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Joaquín Higueras: “Las ONG están haciendo el trabajo de los gobiernos”

Joaquín Higueras, cooperante | ÁLEX GALLEGOS

Juan Velasco

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“Van a seguir viniendo”. Nos lo dijo Sani Ladan en una entrevista hace menos de un año y nos lo acaba de repetir el cooperante y experto en rescates Joaquín Higueras, un bombero cordobés que trabaja en Fuengirola y que hace tres años se marchó a Lesbos (Grecia) a ayudar a las miles de personas que en aquel momento optaban por la vía griega para llegar a Europa y salir lejos de la guerra, de la miseria o de ambas.

“Van a seguir viniendo”. Es un mantra que se repite. Y mientras la UE asume su papel en el mundo que nos estamos dando, hoy se abren o se cierran las puertas del mañana. Esta semana, el Mediterráneo ha provocado una pequeña y sufrida victoria para los migrantes, un pequeño revés para el ministro del interior italiano Matteo Salvini y un nuevo bandazo del Gobierno de España, que, un año después de acoger al Aquarius, ha sugerido que el barco de una ONG española que ha sido premiada por UNICEF y el Parlamento Europeo y que lleva años socorriendo a personas en la zona, de repente no tiene “permiso para rescatar”.

El problema es que, en un mundo tan polarizado, las consecuencias de lo que ha ocurrido esta semana todavía no se conocen. Para Joaquín Higueras (Córdoba, 1976), el fin no justifica los medios y lo que ha ocurrido con el Open Arms y los gobiernos de España e Italia puede marcar un precedente negativo para las ONG que trabajan en la zona. Higueras sabe de lo que habla, pues forma parte de Proemaid, la ONG en la que militaban los bomberos sevillanos que fueron detenidos y juzgados por socorrer a personas en el Mediterráneo, un hecho que le impulsó a coger sus cosas y plantarse en Lesbos.

Militar, experto en rescates, graduado en seguridad, instructor, cooperante y cabo bombero, este cordobés del Campo de la Verdad ha vivido en su propia piel los estragos del Mediterráneo, pero montado en una barca a la que la UE y sus estados miembros siempre socorrerían en un naufragio.

PREGUNTA. Cuéntame cómo se te ocurre viajar a Lesbos y por qué en un momento concreto, hace 3 años, en los que el Mediterráneo está en boca de todos.

RESPUESTA. Pues fue a raíz de la detención de los tres compañeros sevillanos. Aquello me llegó al corazón. A los tres los conozco. Son tres bellísimas personas y el hecho de verlos como los vi, esposados… Aquello me removió muchísimo. Y, en contra del criterio de mi pareja, decido ir.

"Lo que ha pasado con el Open Arms es un pulso al gobierno"

P. ¿Cómo lo haces para ir a Lesbos?

R. Soy yo el que contacta con ellos. Con Proemaid. Bueno, con la persona que llevaba la ONG. Y le dije: “Cuenta conmigo cuando haga falta”. Él me dijo: “Hace falta ya”. Y yo dije: “Pues para allá voy”. Y me fui. De rescatador y de patrón.

P. ¿De patrón?

R. Sí. De las dos cosas. Es que hacía falta un patrón de barco y como yo tenía el título, para allá fui como patrón y rescatador.

P. ¿Conocías a Proemaid antes?

R. Sí, la conozco desde que la crearon. No estaba vinculado a ellos, porque yo donde estaba es en Bomberos Sin Fronteras, que es otra ONG. Yo entré en Córdoba y es con la que yo he participado en otro tipo de misiones.

P. ¿De qué tipo?

R. Pues por ejemplo rescate en terremotos. Pertenecía al Consorcio de Bomberos de Córdoba. Yo y mi perro, que está preparado para la unidad canina. Y con él participaba también en Bomberos Sin Fronteras.

P. ¿Dónde habías ido con anterioridad? ¿Habías sido ya cooperante?

R. Como cooperante no, pero sí a nivel de formación. Paraguay y Guinea Ecuatorial. Pero no había acudido a auxiliar tras un terremoto porque se metió entre medias que aprobé en Fuengirola y no tuve oportunidad.

P. Y cuando tú te apuntas a Bomberos Sin Fronteras, obviamente una de las cosas que os dicen que una de las principales labores es el salvamento y rescate.

