Javier Jiménez: “De ideas vamos sobrados, lo que nos faltan son implementadores”
Javier Jiménez es una especie de hombre del Renacimiento de la tecnología. Este cordobés -músico, DJ, programador informático y empresario- gestiona desde un local en Santa Rosa y una oficina en la Calleja de Barqueros varias compañías que desde Córdoba trabajan para medio mundo.
Una de ellas, GrayHats, patrocina el Salmorejotech, un curioso evento tecnológico que por vez primera trata de reunir en Córdoba a todas las empresas, a todos los emprendedores y a todos los creadores de la ciudad que están trabajando en ese abanico tan amplio llamado nuevas tecnologías.
Jiménez tuvo un grupo, Limousine, con el que grabó cuatro discos. Uno de ellos tuvo especial éxito en Japón, justo en el momento en el que el mundo de la música se estaba transformando. Y de eso va precisamente esta entrevista, de cómo la tecnología lo está cambiando todo cada vez más rápido y cómo hay que adaptarse lo antes posible para no quedarse atrás.
PREGUNTA. Este viernes patrocináis el Salmorejotech. En Córdoba hay algo que sale del agua del grifo para que a las empresas tecnológicas no les vaya del todo mal. ¿Por qué?
RESPUESTA. Básicamente la Universidad de Córdoba y los institutos que hacen ciclos que son buenos. Córdoba tiene algo muy especial que no sé por qué se produce. Nosotros lo sabemos porque hemos trabajado con muchas empresas de fuera España y hemos buscado desarrolladores por medio mundo. Hay una relación calidad-precio muy buena. No sé por qué pasa. El coste de la vida en Córdoba es relativamente aceptable en comparación con otras partes del mundo. Y una cosa importante que hay que saber del mundo de la programación es que es un sector totalmente globalizado. Importa bastante poco dónde tengas los desarrolladores mientras tengan Skype. Córdoba tiene una buena universidad y tiene una buena relación calidad-precio.
"Los que se arriesgan son de fuera de Córdoba, contratan el talento aquí y lo implementan y ganan dinero fuera"
P. Pero quitando eventos como este Salmorejotech, el sector tecnológico de Córdoba va bastante a su bola. Este encuentro ha surgido gracias a la Universidad pero cada uno hace la guerra por su cuenta. Es un sector muy potente con base en Córdoba que ni han detectado las instituciones. Y no sé si eso es algo bueno o malo.
R. Es uno de los grandes problemas endémicos de la ciudad. Habitamos en la ciudad pero parece que estemos en pueblos: está el pueblo del Ayuntamiento, el pueblo de la Universidad, el pueblo de las empresas... Son cosas diferentes. De hecho, este Salmorejotech no lo organiza la Universidad en sí misma sino el Aula de Software Libre, que es un proyecto de una persona que se llama Sergio Gómez, de la Universidad, y que es algo que ha montado él con sus recursos y con algo de ayuda de la institución académica, pero totalmente independiente. Es un proyecto muy interesante. Pero es cierto que falta mucha coordinación entre los actores.
P. Aquí hay empresas como GrayHats que trabaja en Oriente Medio, en la India, en Estados Unidos... Ahí enfrente está Genially, con millones de usuarios en todo el mundo... Hay empresas que están trabajando en cordón pero que tienen vocación fuera. Me imagino que será un poco por eso por la que no nos notamos unos a otros.
R. Sí, ten en cuenta que hoy día el mundo está tan globalizado que con un portátil pequeñito en una mochila pequeñita en la playa puedes trabajar. Y con las herramientas de colaboración que existen hoy día no hay que estar tan juntos. Es bueno estar juntos, pero ya no hace falta. Eso hace que estas empresas en Córdoba puedan puedan trabajar para compañías que están fuera. Nosotros tenemos clientes que has mencionado, en Estados Unidos, en Oriente Medio, en Australia acabamos de crear un par de webs... El único problema que tenemos es que a veces tienes que contestar correos a medianoche. Es una gran ventaja que si sabemos aprovecharla es algo interesante.
