del club, que se garanticen unas condiciones de seguridad y de prevención y que tampoco necesitamos que se nos trate como ciudadanos especiales, porque no lo somos.

P. Se les ha informado desde el club si la idea pasa también por acabar la temporada de una forma u otra.

R. El pasado lunes hubo una reunión entre los clubes y la liga en la que los clubes propusieron sus ideas. Unos votaron a favor, otros en contra. Al final se aprobó esa propuesta de continuar con diez. En mi caso concreto, se me comunicó la decisión, no se me preguntó, cosa que veo normal y me parece normal y así nos lo hemos encontrado. Simplemente se nos comunicó la decisión de que la liga quería continuar.

P. Vamos a hacer un salto hacia atrás en el tiempo, empezando por su carrera deportiva. ¿Empieza a jugar en el Maristas, no?

R. Sí, tengo un recuerdo estupendo, porque yo era alumno del Colegio Cervantes desde Primaria hasta COU (Curso de Orientación Universitaria), porque soy de la generación de BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) y COU, y desde que tengo uso de razón he practicado el baloncesto en ese colegio y me ha dado la posibilidad de competir a nivel federado hasta categoría cadete. Un recuerdo maravilloso, porque compaginar el colegio y el equipo de baloncesto en la misma instalación o en el mismo entorno es algo muy bonito. Luego estuve en Córdoba hasta juvenil, hasta los 18 años que me marcho a Granada para cursar la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Allí practico el baloncesto como ocio, pero cuando termino la carrera, vuelvo a Granada y juego en la categoría EBA con el Club Atarfe. Creo que también jugué antes con Las Gabias, pero en la provincia de Córdoba, en clubes como Villanueva o Pozoblanco no he jugado nunca, aunque sé que existe en la ficha en algún lado como que yo he jugado allí.

Hay que hacer análisis de cuántas empresas están dispuestas apoyar el baloncesto a nivel profesional en Córdoba, que no es fácil

P. Más tarde, en el Baloncesto Córdoba sí que juega.

R. Sí, eso sí. Cuando yo acabo en Granada con el Club Baloncesto Atarfe en Liga EBA, vuelvo y juego un año en el Baloncesto Córdoba 2016, si no recuerdo mal en LEB Plata. Temporada 2008-09, creo recordar.

P. ¿Cómo era el baloncesto de Córdoba en aquellos años?

R. Lo recuerdo de manera positiva, aunque fueran años difíciles. Era el inicio de aquella crisis financiera y económica que tuvimos. Yo ya cuando jugaba a baloncesto aquellos años lo hacía con una perspectiva, no de entrenador pero sí de querer desarrollarme como entrenador. De hecho, yo entrenaba en categorías inferiores por aquella época. Y bueno, para mí era una fuente de aprendizaje de una categoría semiprofesional o profesional como era entonces la LEB Plata, y aprendía de los entrenadores que tenía, como eran Rafa Gomariz y Manuel Jiménez Júnior, pues para seguir formándome.

P. No sé si ha seguido en contacto o ha visto la evolución que ha llevado en los últimos años el baloncesto cordobés. Primero como jugador y luego como segundo entrenador vivió la última etapa de esplendor de un globo que ha ido deshinchándose hasta quedarse con representación en Liga Nacional. ¿Cómo se ve o cómo se valora esto desde la distancia?

R. De manera positiva o satisfactoria es difícil valorarlo, porque todos pensamos que una ciudad con el número de habitantes de Córdoba y habiendo tenido también experiencias en un baloncesto de más alto nivel, pues, no voy a decir que nos merecemos tener algo más, porque si no lo tenemos será porque a lo mejor no lo merecemos, pero es triste o no ayuda mucho tener un equipo o dos equipos, no lo sé exactamente, en la Primera Nacional. Creo que hay que hacer análisis y ver si realmente se puede optar a algo más. No solamente, en este caso, yo creo que dependa de las entidades deportivas, también el deporte hay que apoyarlo, no estoy hablando a nivel público sino también a nivel privado, y hay que hacer análisis de cuántas empresas están dispuestas apoyar el mundo de la canasta a nivel senior en categoría profesional, que no es fácil.

P. Un detalle significativo, a mi parecer, es que entonces había un equipo de referencia. Ahora todas las entidades quieren tener su equipo senior y al final todo se iguala ahí.