R. Efectivamente.

"Lo que pasó en Grecia fue una crisis humanitaria y nadie la ayudó"

P. Pero claro, en ningún caso os preparan para una labor de rescate por causas sociales o políticas como puede ser lo que viviste en el Mediterráneo.

R. Exactamente. Allí te preparan para catástrofes que uno no puede prever. Pero lo que está ocurriendo en el Mediterráneo se puede prever. Es decir, hay una guerra y la gente está cruzando. Vamos a ponerle una solución. Eso es competencia de los gobiernos. El problema es que las ONG están haciendo el trabajo que no están haciendo los gobiernos. Es lo que pasó en Grecia. Lo que pasó en Grecia fue una crisis humanitaria y nadie la ayudó. Grecia se vio desbordada y las ONG hicieron el trabajo.

P. Antes me has dicho que tu pareja se mostró reacia, ¿no?

R. Sí. En ningún momento me dijo: “Yo te apoyo”. Yo creo que de los que fuimos, de los compañeros de Málaga… Fuimos seis. Mi grupo era Equipo 7 y éramos 3 de Málaga y 3 de Sevilla. Y nosotros los tres fuimos en contra de la opinión de nuestras parejas. Ninguna quería. Decían: “Que os van a detener, que te vas a meter con un barquito en mitad del mar Egeo”… Cosas así.

P. Hoy supongo que lo ven con orgullo.

R. Sí, pero si digo de volver a ir no me apoyaría. “Te quiero mucho pero no te apoyo”, me diría.

P. Sí que existía un apoyo social entonces, ¿no?

R. Sí. Sí lo había.

P. Supongo que eso algo ayuda a la hora de dar el salto.

R. Sí, pero, si te soy sincero, el mayor orgullo que tengo es que con una ONG cuyo coste todo salió de nuestro bolsillo, fuimos capaces de hacer el trabajo que hicimos. 18 equipos, más de 300 días. Una pequeña ONG de amigos, porque al final éramos compañeros, la mayoría bomberos, médicos, enfermeros… algún periodista, traductores… La mayoría, bomberos. Y eso fue un orgullo.

P. ¿Cuánto tiempo pasaste en Lesbos?

R. Dieciséis días. Del 4 al 19 de marzo.

P. ¿Cómo fueron aquellos días?

R. Pues éramos dos rescatadores y un patrón de barco. La titulación que pedían era la de patrón portuario y yo tenía la titulación de patrón de embarcación de recreo. Así que lo primero fue que las autoridades griegas me autorizaran a estar allí de patrón. Nosotros todos los rescates los hicimos con las autoridades griegas. De hecho, por eso han salido absueltos mis compañeros. Porque ellos trabajaron en todo momento bajo las directrices de las autoridades griegas. En ningún momento se las saltaron. Pero ocurrió que estaban en el sitio menos adecuado en el momento menos indicado. La Policía iba persiguiendo otras cosas y les tocó a ellos.

P. En tu caso fue llegar y al tajo, imagino.

R. Sí. Directamente a trabajar. Fue llegar y decirme: “Nos vamos que están llegando embarcaciones”. Y eso era un sinfín. La media ha sido… Puff... La ONG, de los 18 equipos, unas 50.000 personas han atendido. Y en mi equipo fueron unas 2.700.

"Cada vez que se cierra una vía de entrada, se van a ir a por otra más peligrosa"

P. ¿Unas 2.700 personas pasaron por tu embarcación?

R. No. Eso es el número de personas que atendimos con la embarcación o en la orilla. Las dos cosas. Aquello era un trabajo continuo. Yo dormía como mucho tres o cuatro horas. Porque es que no podía. Cuando no hacía de patrón, hacía de rescatador. Y cuando no era ni esto ni lo otro, me iba al puerto a ayudar a los niños. Es que no podías. Tu conciencia no te dejaba dormir. Además era muy difícil descansar si oías esas voces por la noche, esos gritos…

P. ¿Qué recuerdas del primer rescate? ¿Esperabas algo así?

R. Qué va. Te quedas sorprendido. Todo lo que te cuentan no tiene nada que ver. Es como cuando eres bombero y entras al primer fuego. No tiene nada que ver lo que vives en ese momento. Cuando tú ves allí a la gente pidiendo auxilio, las manos, la cara desencajada y el niño que te coge y no te suelta… Recuerdo un caso. Un niño que lo rescatamos y se agarró a mí y llegamos a la orilla y el niño no quería irse ni con su madre. Quería quedarse conmigo. Claro, aquello se me quedó… Recuerdo que me echaron una foto y todo. Lo recuerdo porque fue algo impresionante.