"El mejor máster que puede hacer cualquier estudiante es sacarse un C1 de inglés"
P. Es importante saber inglés para eso.
R. Tengo una anécdota muy curiosa de eso. Yo colaboro con el departamento de Análisis Numérico de la Universidad y di una charla sobre seguridad. Después los alumnos me preguntaron que qué máster podían hacer. Les dije que el mejor de todos es un C1 de inglés. Es muy importante saber hablar inglés. No leerlo o escribir un correo. Hay que saber hablarlo y expresarse en inglés. Eso te abre muchísimas puertas.
P. Desde luego, pero hay que tener ideas y arriesgarse.
R. De ideas vamos sobrados. Todo el mundo tiene ideas, se levanta por la mañana y tiene una. A mí me cuentan ideas a diario. Lo que nos faltan son implementadores. Es decir, gente que implemente esas ideas. Eso es más complejo. Una idea como Facebook ha triunfado porque la hizo Marck Zuckerberg y la implementó muy bien. Cualquier idea hay que implementarla muy bien. Y lo que has dicho de arriesgarse. No. Aquí en esta ciudad no pasa eso. Y es una pena: los que se arriesgan son de fuera, contratan el talento aquí y lo implementan y ganan dinero fuera. Eso es algo muy poco inteligente para nosotros. Gastamos dinero en formar a gente en la Universidad y después se aprovechan empresas de fuera. El riesgo que corren ellos está bastante controlado. En tecnología hoy día casi todo lo que se hace medio bien gana dinero. Pero en Córdoba hace falta algo de riesgo. Es complicado que el capital invierta en proyectos de tecnología.
"A alguien con dinero en Córdoba le cuesta mucho trabajo invertir en algo que no sea ladrillo"
P. ¿Por desconocimiento, por miedo?
R. Por costumbrismo. A alguien con dinero en Córdoba le cuesta mucho trabajo invertir en algo que no sea ladrillo, algún fondo de inversión o algún producto bancario, y en negocios que medianamente controlen como puede ser el campo.
P. Pero puede haber un desconocimiento mutuo. Quizás ese capital no sabe exactamente qué es lo que estáis haciendo.
R. Sí, sí, claro. Nos falta una tarea divulgativa desde el punto de vista de la tecnología. Por ejemplo, ahora nosotros colaboramos con fondos de inversión para reducir el riesgo. Un fondo de inversión es un grupo de personas que tiene dinero por algún motivo y que decide invertir en tecnología. En la mayoría de los casos, esos fondos no saben qué hacen esas empresas. Es cierto que hace falta una figura de alguien que se lo explique, que le haga ver que eso tiene futuro y que la tecnología es futuro. Si hoy día alguien con dinero estuviese buscando algo en lo que invertir, la tecnología es un punto. Ellos mismos, que son los que tienen el dinero y el fondo, tienen que ponerse las pilas.
"Silicon Valley, Berlín que es el Silicon Valley de Europa o Nueva Zelanda tienen un punto en común: tienen fondos de inversión"
P. El capital privado de Córdoba se sorprendería si conociera el nivel de crecimiento que tienen algunas de las empresas tecnológicas de la ciudad.
R. Sí, y lo que puede aportar la tecnología a sus propios negocios. Pero es un tema que tienen aparcado, por desconocimiento y por miedo. Aquí también el problema lo tenemos nosotros: ahora mismo el sector de la tecnología tiene cierto éxito porque hay una demanda tan grande que ningún empresario necesita mucho capital. Lo consigue. Y tampoco nos esforzamos mucho en explicarlo. Pero es cierto que algunas entidades deberían hacer algunas jornadas donde se explicase que invertir en tecnología no tiene tanto riesgo. Silicon Valley, Berlín que es el Silicon Valley de Europa o Nueva Zelanda tienen un punto en común: tienen fondos de inversión y apuestan por las cosas. No es que allí sean más listos, que no lo son. De hecho, ellos contratan aquí a la gente.
P. Hay empresas allí que logran el dinero y que os acaban subcontratando a vosotros aquí.
R. Claro. Es muy curioso. Es lo que no se entiende aquí, incluso para un banco. Cuando una empresa de tecnología va a pedirle dinero a un banco y hablamos de intangibles, un código no es algo físico que puedan embargar tan fácil, pues no te suelen dar dinero. Y claro, ahora hay muchas entidades que están poniendo oficinas especializadas para prestar dinero a empresas de tecnología. Pero aún hay mucho por hacer. En eso en Estados Unidos nos llevan 50 años de ventaja.
