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Adrián Fernández: “Tenemos que estar en Primera o Segunda y el filial en Segunda B”

Entrevista N&B a Adrián Fernández, consejero del Córdoba CF

Rafael Ávalos

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Hombre de negocios es también un apasionado del fútbol. Los dos mundos los enlaza desde hace tiempo pero muy especialmente a partir del 5 de diciembre de 2019. Ésta es la fecha en que un fondo de inversión con capital de Baréin adquiriera el Córdoba. O más bien la unidad productiva de la sociedad anónima deportiva (SAD) original. Tal proceso queda atrás después de meses de amplia batalla judicial, incluido un hecho no muy habitual como es la recusación de un juez. Sea como fuere, desde entonces es junto con Javier González Calvo, actual consejero delegado del club, una cabeza visible de la entidad. Todo a través de Unión Futbolística Cordobesa (UFC), la SAD por medio de la cual Infinity, que es el citado grupo de capital árabe, efectúa la gestión del conjunto blanquiverde. Se llama Adrián Fernández, es madrileño de nacimiento pero sevillano de corazón y cuenta con una compleja experiencia en el Betis que asegura le sirviera en El Arcángel a su llegada.

Aficionado a la tauromaquia pero también a la hípica y la historia, posa primero para CORDÓPOLIS en las Caballerizas Reales. El escenario le genera gratas sensaciones, igual que los jardines del Alcázar de los Reyes Católicos. Sentado a una gran mesa en el conocido Salón de los Mosaicos de la monumental construcción atiende no pocas preguntas acerca del pasado, el presente y el futuro del Córdoba, del proyecto iniciado al amparo de la familia real de Baréin -tras Infinity- y de la relación entre club y ciudad. Adrián Fernández-Romero Álvarez (Madrid, 1980) muestra en lo que casi es más un diálogo que una entrevista la ambición de una propiedad que no sólo desea impulsar a la entidad sino trabajar en iniciativas de otro tipo de la mano del Ayuntamiento. La pretensión, como punto de partida, es elevar al cuadro califal al primer nivel del fútbol español, potenciar la cantera y la sección femenina y dotarlo de instalaciones acordes a una exigencia tan grande. Por cierto, ya fuera de micrófonos confiesa que uno de sus hijos ya es más blanquiverde que verdiblanco.

PREGUNTA. Recientemente se cumplió un año y dos meses de la adquisición del Córdoba por parte de Infinity. Después de todo lo vivido en este período, ¿cuál es la situación en la actualidad?

RESPUESTA. La situación, quitando lo deportivo, la clasificación, creo que es muy, muy positiva porque tenemos un club y una sociedad, Unión Futbolística Cordobesa (UFC), totalmente saneada. Hemos rescatado un club histórico del fútbol español de una ciudad importante del país con un fondo de inversión detrás solvente y que apuesta seriamente por el proyecto. Hemos creado una estructura muy profesionalizada en todos los departamentos y entiendo que los resultados se están viendo a todos los niveles. Queda muchísimo por mejorar, muchísimo por crecer pero en un añito que llevamos aquí, creo que más con menos no hemos podido hacer.

P. ¿Pensaron cuando llegaron que habría que afrontar tantos problemas? 

R. En la parte que me toca, sí. Nada de lo que ha pasado, me lo esperara o no, me sorprende. Porque yo vengo de otro club grande, en el cual entré en un concurso de acreedores de muchísimos millones de euros, en Segunda, con una crisis institucional espectacular, con una administración judicial… Entonces, eso me sirvió de expertise y ya digo, había cosas que no me esperaba pero no me han sorprendido. Esto mueve mucho más allá de economía. Esto es una cuestión social, institucional… Un club de fútbol en una ciudad es un ente per se.

P. Iba a preguntarle por el Betis más adelante, pero aprovecho. ¿Cómo fue aquella experiencia? Porque también fue compleja esta historia.

R. Aquello fue durísimo. Con otros números y en otro contexto pero a su nivel, durísimo. Yo entré en un Betis en Segunda, con un concurso de 90 millones de euros, con una intervención judicial, con una crisis institucional y una guerra accionarial y con la masa social totalmente enfadada y decepcionada. Tuvimos que hacer un trabajo también leonino para sanear el club, subirlo a Primera, reordenarlo, transmitir el equipo gestor profesionalidad, rigor. Me sirvió muchísimo. Hice un máster acelerado para cuando he llegado aquí.

Hemos rescatado un club histórico del fútbol español de una ciudad importante

P. ¿Qué está sucediendo para que en el fútbol tengan lugar estas problemáticas?

R. Yo creo que eso que está sucediendo irá desapareciendo. Y cada vez hay menos. El fútbol es un mundo dentro del espectáculo y del deporte que cada vez mueve más dinero y mueve más masa, y por lo tanto cada vez se está profesionalizando más, cada vez está más controlado. De ahí el control presupuestario de LaLiga cuando entras en el fútbol profesional. La propia Federación (RFEF) ya está poniendo en marcha los mecanismos, etcétera. Pero claro, viene históricamente de un mundo que ya de por sí movía muchísimo dinero y no estaba controlado ni regulado. Entonces se prestaba a muchísimas historias, como en otros clubes de la geografía española en la que ha habido grandes problemas.

P. De vuelta al Córdoba y a la problemática que ha habido, el proceso ha sido muy complicado. Hemos vivido incluso la recusación de un juez, lo que es poco habitual. ¿Aquello tuvisteis que vivirlo como un seísmo, no?

R. Eso sí que nos pilló totalmente desprevenidos. Fue algo inaudito, inesperado, y la verdad es que sí, que fue un seísmo. Porque de cara a la propiedad, le generó mucho miedo, mucha incertidumbre. Sabíamos que la Ley estaba de nuestra mano pero al final el proceso va por su curso.