P. ¿Sufriste algún tipo de estrés postraumático?

R. No. Nada. Pero es que soy bombero. He sido militar también y estoy graduado en seguridad. Es verdad que nosotros estamos preparados para este tipo de situaciones.

P. Los rescatados, aparte de que ellos evidentemente sí estaban en situaciones de estrés, ¿qué tenían en común?

R. Salvar la vida. Ellos solo quieren salvar su vida. No quieren otra cosa. Para ellos es simple: los están matando. Si se quedan allí los matan. ¿Qué harías tú? ¿Qué haría yo? Pues te la juegas y dices: “Me voy”. Que no es fácil montarte en una barquita cuando las condiciones meteorológicas son desfavorables. Pero es la vida. Al final es la vida.

P. ¿Llegaste a hablar con ellos, a entablar relaciones?

R. Algunos sabían inglés y otros hablaban castellano. Allí sobre todo era el inglés. Pero ellos daban solamente las gracias. Era “gracias, gracias, gracias”. Una y mil veces.

P. ¿Cómo funcionaban los rescates?

R. En la ONG lo que hemos hecho ha sido cumplir el tratado de SOLAS (Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar), que es del año 1974 y que dice que todo patrón o capitán de un barco tiene que rescatar a una persona que está en peligro en el mar. Es más, la ONG en todo momento lo que hacía era lo siguiente: tú veías una embarcación, llamabas a las autoridades griegas y les notificabas de lo que habías visto, que había una embarcación a la deriva. Ellos te preguntaban: “¿Cómo van?”. Si iban bien los acompañábamos. Si no iban bien, preguntaban: “¿Podéis arreglar el motor?”. Y si lo que veías era un posible naufragio, entonces actuábamos. Pero eso que dicen de montar a refugiados a lo loco, nada. Yo te hablo de Proemaid, que siempre ha trabajado con las autoridades griegas. Es más, después ha seguido trabajando en el Mediterráneo central con una ONG alemana, que ahora se llama Aylan Kurdi en homenaje al niño sirio que murió ahogado en una playa de Turquía. Y en 2017, en septiembre, rescataron a 309 personas de tres embarcaciones.

"No hay que hacer tanto ruido para hacer un rescate"

P. ¿Vosotros no habéis trabajado en aguas internacionales? Siempre en aguas griegas, ¿no?

R. Eso yo. La ONG sí ha seguido trabajando en aguas internacionales.

P. ¿Y qué diferencia hay?

R. Es lo mismo. Al final es lo mismo. Lo que está pasando con el Open Arms es un pulso al gobierno. Y no se trata de echar un pulso. Se trata de ayudar. Las fotografías no hay que buscarlas. Hay muchas ONG que están trabajando y están en continua comunicación con los gobiernos, incluido el de Italia. Y siguen rescatando. Y llaman a un patrullero y las personas pasan a un patrullero y las llevan al puerto y ellos siguen rescatando. Y ya está. Desde mi punto de vista no hay que hacer tanto ruido para hacer un rescate.

P. Ahora vamos a entrar en este asunto, que se ha solucionado justo este miércoles, después de casi 20 días. Antes me gustaría que me dijeras si tu experiencia en Lesbos te cambió la concepción que tenías sobre la inmigración.

R. Sí me cambió. Claro que me cambia.

P. ¿Qué pensabas antes?

R. Uno piensa: estás en Europa. Estás bien. No estamos en guerra y piensas que el problema lo tienen ellos. Cuando estás allí te cambia todo. Ya sabes lo que es un refugiado, sabes lo que es un inmigrante, que son los que llevan toda la vida cruzando por nuestra zona. Ahí te das cuenta también de lo que te contaban. De nuestros abuelos y bisabuelos lo que han padecido. Aquellos que tuvieron que irse a México y a los campos de refugiados. Allí te das cuenta de que lo que los españoles hemos pasado es lo mismo que ellos están pasando. De que es una guerra y que la gente se tira al mar jugándose la vida. Te cambia, claro que te cambia.

Porque repito: las ONG están haciendo el trabajo que no están haciendo los gobiernos. Porque en el rescate en sí, las competencias son de los gobiernos, que son los que tienen que poner solución. Esto que se ha hecho de firmar un acuerdo con Turquía para darle dinero y que sea ella la que se encargue de las embarcaciones es un parche… En cuanto deja de llegar el dinero, otra vez las barcas a cruzar y las mafias a hacer su negocio. Porque claro que existen mafias. Las mafias van a existir toda la vida.