P. Ahora mismo, ¿cuál es la tecnología que más te está fascinando de toda la que está viniendo?
R. Pues mira, hay tres sectores que me fascinan especialmente: el primero el de la inteligencia artificial, que desde los años noventa se ha revitalizado y va a cambiarlo todo. Y dos que van muy de la mano: la realidad virtual me fascina y hay muchas empresas haciendo muchas cosas muy interesantes en este campo. Es algo que está por venir. Y después de los interfaces cerebro-máquina: cómo te relacionas con el ordenador es algo que va a cambiar también. Ahora mismo lo hacemos con un teclado y un ratón. Pues ya hay muchas cosas que se están haciendo en el campo de la realidad virtual monitorizándote los ojos. Te renderizan determinadas cosas a las que estés mirando. Y hay interfaces con hologramas donde no solo los puedes ver sino que también los puedes manejar con tu cerebro. Ellon Musk acaba de invertir mucho dinero en una empresa que se llama Neuralink que te pone electrodos en el cerebro y puedes hacer cosas.
"Hoy día las máquinas han superado al ser humano"
P. Así nos convertimos en cyborgs.
R. Ellos lo están haciendo ahora para curar enfermedades principalmente psicomotrices, con gente paralítica o incluso con cegueras. Aquí en Córdoba el Hospital La Arruzafa ha implementado esta tecnología. Ellos hicieron poder ver a una persona que era invidente con un ojo biónico. Esto está relacionado. Eso me fascina. Es un paso muy grande. Nosotros empezamos con aplicaciones. Ese campo me deja de interesar porque ya hay un montón de gente haciéndolo. Ahora se está poniendo interesante algo más valioso, cuando la tecnología se aplica a problemas realmente importantes como curar enfermedades. Hay otro campo que me fascina como es el de la economía circular. Se está avanzando muchísimo en ese aspecto con reciclado y materiales. La tecnología no es solo informática.
P. Ahora también está empezando a pegar fuerte lo de que nos metamos chips vía subcutánea y con ellos paguemos y abramos la puerta de casa. Es como ciencia ficción pero ya mismo aplicada a nuestro día a día.
R. De hecho no te extrañe que pronto eso deje de ser algo inmoral, que es como lo vemos ahora mismo. Es curioso. Te cuento una anécdota muy rápida. Hace muchos años trabajé para Motorola en un proyecto y me enteré de que estaban desarrollando una cápsula que tú te tragabas y no tenías que meter contraseñas. Durante dos días, te tragabas la cápsula y no tenías que poner contraseñas. A mí me pareció ridículo, y de hecho aquello no triunfó. Pero sí, empezó por la ropa inteligente, la realidad aumentada y ahora no lo veo mal.
P. ¿Qué es lo más inminente que nos va a cambiar la vida? Llegó el móvil y para comunicarnos no nos hacían falta cables. ¿Cuál es la tecnología que nos va a cambiar? También he leído que en el futuro no va a haber móviles. Nosotros vamos a ser los móviles.
R. Bueno. No sé. El móvil es un aparato. Eso es algo que no veo tan disruptivo. Pero, ¿qué va a cambiar? Yo creo que la conducción autónoma, desde luego. La inteligencia artificial y sobre todo la robotización. Si te fijas en la educación que se imparte en las escuelas todo está muy orientado a la primera revolución industrial. Nos están enseñando a trabajar en fábricas, es algo que hacía falta en ese momento, a recordar cosas y a funcionar de una manera automatizada. Básicamente, estamos imitando a las máquinas. Pero hoy día las máquinas han sobrepasado ese límite y han superado al humano. Ya no podemos competir con las máquinas. Esa robotización va a hacer que nuestro sistema educativo, y el de recursos humanos para muchos trabajos que se van a automatizar, van a provocar un enorme cambio social. Pero ese cambio social se tiene que producir ya en la escuela. Tienen que empezar a enseñar a gente a no ser robots. Ya hay robots mejores que los seres humanos. La conducción es uno de esos cambios. O estar tras una caja en un supermercado. Amazon ya tiene un espacio que no tiene cajero. Te monitorizan, te hacen la caja y te lo mandan al móvil. Eso va a suponer un cambio social muy grande.
