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Javier Luna: “La caza y los toros son inconcebibles en una sociedad moderna”

Entrevista N&B a Javier Luna, presidente de PACMA

Aristóteles Moreno

20 de agosto de 2023 00:30 h

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En 2019, un periódico digital de referencia nacional publicó un reportaje titulado “¿Por qué todo el mundo odia al Pacma?”. El movimiento animalista se había convertido en un fenómeno político y social de primer orden. Tres años antes, en las elecciones generales de 2016, había pulverizado su récord histórico con 285.000 votos en el Congreso y más de 1,2 millones en el Senado. Su popularidad crecía como la espuma, en la misma proporción en que se multiplicaban sus enemigos.

Por primera vez, una fuerza política y social desafiaba sin complejos algunas de las señas de identidad de la España tradicionalista, sustentada durante décadas en el mundo taurino y la caza. Pacma representa, en cierto modo, el advenimiento de una nueva generación empática con los animales, que ya no ve con buenos ojos las viejas prácticas centenarias que los convertían en simples objeto de diversión.

Al frente de la organización animalista se encuentra hoy un cordobés. Javier Luna (Córdoba, 1976) se adentró en el mundo de la protección animal casi por casualidad. Vinculado al movimiento vecinal desde hace años y empresario del sector cultural, en 2005 contactó de manera fortuita con la protectora El Arca de Noé. Poco a poco, fue descubriendo un universo seductor pero dramático. “Yo no sabía la dimensión del número de animales abandonados que había. En aquellos años, se sacrificaban animales en la perrera de Córdoba. Me impactó. Cada dos viernes seleccionaban una serie de animales para matarlos”.

PREGUNTA. Hoy día se supone que eso es impensable.

RESPUESTA. Hoy día dicen que ya no lo hacen. Yo creo que sí sacrifican, pero por cuestiones sanitarias.

P. ¿Es legal sacrificar animales?

R. Todavía es legal. Con la nueva ley de protección animal que va a entrar en vigor en septiembre, el único punto bueno que tiene, y podría decir mil malos, es que no se van a poder sacrificar animales. Ahora se sacrifican menos porque existen muchísimas protectoras que están recogiendo animales y le están buscando adopción. O sea, es mérito del mundo de la protección animal. Por suerte, la conciencia de los ciudadanos ha mejorado muchísimo. Cada vez más personas quieren adoptar animales. La clase política va por detrás de la conciencia ciudadana. Y ampara el maltrato animal en muchos aspectos. Pero la ciudadanía lo tolera cada vez menos.

Todos los años abandonan más de 50.000 perros de caza

Poco después contactó con el ex alcalde de Villa del Río. Era presidente de la Federación de Galgueros y se dedicaba a recoger los animales que eran desechados por sus propietarios al final de la temporada de caza. El ex regidor se encontraba desbordado por el número de canes que había llegado a acumular y necesitaba que alguien lo ayudara a buscarles una adopción. “Le daba pena que los mataran y los tenía en una nave. Había 120 perros. Y estaban en condiciones muy malas. El hombre tenía buena voluntad pero no tenía capacidad para gestionarlos adecuadamente”.

P. Y usted descubrió un mundo que desconocía.

R. Sí. Sobre todo de cría masiva de perros de caza. Y, cuando ya no son útiles, los desechan.

P. ¿Para qué usan esos perros?

R. El galgo concretamente para cazar la liebre. Hacen primero una selección al nacer. Una galga puede parir diez o doce galgos. Y seleccionan la mitad.

P. ¿Y dónde va la otra mitad?

R. Pues la otra mitad se la quitan de en medio. Los matan. Y luego van probando. Muy pocos llegan al año y medio con ellos.

P. ¿Y cuáles son los que les sirven?

R. La morfología de un galgo tiene que ser perfecta. Y la carrera tiene que ser limpia. O sea, tiene que hacer carreras rectas. Perros que hacen recortes no les interesan.