P. Pero hay una cuestión que quizá convendría revisar, que son los estatus. Porque llamamos refugiado al que huye de una guerra o al que es perseguido en su país por ser homosexual, por ejemplo, pero no al que huye por falta de oportunidades.

R. Claro, están los que huyen para mejorar. Exactamente. Eso no se da solo en los que vienen, sino que hay españoles que se están ganando la vida en Marruecos.

P. ¿Tú consideras que se debería empezar a considerar algunos conflictos económicos como un tipo de guerra económica? Es que parece lógico que se considere refugiado a la persona cuyos derechos se violan sistemáticamente, pero hay un vacío en países en los que no hay conflicto armado, pero sus ciudadanos no tienen los más mínimos derechos u oportunidades.

R. Exacto. Nosotros en las embarcaciones vimos de todo. Iraníes, paquistaníes, afganos… De todas las nacionalidades. Allí no estaban solo los que huían de la guerra. Pero es que es muy difícil de controlar. Cuando pasa una cosa como lo de Libia…

P. Desde que tú estuviste allí hasta ahora, ¿cómo ves la concepción sobre la inmigración en España?

R. Ha habido un cambio. Nosotros en España teníamos lo que se veía en el estrecho. Entonces el problema era de España, aunque estuviera dentro de la UE. Luego el problema estuvo en Grecia. Y los demás países dijeron: “Como a mí no me toca, pues no me meto”. En Grecia también ha cambiado la concepción de los inmigrantes y refugiados. Y allí han ayudado a muchísimos. En España ha ocurrido igual. En España estamos ayudando a estas personas y creo que la gente piensa que hay que darle una solución. Es que en este país la gente está en la playa y están entrando embarcaciones. Eso siempre lo ha tenido España, pero ahora más todavía. En su día ya dijimos que, si cortaban la vía griega, la siguiente sería Lampedusa. Y por allí están entrando. Si no se pone una solución, van a seguir.

"Las fronteras no se pueden abrir de par en par"

P. ¿Y a nivel social? ¿No notas tú un cambio en la calle y que ahora se expresan ciertas opiniones?

R. Ya no se tiene miedo a decir las cosas.

P. ¿Y por qué crees tú que se ha perdido el miedo?

R. Pues no sé. Nos toca directamente. Yo tengo mi propio caso. Mi cuñada es marroquí. Ella ha venido y se ha casado y tiene toda su documentación. Yo además doy formación en Marruecos. Y te das cuenta de que no vienen por amor al arte, sino para mejorar su vida y buscar un futuro para su familia. Pero está claro que las fronteras no se pueden abrir de par en par. Hay que darle una solución y eso corresponde a Europa. Europa tiene que legislar sobre todos los países y no como estamos ahora, que el que tiene el problema se lo come.

P. Entiendo que echas mucho de menos una solución europea para el conflicto.

R. Ahí está. La solución la tiene que poner Europa. Europa se tiene que poner manos a la obra ya o el conflicto va a ser cada vez mayor.

P. Ahora que hablas de tu cuñada, no sé si ella coincide con otros migrantes africanos con los que he hablado y que te cuentan que ellos están bombardeados desde pequeños con la idea de que Europa es la tierra prometida.

R. Hombre, ellos vienen por eso. Después llegan aquí y se dan cuenta de la realidad.

P. Y hablamos de Marruecos, que no es uno de los países con peores condiciones de África.

R. Exactamente. En el caso de mi cuñada, ella es de familia bien. Se ha venido por amor y por mi hermano. Pero hay muchas otras familias que no tienen esas condiciones de vida más estables y que vienen buscando un bien mayor y poder darle de comer a sus familias. Al final se trata de eso, de mejorar.

P. Te preguntaba por la pérdida del miedo a hablar al hilo de las salidas de tono de un diputado de Ciudadanos que ha llamado “bien comidos” a las personas rescatadas por el Open Arms. ¿Tú qué sientes cuando escuchas este tipo de calificaciones tan ligeras y hechas desde un sillón?