"Las escuelas tienen que empezar a enseñar a gente a no ser robots porque hay robots mejores que los seres humanos"
P. Aquí en Córdoba está el Decathlon, que tiene cajas sin cajeros. Es una caja a la que vas echando cosas y como está lleno de sensores te va calculando la cuenta, hasta que pagas y te vas.
R. Sí, sí. Como Amazon Go. En Estados Unidos tienen tres o cuatro. Pero ya ni eso. Te monitoriza una cámara que sabe qué es lo que compras. Tú coges lo que quieres, sales por la puerta y te lo carga al móvil. Lo hacen todo con inteligencia artificial. Ese es un ejemplo de cómo se está moviendo el mundo. Al final llegará. Ha pasado a lo largo de la historia de la humanidad. Cuando algo facilita las cosas se aplica.
"El hombre o la mujer tienen que dedicarse a eso, a ser hombre o mujer. Tienen que empezar a usar su cerebro para lo que realmente se hizo. Y eso sí que va a ser un cambio"
P. Es más cómodo y más barato. Para las empresas que invierten en tecnologías probablemente les va a ir mejor así.
R. Sí. Incluso produces de una manera más eficiente. Los humanos somos máquinas cutres. Somos humanos. Nuestra fuerza está en la creatividad, en hacer cosas que no están en guion. Ahí tenemos un disco de Kraftwert y ellos ya lo decían: en 1976 estaban hablando del hombre-máquina. Ahora, la máquina ha superado al hombre. El hombre o la mujer tienen que dedicarse a eso, a ser hombre o mujer. Tienen que empezar a usar su cerebro para lo que realmente se hizo. Y eso sí que va a ser un cambio.
P. Pero al menos harán falta programadores para estar pendientes de toda esa tecnología. La robotización cambiará el mundo del trabajo, ya no habrá cajeros en el supermercado...
R. ... o podrán hacer algo que le dé valor añadido a lo que hacen actualmente. Cuando un trabajo muere otro nace. En la historia de la humanidad nunca nos hemos quedado sin trabajo. El trabajo no desaparece, solo se transforma. Hay que transformarse. Antes, una persona hacía 50 años lo mismo. Ahora, en 50 años tienes la posibilidad de hacer tres cosas diferentes. Ya que tienes solo una vida, pues mira, es más divertido.
P. Pero la gente en su vida laboral suele buscar seguridad.
R. Eso es independiente. Si tú eres una persona que haces bien algo a lo que te dediques, no hay problema. Lo que pasa es que asociamos seguridad a inmovilismo. Eso no es así. Eso nos lo han inculcado pero no es así.
"La gente tiene demasiado miedo al fracaso"
P. Aquí la gente estudia para ser funcionario, o sea, para tener un trabajo para toda la vida que te dé seguridad. Lo que es difícil es estudiar para emprender.
R. La pregunta es por qué lo hacen. Creo que la mayoría de las veces por miedo al fracaso. Ese es otro gran tema de discusión. La gente tiene demasiado miedo al fracaso. Esa es otra cosa que nos diferencia de Silicon Valley. Aquí es “como soy funcionario, ya tengo trabajo y ya le metan fuego a esto”. Para una persona, pensar y trabajar así... hay que valer para eso. Hay que valer para estar 40 años haciendo lo mismo.
P. La cultura anglosajona, y la protestante, valora mucho que aunque fracases y muerdas el polvo, puedas resurgir. En la nuestra los errores casi nunca se perdonan.
R. No. Creo que en todos los sitios es igual. Lo enfoco por otro sitio. Si hablamos de cultura protestante o católica, parece que no pero influye cómo somos. Aquí hay una parte de la sociedad que piensa que todo sucede porque hay un tercero que se lo provee. Lutero decía que te lo tienes que currar tú, básicamente. Y hay otra parte de la sociedad que cree que todo pasa gracias a Dios. Y Dios es el gobierno que te da trabajo para toda la vida. Esa es una visión muy diferente de la vida. Los anglosajones son el llanero solitario en muchas cosas. Son individualistas, es una cultura donde te tienes que hacer a ti mismo, los problemas no esperan que se los solucione el Gobierno, sino que ellos mismos los tienen que arreglar. Eso se lo han inculcado. Aquí hay otra cultura: que el problema te lo tiene que solucionar un tercero. Esa es la diferencia. ¿Qué pasa? Si te ves solo y fracasas, pues no te queda otra que decir: o me muero o lo vuelvo a intentar. Si tienes una vía de escape o un salvavidas, al final lo coges y te quedas ahí.