P. ¿Por qué?

R. Porque dicen que son perros fulleros. Así los llaman. Tienen que hacer la carrera limpia. Y luego cazar la liebre. Que cazar la liebre no es fácil. Imagínese cuántos perros de cada cien valen para cazar liebres. Estamos hablando de pocos. La mayoría no valen. Por eso, cada final de temporada de caza se quedan con alguna hembra para parir y algún macho. Luego vuelven a tener galgos nuevos. En España, hasta 2005, se han matado prácticamente todos los galgos. Cuando montamos Galgos del Sur en 2010, contacté con un galguero de Sevilla. Nos iba a entregar cinco galgos que ya no le eran útiles. Y nos manifiesta lo siguiente: “Durante toda mi vida he matado a todos los galgos que han pasado por mis manos. Estoy muy arrepentido”. Pero, claro, desde que hay protectoras ya podía entregarlos y no matarlos.

P. ¿Cómo los mataban?

R. Ahorcándolos en árboles. Y tirándolos a pozos. Mucha gente del campo que tiene memoria recuerda que detrás de las parillas de los cementerios había colgaderos de galgos. Había mucha crueldad. Si el galgo era malo, lo ponían a “tocar el piano”. Lo colgaban de una forma que pudiera dar con la punta del pie en el suelo para que la muerte fuera más lenta.

Cuando descubrimos la rehala era dantesco. Sesenta perros sin agua, sin comida y viviendo entre sus propias heces

P. ¿Y por qué querían provocarles una muerte más lenta?

R. Porque el galgo era malo y no servía para cazar.

P. Lo torturaban.

R. Sí. Lo torturaban de esa forma. Y el galguero nos dijo que sus compañeros habían matado a todos los galgos que habían pasado también por sus vidas. Ahora que había perreras, preferían dejarlos en las protectoras.

P. ¿Es legal abandonar un perro en una protectora?

R. Sí. Es legal. Una persona que te va a dejar su perro la administración considera que es una cesión, no un abandono. Entonces es legal. En realidad, es un abandono encubierto.

P. Vosotros tenéis aquí muchas cesiones.

R. Exactamente. Nosotros tenemos aquí lo que se llamaría muchas cesiones. Para nosotros, el término más adecuado es “desecho”, porque ya no son útiles para la caza. También tenemos muchos perros que se abandonan por la calle y y tienen que ser rescatados. Hay que hacerles rutinas o ponerles una jaula trampa. A esos perros normalmente te los encuentras sin el microchip. Se lo arrancan.

P. ¿Esos también proceden de la caza?

R. Sí. Lo que pasa es que le arrancan directamente al microchip.

P. Para que no puedan localizar al dueño.

R. Exactamente. Esta gente que no ha conseguido encasquetar al perro, acaba arrancándole el microchip y lo suelta.

P. La mayoría que tenéis aquí es por cesión.

R. Sí. Y por recogida de las perreras.

P. El galguero os llama y qué os dice.

R. El galguero no contacta con nosotros. Contacta con intermediarios.

Las mujeres tienen más conciencia en el respeto a los animales

P. ¿Por qué no contacta directamente?

R. Porque tienen miedo de que las protectoras los puedan denunciar. Entonces, por medio de gente que se dedica a rescatar animales, nos llaman y nos dicen que un galguero nos quiere dar dos o tres perros. Y entonces ya es cuando entramos en contacto con él. Hay algunos que te llaman directamente para cedértelo. La perrera de Córdoba recoge también perros por la calle que están abandonados. Nosotros empezamos con los galgos pero actualmente hay muchísimo podenco.

P. El 90% de los perros de aquí son cesiones de galgueros.

R. Yo diría que más o menos el 80%.

P. ¿Cuántos perros al año recogéis?

R. Unos 450 al año.

P. ¿Hay perros de rehalas también?

R. Sí. De hecho, hemos participado en varios decomisos de perros de rehala. Sobre todo, en colaboración con el Seprona de Sierra Nevada en Granada. La última vez nos trajimos 32 perros de rehala.