"Invitaría (a Marcos de Quinto) a pasar una temporadita con los rescatistas"

R. Yo lo invitaría a pasar una temporada con los rescatistas y las ONG en una embarcación. Porque la verdad es que no es nada agradable estar en una embarcación 17 días y ver con tus propios ojos los intentos de suicidio, los conatos de pelea, los motines… Porque allí sientes impotencia, rabia, y piensas ¿qué será de estas personas? El malestar que se crea no es nada fácil de digerir. Y no puede estar una embarcación 19 días en mitad del mar. Eso no puede ser. Y repito: tampoco se puede hacer un pulso al gobierno como se le ha estado haciendo.

P. De alguna manera parece que las personas que están a bordo del Open Arms…

R. Son rehenes. Totalmente.

P. Tanto por parte del barco como por parte de dos gobiernos. ¿Tú lo ves así?

R. Sí. Los pasajeros de este barco han sido rehenes. No se puede hacer un pulso al Gobierno ni buscar una fotografía. Hay que mirar por las personas y las personas desde primera hora tendrían que haber llegado a puerto. A uno u otro, no me importa el país.

P. Siempre según el relato de Óscar Camps, pidieron puerto en Malta, donde le dijeron que solo podían desembarcar a 40 de los más de 100 pasajeros que llevaban y por eso se dirigieron a Italia. Suponiendo la veracidad del relato, ¿dónde está el pulso?

R. Es que no se trata de hacer un pulso. Es que no se tiene que hacer un pulso.

P. ¿Crees que deberían haber desembarcado en Malta a estas 40 personas?

R. Sí. Por ejemplo. Y no pasa nada. Y después se llama a las autoridades italianas y vienen a por ellos.

P. Pero las autoridades italianas responden ante un ministro que desoye incluso sentencias judiciales.

R. ¿Quién está por encima de Salvini? Para eso están los tribunales europeos. Pero si nos los saltamos y nos saltamos un convenio internacional en el mar… Yo lo que me pregunto es para qué tenemos la legislación. La legislación está para cumplirla. Lo mismo que este barco español tiene que cumplir las directrices y la legislación española. Y si unos políticos te dicen que hay que ir a España, pues hay que ir a España. No puedes desobedecer una orden.

P. ¿Qué has echado en falta por parte del Gobierno español?

R. El Gobierno español tendría que haber sido más rápido. Esa decisión se tendría que haber tomado antes. Y en vez de Algeciras, pues Baleares, que pilla más cerca. Porque teniendo a esas personas en un barco, todo lo que sea acortar los días es lo mejor para ellas. Sí es verdad que tendría que haber dado una respuesta más temprana.

"El Gobierno español tendría que haber sido más rápido"

P. Hoy mismo ha trascendido que Vox va a denunciar al Open Arms, entre otras cosas, por colaborar en el tráfico de personas. ¿Tú estás de acuerdo con esto?

R. No. Yo puedo estar de acuerdo con otras cosas. Pero el Open Arms no trafica con personas. Que quiera hacerse una foto es diferente. Porque quiere llevar el barco al puerto de Salvini. Oscar Camps es un empresario. Él ha sido empresario y tiene vista de empresario. Después creó la ONG. Camps llegó a Lesbos diciendo “quiero rescatar”. Y le dijeron que con una empresa no podía rescatar. Y cambió y se convirtió en Proactiva Open Arms. Proactiva se le decía en las islas. Pero él tiene mentalidad de empresario.

P. No se te ve muy en sintonía con él.

R. Yo creo que está haciendo mucho daño a las ONG. Pero lo cortés no quita lo valiente. Gracias a Camps supimos en España lo que se está viviendo en Lesbos porque él fue el primero en llegar. Se encargó de la parte norte. Pero de aquello a que ahora le eches un pulso al gobierno…

P. Salvini dijo: “Quien resiste, gana”. ¿Ha ganado Camps?

R. Exacto. Ha ganado… Pero esas personas que se han tirado al mar durante estos días… No sé si ha ganado.

P. Si el fin acaba siendo algo positivo para los inmigrantes, ¿el coste merece la pena?

R. Yo creo que no. Tú no puedes coger a unas personas y jugar con ellas. Tú estás rescatando y tu deber es mirar por el bienestar de esas personas. No se trata de usarlas para echar un pulso. Si se las tienen que llevar antes se las llevan y tú te quedas salvando vidas. Pero no puedes decir: “No, yo quiero aquí”. Porque al final estás fastidiando a otras ONG que están haciendo ese mismo trabajo. Y se trata de dar solución y no de buscar confrontación con el Gobierno. Esta vez le ha salido bien, pero es que esto lo vamos a tener de aquí a unos días otra vez. ¿Qué va a pasar la próxima vez? Esa es mi pregunta. ¿Qué va a pasar?