"Córdoba es una ciudad rezagada en tecnología"
P. En el vídeo te preguntábamos por cómo te imaginabas la Córdoba del futuro. Después nos comentabas que Córdoba es una ciudad resistente a la tecnología.
R. Rezagada. Sí. En el ciclo de adopción de tecnología están los innovadores, los adoptantes tempranos, los pragmáticos y los rezagados. Los rezagados son los que usan la tecnología cuando ya no les queda otra. Es un mal necesario y no les gusta. Tal vez tiene que ver con lo que comentabas antes, que la gente se resiste porque no lo conoce. Pero en Córdoba somos un poco así. A mí me sorprende mucho toda la historia que ha habido con Uber. Me sorprende que una empresa americana venga a España a dar un servicio que se podía hacer con que hubiésemos hecho la misma aplicación. Al final los usuarios lo único que queremos en vez de llamar a un taxi o ponernos en una esquina a esperarlo es ver por dónde viene, que me facilita el pago... Al final se hará una aplicación como la de Uber. Se están haciendo en todas las ciudades del mundo. Por eso digo que aquí cuesta mucho. Te voy a decir más: mucha parte de culpa de esa resistencia la tenemos los propios informáticos y los propios ingenieros. Es muy complicado que evolucionen. Es como en todos los trabajos. A muy poca gente le gusta estar actualizándose todos los días. Si eres abogado o cocinero, lo que haces no evoluciona tan rápido. Pero en tecnología lo hace a un ritmo vertiginoso y te obliga a un ratio de actualización muy grande. Los ingenieros e informáticos somos los que muchas veces ralentizamos el cambio. Tenemos nuestra parte de culpa en esa resistencia.
"A muy poca gente le gusta estar actualizándose todos los días"
P. Son cosas que sabes hacer muy bien ahora. Pero si viene una diferente tienes que volver a aprender para dominarla y volver a hacerlo tan bien como antes.
R. Claro. Mira, el mundo de la tecnología en 2009, por poner diez años, es radicalmente diferente a como es hoy. Los lenguajes de programación que se usaban, aunque mucha gente no esté de acuerdo, ya están en desuso. La forma en la que tratábamos los servidores es totalmente diferente a como lo hacemos hoy. Y son diez años. Cuando la vida profesional de un ingeniero son 30 o 40, en diez años ha cambiado todo, todo lo que estudiaste en la carrera, todo en lo que fuiste bueno, todo lo que has tardado mucho en aprender. Ya no es así.
"El mundo de la tecnología en 2009, por poner diez años, es radicalmente diferente a cómo es hoy"
P. Hace diez años no había servidores en la nube. Todavía hoy cuando le explicáis a muchos que vais a montar un servidor en la nube hay gente que mira hacia arriba.
R. Sí. Hay un buen ejemplo de cómo los propios informáticos somos resistencia. Si tú le dices a alguien que te ponga un servidor en la nube hay muchos que responden que no, que se quedan sin trabajo. ¿Pero cómo te vas a quedar sin trabajo? Se pueden hacer más cosas. Nos resistimos. ¡Pero si es lo mismo! Lo único es que ahora no te tienes que preocupar de una cierta cantidad de cosas de las que antes sí. Entonces, es complicado. En realidad, el resumen es que se está avanzando muy deprisa y ese es en un factor clave para la competitividad de las empresas. Hay que ser inteligente para no perder ese tren.
"Los países más bélicos son los que desarrollan más tecnología"
P. Voy más allá y nos ponemos a nivel de países. Este fin de semana leía a Joaquín Estefanía hablar sobre quién innova. Y decía que Europa, que innovó mucho durante el siglo XX, ha dejado de hacerlo y que ahora se ha convertido en un gran museo. Por el contrario, los que innovan son Estados Unidos y China.