P. ¿Cómo son esas operaciones?

R. Nosotros hacemos un trabajo de investigación de los perros de rehala y de las condiciones en que viven. He entrado en numerosas rehalas. Desde fuera lógicamente hemos intentado grabar. No se puede entrar en una vivienda privada, aunque la verdad es que no suelen estar en una vivienda privada.

P. ¿Dónde están?

R. En medio del campo. Algunos te los puedes encontrar en sitios donde no pasa una persona en meses. Y esos perros son los que peor están.

P. ¿Qué es lo que ha visto?

R. Ahora mismo tenemos denunciada una rehala desde hace dos años. Tiene unos sesenta perros. Es una rehala de un pueblo de Córdoba. Cuando la descubrimos fue dantesco. Fue en verano y los animales no tenían agua, no tenían comida y estaban viviendo entre sus propias heces. Tenían muchísimas enfermedades y garrapatas, y algunos se estaban incluso muriendo. Los animales estaban muy mal. Y denunciamos los hechos ante el juzgado de instrucción número uno de Montoro. Y dos años después, a pesar de haber presentado tres informes veterinarios y otro de la Oficina Comarcal Agraria que decía que los perros se encontraban en malas condiciones higiénico sanitarias, el juzgado no ha dictado ningún tipo de resolución y la fiscalía de Medio Ambiente de Córdoba ni se ha pronunciado.

La clase política ampara el maltrato animal

P. ¿Cómo descubristeis ese sitio?

R. A raíz de que ese rehalero abandonó un perro de caza. Era un American Stanford. Los usan como presa para coger a los jabalíes. El perro pesaba 13 kilos cuando tenía que pesar más de 20. Y lo encontramos abandonado. Investigando llegamos al sitio donde tenía a los perros. Era como unas naves en medio del campo. Tenían poca ventilación y no había nadie cuidándolos. Entramos porque estaba todo abierto. Y este hombre solo iba una vez a la semana a atender a los perros. Imagínese.

P. ¿Usted cree que ese es un caso habitual?

R. Es lo normal. Es lo generalizado. De hecho, a primeros de julio hicimos un decomiso en Granada de 32 perros de rehala. Fue el Seprona quien localizó la rehala, que estaba muy mal. Y el Seprona nos dijo: “O mañana venís por los perros o estos perros se mueren”. Y ahí el Seprona decretó el decomiso urgente de los animales.

P. Pero, ¿el Seprona puede decretarlo sin una orden judicial?

R. Puede. Ellos tienen autoridad.

P. ¿Hay muchos decomisos de rehalas?

R. Nosotros llevamos siete. Y otro en una finca de Cabra, galgos en su mayoría. De hecho, eran galgueros que los tenían atados a olivos. Los perros estaban en unas condiciones horribles. Hemos participado en ocho decomisos, siete de ellos rehalas. Los perros de las rehalas están en unas condiciones muy malas, porque el rehalero le da una vida de maltrato atados a una cadena, aislados, sin cuidados ni atención veterinaria hasta el día en que se mueren. Y mueren con diez años y una cadena puesta.

P. Usted habla como si esto fuera un hecho generalizado.

R. Es generalizado. Totalmente generalizado.

P. Los cazadores no os deben de tener mucho cariño.

R. Ninguno.

P. ¿Y vosotros a los cazadores?

R. Yo no le tengo cariño a la caza. La caza es el problema. No tengo nada en particular contra ningún cazador. He conocido cazadores que te dicen que la caza de antes no tiene nada que ver con la de ahora. Que ahora se ha convertido en algo de ocio.

Nos encontramos con el boicot continuo de la izquierda al PACMA

P. ¿Y antes de qué era?

R. Ellos te dicen que era cuestión de supervivencia.

P. Hace ochenta años.

R. Los cazadores mayores nos decían que salían a matar conejos porque les hacía falta para comer. Ahora la caza es otro mundo. Crían animales y los sueltan en los cotos para matarlos. Eso me dicen.