R. Sí, es cierto que los proyectos no han tenido mucha duración en el tiempo y eso viene a decir que no es una empresa fácil mantener un equipo profesional, porque requiere mucho esfuerzo, mucha entrega y los obstáculos son grandes y muchos. Como he dicho, no es fácil, pero hay que optar a ser ambiciosos, a no entregarse, y a seguir intentándolo año tras año, siempre y cuando las bases sean las correctas y no lanzarse simplemente a la aventura porque es lo que todos queremos.

La liga alemana es una de las grandes ligas del baloncesto europeo

P. Ha comentado que ya como jugador tenía en mente ser entrenador. Pero, ¿siempre lo ha tenido claro en el sentido de enfocarlo profesionalmente o era más dirigido a base?.

R. Lo de dedicarse profesionalmente es algo que siempre tenía en la cabeza, pero también era consciente de que no depende de ti, digamos, el poder vivir a nivel profesional del baloncesto. Pero siempre mi dedicación ha sido máxima y profesional, porque me involucré de manera específica y solo y exclusivamente en esto, y bueno para intentar lograrlo. Pienso que, si no lo das todo, es aún más difícil poder llegar a ser profesional del mundo de la canasta.

P. ¿Qué cree que le ha aportado el haber sido jugador a la hora de gestionar una plantilla?

R. La realidad que me encuentro a nivel de entrenador, o de gestionar una plantilla, es distinta a la que yo tuve como jugador, porque el nivel es totalmente distinto. Pero bueno, me ha ayudado a entender lo que se cuece en los vestuarios, en una pista antes de un entrenamiento. Pero repito, el nivel que me encuentro de entrenador difiere a lo que yo pude vivir como jugador, con lo cual todo tengo que saber compararlo. No puedo extrapolar una realidad a otra porque son totalmente distintas.

P. Tras la primera experiencia como entrenador ayudante de Júnior, se marcha a Plasencia. Primero como ayudante de Rafa Gomariz y luego le toca sustituirle y debutar como primer técnico. ¿Qué tal la experiencia de debutar como primer entrenador?

R. Positiva, porque la pude realizar con personas que conocía bien. Como has mencionado, con Júnior y con Rafa Gomariz, que me apoyaron siempre, y muy bien. El paso a Plasencia para mí fue muy importante, porque era salir de mi casa debido al baloncesto, dedicándome de manera exclusiva y totalmente profesional, con lo cual lo hice cargado de ilusión y muy contento de poder dar ese paso a Plasencia con Rafa Gomariz.

P. Después de ese año es cuando le surge la oportunidad de marcharse a la Basketball Bundesliga (BBL). ¿Cómo surge esto?

R. Llega, si no recuerdo mal, durante el mes de julio, en el año 2012, en plena crisis. El Plasencia, donde había acabado como entrenador jefe, no sabía si iba a continuar en Plata a pesar de haber mantenido la categoría a nivel deportivo. Y bueno, contacta conmigo el equipo de los Artland Dragons, porque estaban buscando un preparador físico, y yo había empezado mi carrera como preparador físico en Córdoba. Ese contacto me llega porque yo realicé un año de estudios en Finlandia, en Helsinki, y un compañero de estudios pues se encontraba trabajando en el mundo del baloncesto en Alemania. Entonces a través de ahí se pusieron en contacto conmigo, tuve un par de entrevistas con el entrenador jefe, que por aquel entonces era Stefan Koch, y me brindaron la posibilidad de unirme a su proyecto, de lo cual estoy eternamente agradecido, porque me abrió muchas puertas, me ayudó a seguir progresando y estoy muy contento y muy satisfecho de esa decisión.

No hay subvenciones públicas, por así decirlo, en el deporte de élite alemán

P. ¿Qué tal la adaptación?

R. Desde el primer momento fueron muy abiertos y al mismo tiempo, al estar en el mundo profesional del deporte, todos tenemos esa peculiaridad. Hay jugadores alemanes, yugoslavos, con lo cual, entre nosotros dentro del equipo, todos tenían prácticamente la misma realidad. Vivías un poco en una burbuja, por así decirlo. El atleta profesional de un deporte en equipo vive un poco en una burbuja y la aclimatación fue muy rápida y sin ningún problema.

P. Pero supongo que el salto a nivel profesional es grande. Se marcha de la LEB Plata en España en época de crisis, que ya no es tan profesional, y llega a un equipo en la máxima división de una liga en crecimiento.

R. Sí, estaba en la Primera División y también jugando la competición europea de la Eurocup. Lo hice con mucho respeto, pero también con mucha pasión, mucho deseo. Las ganas de aprender y de dar lo mejor de mí mismo podían cubrir cualquier debilidad o necesidad que pudiera tener.