R. Bueno, para empezar, esto está muy relacionado con el tema bélico. Europa crea tecnología para ganar guerras. Estados Unidos lo hizo para ganar la Segunda Guerra Mundial. Los países más bélicos son los que desarrollan más tecnología. Ahora mismo algo se ha parado, gracias a Dios, porque hay menos guerras que hace un siglo. Ahora la guerra es comercial y empresarial. Estados Unidos adelantó mucho por la Segunda Guerra Mundial y por haber ido a la Luna, algo que mucha gente no se cree. Ir a la Luna sirvió para desarrollar mucha tecnología. El sistema que se utilizó para mapear la superficie lunar, el Lidar, es la tecnología que se está usando para facilitar la circulación autónoma. O sea, un sistema que se inventó hace 50 años se está utilizando para eso. Fíjate todo lo que inventaron solo para ir a la Luna. Fue un viaje tecnológico. Ahora hay desarrollada más tecnología que todavía no está implementada. China no es un gran desarrollador de tecnología, es un gran implementador de tecnología. Hay un libro muy interesante sobre inteligencia artificial de Kai-Fu Lee. Él habla de China y dice que estamos en la era de la implementación, y que en eso los chinos van a ganar. “No vamos a ganar con ideas”. Las ideas siempre vienen de América o Europa, pero dicen los chinos que ellos lo van a implementar más rápido. Esto es algo que enfada un poco a Trump y que enfada a mucha gente. Nosotros inventamos, pero llegáis vosotros, lo hacéis más rápido y mejor. Y los chinos dicen: bueno, esto es lo que hay.
"China no es un gran desarrollador de tecnología, es un gran implementador de tecnología"
P. La guerra como el origen de todo es un sofisma de los presocráticos. En el Renacimiento, en las calles de Florencia había muertos casi todos los días y alumbraron a Miguel Ángel o Leonardo. Mientras, Suiza tuvo 200 años de paz y solo inventó el reloj de cuco.
R. Es completamente cierto. Hay una relación bastante directa entre los países que han desarrollado tecnología y la guerra. ¿Cuándo ha desarrollado Estados Unidos tecnología? Cuando está en guerra. Internet se inventó como un proyecto militar. La característica clave de internet es que es distribuido. No se puede romper internet porque no está centralizado. Se inventó a prueba de bombas. Por más que se lo intenten cargar no van a poder: con dos servidores, tienes internet. Con que tú y yo nos montemos aquí un servidor tendremos internet. El bitcoin se inventó distribuido para que nadie se lo pueda cargar.
"Ver en un balance la partida de I+D+i en España es algo muy complicado"
P. A día de hoy es imposible.
R. Es muy complicado. El blockchain se inventó en tiempos de guerra.
P. Para crear tenemos que ir a la desesperada, que alguien nos va a mover las sillas.
R. Claro. Cuando hablamos de que mucha tecnología se inventa en tiempo de guerra es porque se tiene miedo de morir, básicamente. Por eso se corre más. Ahora estamos en tiempos de paz y corremos menos. ¿Por qué Israel es otro Silicon Valley? Invierte mucho en tecnología sobre todo militar.
P. Hoy día cualquier empresa de Silicon Valley invierte más que toda España en I+D+i.
R. Ver en un balance la partida de I+D+i en España es algo muy complicado.
"Montamos un sello discográfico en 2004. Es como si creas una inmobiliaria en 2008"
P. Empezaste a notar los cambios tecnológicos en la música. Vienes de ahí, has sido músico y productor. Y es un negocio que no tiene nada que ver ahora con lo que había hace diez años.
R. Sí, es curioso. Yo fui una víctima de la tecnología. Nosotros montamos un sello discográfico, Eureka, con Fernando Vacas en 2004. Es como si montas una inmobiliaria en 2008. Nosotros vivimos todo el derrumbe que provocó desde Napster hasta todo el pirateo de la música. Yo siempre lo defendí. Pensé que ese era el modelo y que teníamos que evolucionar y no quejarnos. Recuerdo en un festival de Glastonbury al que fui con un amigo al que le dije que en cinco años ni siquiera se van a fabricar reproductores de CDs. Ellos vendían CDs. Hubo un silencio. Y no fueron cinco años, en cuatro ya no se vendían.