La entrevista tiene lugar en un centro de protección animal ubicado en una finca de Villafranca. Las instalaciones están compuestas de tres módulos de interior con perreras compartimentadas y otras a cielo descubierto situadas en la parte posterior del edificio. Son las diez de la mañana y la práctica totalidad de los perros se encuentran en las perreras de exterior. El centro acoge ahora a 140 animales, la mayoría galgos abandonados por sus dueños. Acaban de limpiar y las naves presentan un saludable estado de pulcritud.

Las instalaciones fueron inauguradas en julio de 2021 en un proyecto impulsado por Galgos del Sur con un coste global de 360.000 euros. Todos los fondos proceden de donativos particulares, según indica Javier Luna. Muchos de ellos de filántropos extranjeros. Tres personas trabajan de manera estable para atender a los perros, incluida una veterinaria. Entre sus planes, figura la construcción de un módulo nuevo, que integrará un aula de formación, un centro veterinario y viviendas para voluntarios.

P. He leído en una revista de caza lo siguiente: “Pacma fomenta el odio hacia los cazadores”. Defiéndase.

R. Nosotros no fomentamos el odio hacia los cazadores. No es nuestro propósito. Nuestro propósito es concienciar a las personas de que la caza es mala para los animales. La caza es maltrato. Y ese es nuestro trabajo. Cualquier ataque a la caza lo toman como si fuera odio. Realmente lo que estamos intentando es demostrar a la sociedad que la caza no es lo que le han vendido.

P. La caza ha sido una actividad humana desde el principio de los tiempos.

R. Claro. Pero es que ahora está como deporte. El deporte de matar animales. En España existían cinco millones de perdices en cautividad. Yo he visto varias granjas. Es impresionante verlas. Cuando llega la temporada de caza las sueltan en el campo para repoblar el coto dos o tres días antes. O bien, en el mismo día de la jornada de caza, las lanzan al vuelo para que les disparen. O sea que los ecosistemas españoles están totalmente destruidos. Y los animales se están cuidando en cautividad. En España hay 280 granjas cinegéticas, muchas de caza mayor, donde crían los jabalíes para soltarlos en los cotos. Les dan pienso para criarlos.

La lucha de PP, PSOE y Vox por el voto de los cazadores no vale para nada

P. Para usted, ¿hay diferencia entre cazar para comer y cazar como deporte?

R. Hoy en día no es necesario cazar. Yo veo diferencia en los cazadores de antaño. En tiempos de la posguerra tenían que ir a cazar porque todo el mundo pasaba hambre. Entonces era una cuestión de supervivencia. Pero ya no.

P. Otra de las perlas de la revista: “Todas las historias de perros de caza abandonados son historias inventadas”.

R. Pues no. Tristemente son historias reales. Hemos vivido muchísimas y muy crueles de cómo tratan a los animales. No son inventadas. Puede usted ver aquí la cantidad de galgos que hay. Esos animales no nacen de los árboles. Y nosotros no criamos galgos. Nosotros los esterilizamos. Vienen de un mundo donde hay una cría masiva, seleccionan algunos y los que no sirven los abandonan.

P. Pacma cifra en 50.000 los perros de caza abandonados cada año. Hay que tener mucha imaginación, desde luego.

R. Hay un estudio que empezó a hacer Pacma hace dos años para intentar sacar los datos reales de abandono del mundo de la caza. Pedimos colaboración a las protectoras de animales porque las perreras públicas no quieren colaborar y no dan datos. En el último estudio sobre 180 protectoras, se habían recogido 12.500 perros de casa. Eso es un dato real. El año que viene vamos a seguir porque cada vez que hacemos el estudio recopilamos más datos. Y, si las diputaciones, que tienen servicio de recogida de animales para los pueblos menores de 5.000 habitantes, nos dieran sus datos, pasaríamos de los 50.000.

P. ¿El Seprona hace todo lo que puede?

R. Depende de las personas. Hay unidades que no hacen el trabajo que tendrían que hacer. Tienen un vínculo con el mundo de la caza bastante grande. Muchos conocen a los cazadores y a los propios rehaleros porque son gente de su pueblo. Y es complicado.