P. Es cierto que allí hay equipos punteros y que a todo aficionado le pueden sonar como el Alba de Berlín, Bayern Munich o Brose Bamberg, pero quizá a partir de ahí se pierdan un poco. Preséntenos un poco la competición. ¿Cómo es la BBL?

R. Es una liga muy atractiva y, como has dicho, en continuo crecimiento en dos direcciones. En la dirección económica y en la deportiva están creciendo año tras año. Como bien has nombrado, esos tres son los equipos más representativos del país, pero, poco a poco, la gama media de la liga está subiendo, que es lo que habla un poco de la salud de la competición. A día de hoy, la liga alemana está considerada una de las grandes ligas del baloncesto europeo. Diferencias con el baloncesto en España, o con la ACB, es el marco de contratación. Aquí, en una plantilla de doce, tienes que tener seis jugadores con pasaporte alemán y el resto de jugadores son considerados jugadores no alemanes, extranjeros por así decirlo. Entonces, la figura del jugador europeo o jugador cotonou no existe. Esa digamos que es la principal diferencia en el marco de contratación. Y quizá una segunda diferencia es que los clubes están financiados en su totalidad por entidades privadas. Son los sponsors, el ticketing y las entidades privadas las que soportan el tema financiero de los clubes. No hay subvenciones públicas, por así decirlo, a los clubes de élite, y en general en el deporte de Alemania.

P. Es cierto que se está apostando mucho por importar entrenadores de fuera, como es su caso. Imagino que será por recoger un poco el trabajo que se hace en España con el jugador de base.

R. Totalmente, el entrenador de baloncesto español es muy respetado en Alemania y ellos no tienen ningún problema en abrir sus puertas para mejorar su producto. Ha mejorado el nivel en las categorías de formación. La enseñanza es clave, porque no cabe duda que los cuerpos y el talento lo tienen. Ellos saben que donde tienen que mejorar quizá sea en el proceso de enseñanza y en ello están.

Mi plan es dar lo mejor para mi club y lo que tenga que venir vendrá

P. Decía que fue buena la adaptación como preparador físico en el Artland Dragons. ¿Un buen estreno también a nivel de resultados de equipo, no?

R. Sí, era un equipo con un buen presupuesto y con una buena historia. A pesar de estar ubicado en una localidad pequeña de 13.000 habitantes, había un buen sponsor. El propietario era una persona que lo daba todo por el equipo. Teníamos un buen respaldo. Si no recuerdo mal, en mis dos primeros años alcanzamos play off, el primero en cuartos de final y el segundo en semifinales. Y es en el tercer año cuando no alcanzamos el play off y el sponsor decide parar la financiación del club, y éste pasa a la tercera división. Y es cuando doy el paso a mi actual club, que es el Rasta Vechta.

P. Es en 2015 cuando ficha, primero como entrenador ayudante, y en ese momento el equipo estaba en la ProA. ¿Cómo le llega la propuesta?

R. En ese verano, Rasta Vechta contrata a un nuevo entrenador jefe, Andreas Wagner, que venía de ser entrenador ayudante del Bayern Múnich, de Svetislav Pešić, actual entrenador del Barcelona. Y fue él el que se pone en contacto conmigo. No teníamos, por así decirlo, relación previa, pero se puso en contacto conmigo a través de una serie de personas, primero para entrevistarme y una vez que me hizo la entrevista para ver si estaba interesado en su proyecto de la ProaA con Rasta Vechta. Con lo cual, si le estaba agradecido a la persona que me trajo a Alemania, Stefan Koch, pues igual o más a Andreas Wagner, que me dio la oportunidad de unirme a su proyecto en 2015.

P. Fue llegar y ascender en la misma temporada. ¿Cómo se vive un ascenso a la máxima categoría?

R. Muy bonito, porque quizá ese fue mi primer gran momento a nivel de consecución de un logro común y colectivo, ya que el objetivo del club era subir y hacerlo en la primera temporada. Soy un recién llegado allí también, pues, que duda cabe, tengo un recuerdo muy bonito. Lo dimos todo y nos salió bien. La recompensa al trabajo que se hizo desde el primer día.

P. Sin embargo, no hay estabilidad durante los primeros años, porque vuelven a descender esa temporada, y al año siguiente ya sí que ascienden como campeones de la segunda división. Y es entonces cuando le dan la oportunidad de ser entrenador jefe en sustitución de Douglas Spradley. ¿Cómo se recibe esa noticia?