P. Aún así hoy, según la lista Forbes, el artista que más dinero gana, que es Ed Sheeran, tiene más ingresos de los que jamás tuvieron los Beatles o los Rolling.
R. El negocio de la música no se centra solo en la música. Ed Sheeran ganará más haciendo anuncios que por Spotify, seguramente. La música es un negocio raro. Los artistas siempre han ganado dinero dando conciertos. Lo de la industria discográfica es una cosa un poco rara, que pasó desde los Beatles hasta que nació Napster. Ahora han vuelto las aguas a su cauce. Los músicos ganan mucho dinero haciendo conciertos, vendiendo cosas... Pero no con los discos.
"Ahora han vuelto las aguas a su cauce. Los músicos ganan mucho dinero haciendo conciertos, vendiendo cosas... Pero no con los discos"
P. La gente paga por verte más que por escucharte, algo que puede hacer en cualquier plataforma. Y Spotify reparte muy poco.
R. Reparte poco. Tuve un sello discográfico, un grupo musical con el que editamos cuatro discos, Limousine... Y ya pensábamos que la música debería ser gratis. Pero si quieres verme tocar, paga.
P. Un concierto es una experiencia.
R. Así es. Que alguien que ponga tu música por la radio tenga que pagar derechos de autor...
P. Sí, es un poco absurdo. Este fin de semana tenemos a Manuel Carrasco con dos conciertos en la Plaza de Toros y la llena.
R. Eso da para otra entrevista. El copyright es algo que ha hecho mantener un status quo del músico que tiene dinero para promocionar. Gracias Dios con internet eso se ha roto. En la época en la que se vendían discos los grupos no tocaban. New Order, que es uno de mis grupos favoritos, solo sacó discos y nunca tocó. Ahora tiene que hacer conciertos. Antes solo ganaban dinero el de la discográfica y el de los derechos de autor.
P. Tú que has tenido un sello discográfico. También tiene su magia producir un disco.
R. Claro. Ni Fernando, mi socio, ni yo nos hemos considerado nunca productores de discos. Nosotros producimos canciones y artistas. Cuando producimos a Russian Red, que después vendió un montón de discos, el disco en sí no nos importaba mucho. Le ayudamos con sus canciones y con sus arreglos. Produjimos a una artista y canciones, pero no un disco.
P. ¿Algún momento mágico con un artista?
R. Siempre recuerdo algo que pasó con precisamente con Lourdes (Russian Red) grabando el disco I love your glasses. Ella grababa los fines de semana y nosotros producíamos y arreglábamos entre semana. Era sábado por la mañana, llovía y yo tenía una buena resaca. Fernando no estaba y yo tenía que enseñarle a Lourdes la producción que habíamos hecho de una canción, Kiss my elbow. Fernando había hecho unos arreglos de cuerda, piano y trompeta apoteósicos y yo le había metido unos efectos a la batería de los cuales me sentía muy orgulloso. La canción había cambiado bastante de como ella la dejó, y yo temía que ella dijera que no le gustaba. Le dí a play y la canción empezó a sonar, cuando entró el estribillo y el arreglo de cuerda la miré de reojo para ver si le estaba gustando. Ella tenía los ojos llenos de lágrimas. Yo también me emocioné. Allí nos quedamos los dos llorando y disfrutando gracias al arte. Fue uno de esos momentos.
P. Por cierto, que por esa sala de producción de Fernando Vacas ha pasado Rosalía cuando nadie la conocía.
R. Sí, yo la grabé.
P. ¿Pensábais que iba a llegar tan lejos entonces?
R. No la conocía. Pero no, yo no lo pensaba. Me parecía que tenía un gran magnetismo.
P. Hay que ver los milagritos que pasan en Córdoba.
R. Sí, en Córdoba hay mucho talento. Pero nos falta visión en la parte del negocio.
P. Podemos resumir la entrevista ahí.
R. Sí. No quiero culpar a las instituciones por ello, que ya tienen bastante. Pero tenemos que mirar a la parte privada. Hay muy poca inversión en ideas y en hacer cosas fuera. Es igual que en la agricultura, que todavía seguimos plantando lo que cultivaban los romanos. Me sorprende que sigamos haciendo lo mismo 20 siglos después.
"En Córdoba hay mucho talento. Pero nos falta visión en la parte del negocio"
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