P. Hay connivencia entre la administración pública y el lobby cinegético.

R. Muchísima. Yo estuve reunido con altos cargos del Seprona y nos dijeron que tenían reuniones asiduas con la Federación Española de Caza. Igual que la Junta de Andalucía, con quienes también nos hemos reunido.

P. Pacma está tocando uno de los símbolos fundamentales de la cultura tradicional española: la caza y la tauromaquia.

R. Sí. Son tradiciones que han quedado totalmente obsoletas. Solo hay que ir a una plaza de toros para ver la crueldad extrema que se tiene hacia el animal. En las sociedades modernas es totalmente inconcebible. Solo siete países del mundo permiten la tauromaquia. Hay uno, Colombia, que la va a prohibir y va a dar tres años de prórroga a las personas que trabajan en el mundo del toro para que busquen otro empleo.

Los cazadores no nos tienen ningún cariño

P. ¿La España del toro embolao nos representa?

R. No. Cualquier aspecto relacionado con el maltrato a los animales no puede representar a este país. Y se ha potenciado muchísimo por las administraciones. Por eso digo que es maltrato legal. Ya es hora de que España vaya avanzando y realmente seamos un país que mira por los derechos de los animales, la protección del medio ambiente, de nuestra biodiversidad y de los ecosistemas. Nos estamos quedando muy atrasados con respecto a otros países.

P. Leo en prensa lo siguiente: “Más de 3.000 festejos populares con maltrato animal en España”. ¿Qué dice el dato de nuestro país?

R. Son 18.000 festejos con maltrato animal. Y 9.000 son en la Comunidad Valenciana. Aparte de los festejos taurinos tradicionales en la plaza, estamos hablando del toro embolao, el toro ensogado y los toros a la mar. ¡Cómo se puede tira un toro al mar! Es absurdo. Este verano ha muerto un toro ahogado.

P. Esto es España.

R. Sí. Esto es España. Para muchos, es motivo de orgullo, sobre todo en los términos rurales. Pero en los términos más urbanos, donde más población existe, es inconcebible que se estén maltratando animales de esa forma. Yo en mi entorno no conozco a nadie que vaya a una plaza de toros.

P. ¿Todas las tradiciones son respetables?

R. Para mí, todas las tradiciones que no conlleven maltrato a los animales, que no contaminen el medio ambiente y que sean éticas con las personas. Una tradición también tiene que respetar los derechos humanos. No solamente los derechos de los animales.

P. ¿Por qué hay que cuidar a los animales?

R. El propio código civil ya lo dice. Son seres sintientes. Pasan hambre, pasan calor, pasan frío. Es verdad que cada especie tiene unas necesidades etiológicas diferentes pero son animales que sienten y padecen. Y no tienen que ser objeto de maltrato.

P. ¿Maltratar vaquillas es cosa de hombres?

R. En los vídeos que me llegan, entre quienes maltratan a las vaquillas hay muchísimos hombres. Estamos hablando del 99%. Es muy raro ver a una mujer.

P. ¿Y a quién teme el Gobierno: al lobby cinegético o a la pérdida de votos?

R. A la pérdida de votos. En el momento en que el lobby cinegético no le aporte votos lo descartará. Pero estamos hablando de que en el mundo de la caza hay personas con muchísimo poder. El 85% del territorio español es territorio cinegético. Ese territorio pertenece a muchísima gente con mucho dinero y esa gente ha decidido explotar sus tierras como coto de caza. Hay una influencia muy grande de los propietarios de los cotos hacia el Gobierno.

Hay que quitar todas las vallas cinegéticas. El campo tiene que ser libre

P. En España hay 850.000 licencias de caza y 4.582 bibliotecas. ¿Le salen las cuentas?

R. Las licencias de caza las dan gratis. Es verdad que están bajando muchísimo. Se están intentando dirigir ahora a la gente joven y la gente joven ya no quiere cazar. Están intentando atraer también a cazadores de otros países. Es increíble que no se apueste tanto por la cultura y se apueste por dar la licencia de caza de forma gratuita, como en Castilla y León. O bonificar el 50%, como en Andalucía.