R. Primero contento, porque a todo el mundo le agrada que piensen en uno para un cargo de tal responsabilidad, más aún si es en la primera división. Pero también siendo consciente del paso que daba y de la responsabilidad que adquiría, porque este club había estado dos veces en la máxima división y las dos veces había descendido automáticamente, con lo cual nunca habían conseguido el objetivo de mantenerse. Para mí tenía un alto grado de responsabilidad ese cargo, porque no quería que la tercera ocasión del club tampoco lo consiguiera, entonces me propuse ese reto a nivel personal y colectivo de estabilizar al Rasta Vechta en la primera división del baloncesto alemán.

El entrenador de baloncesto español es muy respetado en Alemania

P. A nivel personal no sé si le daba un poco de vértigo. Tenía 35 años en ese momento, viniendo de jugar en Córdoba en categorías algo más amateur. Hay un trabajo detrás, pero se encuentra como primer entrenador en un equipo de una de las mejores ligas del baloncesto europeo.

R. Sí, pero todo es un proceso, nada pasa de la noche a la mañana. Vas cogiendo experiencia, te vas esforzando para adquirir también conocimiento y, al final, lo que tienes que valorar es si eres la persona adecuada para ayudar a tu club. En ese momento así lo pensé y hasta el día de hoy.

P. Y es curioso, porque tanto en el caso de Plasencia como aquí le tocó la tarea de sustituir al que hasta entonces era el primer entrenador. No sé si esto hace más sencilla la adaptación, porque ya está dentro de una filosofía, o intenta imponer su estilo.

R. Las dos situaciones tienen algo en común, pero son distintas. En el caso de Plasencia fue durante la temporada y en Rasta Vechta fue en verano. Entonces, en una tomo el equipo siendo el entrenador ayudante durante el año, por lo que tengo que sacar el máximo provecho posible del trabajo ya realizado. Y en la otra tienes tiempo de conformar la plantilla y puedes poco a poco establecer las bases de lo que va siendo tu proyecto. Es cierto que en ambos casos pasé de entrenador ayudante a entrenador jefe, pero son dos situaciones distintas.

P. Ese año rompe los registros, convirtiendo al equipo en la revelación de la temporada. Un año de hitos tanto colectivos como individuales. En el segundo caso, uno de los partidos más sonados fue el triunfo ante el Alba de Berlín nada menos que de Aíto García Reneses. Eso marca en la carrera de cualquier entrenador.

R. Sí, claro. Más que marcar, queda en el recuerdo y en tu memoria durante mucho tiempo, porque, si hay una persona o un entrenador representativo, por su calidad, por su baloncesto y por todos los años que lleva en el baloncesto de élite, es Aíto García Reneses, al que le tengo una grandísima admiración y del que no tengo ningún problema en decir que todas las semanas intento aprender de su equipo y de él como entrenador. Entonces, para mí, no solo el partido en sí, sino la preparación del mismo. Empezar a entender que te vas a enfrentar a Aíto García Reneses, a un ídolo que has tenido siempre en los banquillos, pues fue algo maravilloso, y si encima a eso se le añade la victoria, aún más. Pero ya digo que lo más bonito para mí fue la preparación del mismo.

P. ¿Le dijo algo? Cuando os disteis la mano, al principio o al final del partido. Algún consejo de un entrenador más que veterano.

R. Tuve la oportunidad y la suerte de poder cenar con él un par de días antes, porque se encontraban como equipo aquí en la ciudad. Venían de un partido de competición europea, con lo cual volaron directamente hacia nuestra ciudad. Pudimos pasar un tiempo juntos en una cena y bien. Después del partido recuerdo que, por supuesto me dio la enhorabuena, y que de manera muy merecida habíamos jugado muy buen baloncesto. Y que eso te lo diga Aíto García Reneses pues te enorgullece.

En Alemania no ha habido estado de alarma, aunque sí restricciones

P. Esa temporada clasifica al equipo para la fase por el título, el objetivo estaba más que cumplido, y le designan como mejor entrenador de la temporada. Ya tiró la puerta abajo del todo.

R. Bueno, un momento bonito, pero a mí no me gusta decir entrenador del año, sino equipo del año, porque ese título individual lo extiendo y se lo debo a mi cuerpo técnico, que tengo la suerte de tener a un gran entrenador como ayudante, como es Miguel Zapata, que es español también, y también a mis jugadores, que con el trabajo diario hicieron que el equipo creciera semana a semana. Y a todo el cuerpo técnico, fisios, preparadores físicos, etcétera. Pero repito, para mí, ese título individual lo quiero extender a todos los miembros del equipo.