"Creo que Óscar Camps está haciendo mucho daño a las ONG"

P. ¿Tú alguna vez viste a las mafias mientras trabajabas en el Mediterráneo?

R. Yo nunca vi a las mafias. Las mafias estaban en Turquía. Sabíamos los precios, sabíamos la cantidad que le exigían, pero en ningún momento vimos las mafias.

P. ¿Qué precios eran?

R. En aquella época podía llegar a pagarse hasta 10.000 euros por el viaje. Dependía de cada persona. Se montaban en un dingui. Se le llamaba dingui, una barca con 30 caballos. Los niños se ponían en el centro y se aglutinaban alrededor 50, 60, 70, 80 personas… Eso ya dependiendo de la longitud del dingui. La verdad es que era para verlo. Se iba a la deriva… Y además, cogían al primero, al que veían más espabilado y le decían: “Tú coge aquí el motor y para adelante. Cuando veas unas luces, allí está, ya habéis llegado”.

P. Y vosotros veíais los dinguis y…

R. Nosotros veíamos los dinguis y si estaba bien lo acompañábamos. Nosotros solo nos hemos tirado al agua cuando había un naufragio, cuando el dingui fallaba y estaban todos en el agua. Mientras, no.

P. Vamos a imaginarnos que eliminamos las mafias. Se detiene a todas y se acaba ese tráfico de personas. ¿Crees que así van a dejar de venir?

R. Hombre… Hombre, eso sería muy bueno. Pero vamos a ver, ellos van a llegar de una manera o de otra. Pero si hay mafias, se lo van a poner más a mano. Porque además ellos no miran si hay mal tiempo o no. Las mafias solo miran cuándo hay menos vigilancia, que es cuando el mar está más bravo.

P. ¿Pero tenemos claro que esto no va a parar?

R. No. Esto no va a parar. Nosotros lo dijimos cuando estuvimos allí y no nos hemos equivocado. Dijimos que se iban a abrir otras vías y son las que hoy se están utilizando. Dijimos que si se cerraba Grecia, se abriría la ruta de Albania, la de Chipre, la de Lampedusa… Y había otra ruta que es a través de Argelia, que era Siria, Argelia, Marruecos. Y por ahí entran a Ceuta y Melilla.

P. ¿Todas esas vías están abiertas?

R. Todas. ¿Quién va a controlar todo eso? Cada vez que se cierra una vía de entrada, se van a ir a por otra que es mucho más peligrosa. Y va a haber más naufragios. A más naufragio, más muerte. A más muerte, más mafias… Hay que darle una solución.

"No se puede prohibir a las personas que rescaten"

P. La solución está en el origen, según tú.

R. Sí. Totalmente.

P. Pero qué difícil.

R. Claro. Estamos hablando de ponerle fin a una guerra.

P. No solo eso. Frenar la explotación económica de los recursos…

R. Eso es complicado ya. Eso es meterse en política y ahí ya me pierdo. Yo te puedo hablar del rescate. Lo que yo he vivido. Pero yo de empresas y guerras no puedo hablar. Porque lo desconozco.

P. Hace unos meses hablé con Sani Ladan, no sé si lo conoces…

R. Sí, claro. Lo conozco.

P. Sani decía que eso no va a parar nunca, que a los africanos desde pequeños los encaminan hacia Europa y que lo que tenía que hacer Europa es largarse de África y dejar “África para los africanos”, que es como “España para los españoles” pero desde una posición de inferioridad, desde la del pueblo que está siendo oprimido. Parece jodido solamente plantear que algo así ocurra, tal y como está el mundo.

R. Sí.

P. No sé si tú tienes hijos.

R. No tengo.

P. A lo mejor tienes sobrinos o hijos de amigos. ¿Qué te preguntan ellos desde su inocencia cuando saben lo que has hecho?

R. Pues lo ven como yo lo veía antes de ir. No saben. Es que si no han salido de España, la gente se cree que el mundo es como aquí. Y el mundo no es así. Te das cuenta cuando sales de aquí que el mundo está lleno de gente que se juega la vida en el mar por vivir un poco mejor. Y eso es lamentable.