P. ¿La caza qué es: industria o cultura?

R. La caza es muerte, negocio y diversión. Para algunos, es simplemente un negocio. Hay empresas que se lucran organizando monterías y cacerías, y otras con la venta de carne de caza. Hay dueños de cotos que ni siquiera son cazadores. Y luego está la gente que se divierte matando.

P. Pacma sacó 165.000 votos el 23-J. Los cazadores os ganan por goleada.

R. Porque todo el voto animalista no está reflejado en Pacma. Queremos que la gente animalista priorice votar a un partido animalista. Nos estamos encontrando el boicot continuo por parte de la izquierda al Pacma. Porque la izquierda quiere acaparar el voto animalista y utilizarlo como instrumento de que van a hacer cosas por los animales. Pero luego, cuando llegan al Gobierno, no hacen nada por ellos. Intentan transmitir que votarlos es más útil que el voto al Pacma. Y la realidad es que cuantos más votos se den al Pacma, más hacen las administraciones por los animales. ¿Por qué? Porque si ven que la sociedad está dispuesta a priorizar su voto en un partido animalista significa que los animales importan y es un nicho de votos. Cuando el Pacma empezó a subir en votos, empezaron a recibirnos en las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y a desarrollar políticas municipales en base a los programas de Pacma.

P. ¿Podemos y Sumar son animalistas?

R. No. De hecho, si ve sus programa se limitan a aspectos muy básicos y enfocados al tema de los animales domésticos. Lo que realmente no les haga perder votos.

P. ¿Para qué queréis entrar en el Parlamento?

R. Para poner en valor las políticas de defensa de los animales. Y no solamente de los animales. También del medio ambiente. En los debates electorales nadie habló de medio ambiente, cuando hoy en día tiene que ser una prioridad por la crisis climática. Dicen que Pacma no habla de personas. Proteger el medio ambiente es proteger también a los animales y a las personas.

Las macrogranjas son el peor maltrato

P. ¿Pacma es un partido de izquierda o de derecha?

R. Ni de izquierda ni derecha. Estamos reivindicando un espacio verde que existe en Europa y aquí no. Es verdad que el espacio verde es un espacio progresista. Mucho más progresista que lo que reivindican los partidos de izquierda. Porque el espacio verde se preocupa más de todos: de las personas, de los animales y del medio ambiente.

P. En España hay partidos ecologistas.

R. Equo desapareció. Se metió dentro de Podemos. Una buena alianza podría haber sido Pacma y Equo. Su líder formó Alianza Verde y Sumar no ha querido contar con él. Ya no se presentan a las elecciones por su cuenta porque han perdido a sus votantes y a sus afiliados.

P. ¿Pacma tiene programa sobre educación, sobre sanidad, sobre relaciones laborales?

R. Nosotros apostamos por una educación y una sanidad pública y de calidad. Si los servicios públicos no tienen calidad para poco sirven a los ciudadanos. Y apostamos por el apoyo al tejido empresarial, sobre todo a los autónomos y a las pymes, que son las que generan la mayor riqueza en nuestro país.

P. ¿Mientras más aprieta Pacma contra la caza y los toros más fuerte se hace Vox en el mundo rural?

R. La guerra por el voto rural se ha establecido entre el PP, el PSOE y Vox. Esos partidos entienden que favoreciendo más al mundo de la caza van a conseguir más votos en el medio rural. Y muchas veces te encuentras que en el medio rural no quieren ni caza ni ganadería. La comarca de los Pedroches potenció la caza y la ganadería, y es la zona más despoblada de la provincia de Córdoba. ¿Y qué quieren ellos? Quieren industria. Algo que genere empleo durante todo el año. El mensaje es equivocado y esa lucha que tienen por el voto de los cazadores entre el PP, el PSOE y Vox no vale para nada. El PSOE no la ha rentabilizado.