P. Y por si fuera poco, alcanzan las semifinales, donde les elimina el Bayern de Munich, a la postre campeón. Aun así, ¿temporada de ensueño, no?

R. Sí, lo has dicho. Superamos las expectativas que ni en los mejores sueños hubiéramos establecido. En el play off estuvimos muy condicionados, porque en las tres ultimas jornadas tuvimos la mala suerte de perder a tres jugadores, con lo cual afrontamos el play off con una rotación de ocho jugadores de la primera plantilla y tuvimos que completar el roster con dos jugadores del segundo equipo. En cuartos de final tuvimos que eliminar al Brose Bamberg, en una eliminatoria por 3-1, que también fue algo muy bonito. Y ya en semifinales llegamos un poco mermados y el Bayern de Munich no nos dio opción y se llevó la victoria por 3-0.

P. Para que la gente se pueda hacer una idea. Finalizan entre los cuatro mejores del campeonato, pero ¿en qué posición podrían estar a nivel de presupuesto?

R. Aquí, como en el caso de España, los presupuestos no se hacen públicos al 100% de manera oficial. Hay estimaciones, pero no es como en Estados Unidos, que se sabe el presupuesto de cada una de las franquicias y el salario de los jugadores. Pero Rasta Vechta, siendo un equipo recién ascendido y este año también, estamos entre los cuatro o cinco últimos presupuestos de la liga.

P. Segundo año al frente del Rasta Vechta y renovación hasta 2022, ¿cuál era el objetivo del equipo este año?

R. Mantener los pies en el suelo, porque no podemos olvidar de dónde venimos y que somos un pequeño en una gran liga como es la BBL. Y, además, con la exigencia este año de jugar una doble competición, en este caso la Champions League, competición europea, con lo cual exige aún más, o el riesgo es mayor, pero pensábamos que era lo mejor para el club para crecer y con el objetivo de seguir estabilizando al Rasta Vechta en la máxima competición.

P. Y se está cumpliendo. Hasta que se paró la competición estaban en puestos de luchar por el título.

R. Sí, al margen de estabilizar al equipo en la BBL, nuestra filosofía es invertir mucho en la progresión del jugador, en mejorar los jugadores para que puedan ir dando saltos en sus carreras deportivas, puedan ir progresando. También nos centramos en eso, al margen de la clasificación, y por ahora esos dos objetivos son los pilares básicos y en ello estamos.

En enero se empiezan a tomar medidas en hospitales de Alemania a nivel preventivo

P. Inevitablemente parece que toca un periodo de transición. Aún sin saber cómo se resolverá, ¿cómo cree que afectará la situación a nivel económico a clubes más modestos? El hecho de tener que jugar sin público…

R. Sí, es un condicionante muy grande, porque como he dicho toda nuestra financiación es a nivel privado y el ticketing, la venta de entradas, en nuestro club supone en torno a un 25% o un 30% de nuestro presupuesto, con lo cual es un factor a tener en cuenta. Estamos a la espera de ver cómo se soluciona todo y en función de eso maximizar o dar lo mejor de nosotros mismos, dependiendo de los condicionantes que tengamos. Pero con el presupuesto que tengamos intentar salir adelante lo mejor posible.

P. Para ir terminando, no quería pasar sin preguntarle por esa experiencia que tuvo en la Liga Verano de la NBA junto a Pablo Prigioni. ¿Cómo le llega esta opción?

R. Durante el mes de abril, el Assistant GM de los Minnesota Timberwolves se puso en contacto conmigo porque buscaban, lo hacen todas las franquicias, incorporar un entrenador extranjero durante la Liga de Verano, para conocer o escuchar otras filosofías. Y Pablo Prigioni era el entrenador jefe del equipo de la Liga de Verano. Y bueno, una experiencia maravillosa, por conocer el baloncesto americano desde dentro, en una franquicia como los Timberwolves, y también por tener la suerte de estar rodeado de una persona como Prigioni que es un excelente técnico y una gran persona y también me ayudó mucho en mis tres semanas que estuve con ellos.

P. Y de propósitos de futuro, ¿está la ACB en mente? ¿Un posible regreso a España?

R. Mis planes son dar lo mejor de mí para el club en el que trabajo, que es el Rasta Vechta, y a partir de ahí pues lo que tenga que venir vendrá. No soy una persona que le guste soñar mucho y estoy muy contento aquí, con lo cual no me marco muchas metas a largo plazo. Lo que me marco es dar lo mejor de mí en el día a día para mi club.

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