P. ¿Alguna vez has discutido con gente, amigos, por este tema?

R. Sí. Bueno, amigos que lo ven desde otro punto de vista. Amigos que dicen que nosotros no tenemos que ir allí a rescatar a nadie. Que eso es tarea de los gobiernos. Pero claro, si los gobiernos no hacen nada y no existiesen las ONG, ¿qué pasaría? Es que han muerto muchísimos. Sabemos los que han llegado, pero no sabemos los que están muertos en el mar intentando llegar. Yo creo que a ellos no les apetece abandonar su país, su trabajo, sus familias y venirse a un sitio y empezar de nuevo… A mí me contaban mi bisabuelo, mi abuelo, sobre la Guerra Civil y los españoles que abandonaron España. No tuvo que ser fácil para ellos. Ellos no querían. Por eso a mí me gusta escuchar a las personas mayores. Son sabias y ellos sí han vivido y saben perfectamente de qué va todo esto que estamos viviendo.

P. ¿Hemos perdido la perspectiva histórica?

R. Sí, totalmente. Solamente sacamos la historia para hacer política.

P. El mismo gobierno que habla todos los años de los republicanos en el exilio ha tardado 18 días en responder a una petición de asilo.

R. Y cuando estamos en elecciones es cuando más lo sacan. Porque interesa.

P. ¿Qué crees que es más factible, que dimita Salvini o que se acabe criminalizando y prohibiendo el salvamento por parte de las ONG?

R. A mí me encantaría que las ONG no hicieran el rescate, que lo hicieran los gobiernos.

P. Pero yo te hablo de criminalizar. Te hablo de prohibir.

R. Es que si lo prohíben es porque tienen una solución. Tú no puedes prohibir a las personas que rescaten. Entonces, ¿quién va a salvarlos?

P. O sea, ¿no crees que se vaya a ir a por las ONG?

R. No. No lo creo. Eso no se puede cortar. Yo me voy a la época en que estuve en Lesbos y la verdad es que solo actuaba Grecia. España mandó dos guardias civiles. Dos. Imagínate que al estrecho nos manda Grecia dos policías. Parece un chiste. Una pareja de la Guardia Civil. Eso fue lo que mandó. Los dieciséis días que yo estuve allí.

P. ¿Crees que se nos va a juzgar por esto en el futuro?

R. Es complicado. No sé quién nos va a juzgar. Yo he puesto mi granito de arena. Lo que hemos hecho ha sido eso: poner un granito. Si creemos que hemos salvado el mundo estamos totalmente equivocados. Nosotros no hemos salvado nada. Somos personas que hemos ayudado a que otras no mueran. Pero es que nosotros somos una pequeña ONG que, a día de hoy, no está en el Mediterráneo porque si nos pasa otra vez lo que nos pasó en 2016, no tenemos medios para defendernos. Aquello nos costó el dinero.

P. ¿Y tú volverías?

R. Yo, si se dan las condiciones, sí volvería. Pero a mí es que lo de Lesbos me chocó mucho. Y lo que está ocurriendo hoy en día tampoco me gusta. Que unos guardias civiles estén en una frontera y los apedreen… Estoy también en contra de eso. A eso los políticos le tienen que poner solución también. No se puede dejar ahí a tres guardias civiles a contener a todas las personas que están pasando. Ellos son trabajadores.

"Solamente sacamos la historia para hacer política"

P. ¿Te llevarías algún político contigo?

R. Mira, allí mientras yo estuve no apareció ninguno. Apareció el pianista éste muy famoso… Angelina Jolie… Como ahora ha aparecido Richard Gere.

P. Y los que también critican a estos actores, ¿qué te parece?

R. Pues son gente que ayuda a la causa. Ayudan bastante porque atraen las miradas hacia el conflicto.

P. A veces, con la esquizofrenia de las redes perdemos las perspectiva. A unos los critican porque son millonarios, a otros porque no han pagado la seguridad social a sus empleados, a otros les dicen que los metan en sus casas… A veces parece que exigimos la santidad que no tenemos nosotros para los demás. Para que los bocachanclas lo tengan claro: ¿tú eres un santo?

R. Yo qué voy a ser un santo. Es más, lo bueno que tienen los bomberos es que cada uno tiene sus ideales políticos. Unos son de derechas, otros de izquierdas, otros de centro… Y sin embargo vamos todos a un único objetivo, que es el rescate. Allí estábamos cada uno de nuestra padre y nuestra madre, y te lo digo en confianza: yo allí no miro otra cosa, yo allí solo miro el rescate.

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