P. ¿Por qué defiende la derecha tradicional la caza y los toros como símbolos identitarios?

R. Vox ha tirado no solamente del PP, sino también del PSOE. Hay que escuchar a García Page, y a otros muchos, lo taurinos y cazadores que son. El PP y el PSOE están intentando disputarse ese tipo de votos. Yo no sé por qué un partido como Vox intenta que estas tradiciones sean un valor. No lo entiendo muy bien. Sus partidos homólogos de la extrema derecha europea no fomentan el maltrato animal. De hecho, todos los partidos europeos, de izquierda o derecha, entienden que el maltrato animal está mal. Menos en España, que la derecha apuesta fuertemente por el maltrato animal.

P. Spain is different.

R. Totalmente.

Están intentando captar a la gente joven. Y la gente joven ya no quiere cazar

P. Pacma es una organización mayoritariamente femenina. El 75% de las cabezas de lista son mujeres. ¿Sabe por qué?

R. Principalmente porque hay una mayor concienciación de las mujeres en el respeto a los animales.

P. ¿Y por qué?

R. Yo no sabría decir. Las mujeres han liderado movimientos donde ha habido más desprotección o donde ha habido menos apoyo de las instituciones. Entiendo que son más empáticas.

P. Usted es una anomalía en Pacma.

R. Hay también un 20% de hombres. Pero la verdad es que la mayoría son mujeres.

P. ¿Los hombres no tenemos empatía con el dolor ajeno?

R. Sí la tenemos, pero dentro de lo que es el mundo de la protección animal, pues no se había descubierto. Es verdad que cada vez hay más hombres concienciados con el respeto hacia los animales. Y llegaremos al 50%.

P. ¿Los jabalíes son una plaga?

R. No. Yo no considero a los jabalíes una plaga en ningún momento. ¿Consideramos a 2.000 personas que están en una playa como una plaga? Simplemente son animales y si causaran algún tipo de molestia, apostamos por una gestión ética. Lo que pasa es que una gestión ética cuesta dinero. Nosotros se lo hemos planteado a la Junta de Andalucía con el tema de la esterilización de los jabalíes, pero dicen que no porque cuesta mucho dinero. Siempre apostamos por la gestión ética más que por erradicar. Nosotros apostamos por la vida.

P. ¿Prohibido perros en las playas?

R. No. Los perros tienen que estar en la playa igual que las personas. Además es algo que cada vez se reivindica más. En sitios como Málaga o Cadiz hay una mentalidad muchísimo más animalista que en el interior.

P. ¿Qué hacemos con las vallas cinegéticas?

R. Tal como dice la plataforma A Desalambrar, las quitaba todas. El campo tiene que ser libre.

P. ¿Las macrogranjas son maltrato animal?

R. El peor de todos. Yo he tenido la oportunidad de entrar en una de cerdos y lo que he visto allí me espantó.

P. ¿Qué vio?

R. Animales hacinados en espacios muy reducidos. Animales enfermos. Cada día mueren unos cuantos y tienen contenedores para echarlos. Los crían de forma masiva para la alimentación humana. Y el trato ético que se les da a los animales se debería cuestionar. Y esto ya no es un problema únicamente de España. Es un problema de todos los países.

P. En España hay 6,5 millones de perros y gatos. ¿Nos hemos vuelto locos?

R. Yo pienso que son muchos. Deberíamos de apostar como otros países por el tema de la esterilización. Eso provocaría que haya menos camadas indeseadas. Los perros acaban abandonados o en la perrera. Hay muchísimos animales para adoptar y muchos se mueren de mayores en protectoras de animales. Es exagerado. Deberíamos optar porque hubiera el mínimo de animales posibles sin adoptar.

P. ¿Crece el número de animales domésticos porque crece la soledad?

R. Es verdad que hoy en día muchas personas necesitan la compañía de un animal. La soledad es uno de los aspectos por el que se están adoptando más animales. 

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