P. Con sinceridad, ¿en algún momento han creído que el proyecto de Infinity o UFC se iba a diluir por la cuestión de la firmeza jurídica?

R. Sinceramente, no. Tanto Javier (González Calvo) como yo hemos tenido la absoluta convicción de que esto salía. Además, porque lo estudiamos con una profundidad inmensa antes de iniciar la operación y al final, con la justicia en la mano, con la razón y haciendo las cosas correctamente se puede decir todo lo que se quiera y levantar todas las cortinas de humo que queramos pero dos más dos son siempre cuatro. Yo en ese sentido no he dudado. He pasado mucho estrés, mucha presión. Como digo, la propiedad sí ha tenido miedo… Han apostado siempre, nunca han dejado de apostar, pero han tenido miedo y es normal. Unos señores a no sé cuántos miles de kilómetros de aquí, que no entienden las leyes nuestras. Pero yo nunca he dudado.

P. Se ha hablado mucho de la operación, de que es un hito, pero ¿cómo se vehicula esa opción?

R. Nosotros, inicialmente, lo que íbamos a hacer era comprar créditos del club. Y montamos la estructura para comprar esos créditos. Por eso sabíamos tan bien cómo estaba el club, porque habíamos hecho un estudio profundo acudiendo al administrador concursal del primer concurso y teníamos toda esa información, que nos la facilitó. Se portó muy bien con nosotros. Entonces lo teníamos muy claro. Cuando nombran al nuevo administrador y se interviene concursal y judicialmente el club, nosotros tenemos clarísimas las cuentas y lo que hay o no hay. Por eso fuimos a ese cambio de planes de comprar créditos a ir por la unidad productiva.

El fútbol viene de un mundo que ya movía mucho dinero y no estaba controlado

P. Y después de todo esto, para quien tenga la duda, ¿cómo queda conformado el consejo de administración en este momento?

R. El consejo de administración actualmente, y lo que estaba diseñado para que fuera, tiene siete miembros. Tiene un presidente y un vicepresidente que son de Baréin, Abdulla Al-Zain y Mohammed Al-Nusuf, y luego cinco consejeros que todos conocéis. Independientemente de que a nivel ejecutivo haya un consejero delegado, que es Javier (González Calvo), y yo que voy como segundo, digamos, que somos las dos personas que estamos en el día a día. Porque las dos personas de Baréin no están aquí, lógicamente, aunque tienen que aprobarlo todo. Y los tres consejeros tienen una presencia institucional. Nos ayudan y nos apoyan pero no están en el día a día. Éste es el esquema consejo y ejecutiva, por entenderlo bien.

P. Por cierto, ¿qué ha sido lo más difícil en este año y dos meses?

R. Lo más difícil. Pufff. Pues todo (sonríe). Llegar a comprar la unidad productiva. Algunos sufrimos, y yo incluido, hasta amenazas físicas. A mí me llamaron por teléfono para amenazarme. Recusaron a un juez. Tuvimos una crisis deportiva. Cambiamos el entrenador, llegó el Covid (ríe de nuevo). No sé en qué no hemos tenido problemas. Hemos tenido con los servicios médicos anteriores, con la marca anterior.

P. Es verdad que sucede todo de forma que, incluso, en marzo llega el Covid, la Federación (RFEF) corta la competición y el Córdoba está recién salido de los puestos de play off. ¿Se han sentido con eso de decir “joder, qué mala suerte hemos tenido”?

R. Totalmente. Lo decimos muchas veces, que esto lo estamos sacando a base de esfuerzo. Y yo lo hablo con la gente del área deportiva, con mi gente, con Miguel (Valenzuela) y Juanito: estamos sacando las cosas a base de un esfuerzo titánico pero a nada que sople la suerte un poco de nuestro lado, nos vamos a salir. Porque es que todo es contra los elementos, una cosa tremenda. La verdad es que sí.

P. ¿Cuál ha sido el cambio más profundo que ha vivido el club en este tiempo?

R. Que es una compañía, una empresa con todos sus departamentos y toda su estructura. Y en lo deportivo, que es un club serio. Los resultados se darán más o menos pero tenemos un club que es clarísimo aspirante a promocionar a Segunda División A. Lo está demostrando. Tenemos una cantera regenerada, regularizada y con un filial también serio aspirante. Después, la pelota mandará, pero es un serio aspirante y se está empezando a demostrar. Y tenemos una estructura de verdad, somos un club serio y una sociedad anónima como todos quieren.

La recusación del juez (Fuentes) le generó mucha incertidumbre a la propiedad

P. Ya han hablado de las pretensiones con el Córdoba a nivel deportivo e institucional, pero ¿cuáles son las líneas maestras del proyecto en este momento?

R. Subir a Segunda A. Y si el filial sube a Segunda B, ni te cuento. Regularizar la situación de infraestructuras, tanto el estadio como la ciudad deportiva, y después en lo demás seguir mejorando. Pero ya son tornillos, digamos, que hay que ir apretando. Pero como cuestiones importantes, el ascenso y la normalización de las infraestructuras.

P. En cuanto a hablar de Primera… Vienen inversores de Baréin y la gente piensa muy pronto en tener un equipazo y tal, pero ¿hay que ir poco a poco, no? 

R. En nuestra filosofía de gestión y en la parte que me toca, la deportiva, con la experiencia que traigo, que llevo toda mi vida vinculado al fútbol de una forma u otra, esas cosas no se digieren. Y está el fenómeno que se dice en el fútbol de los equipos ascensores, que suben y bajan. Yo no creo en eso, porque al final te da muchos problemas y te hipoteca. Creo que hay que crecer progresivamente y consolidarnos. Es decir, tú lo piensas sobre el papel y dices: me encantaría subir a Segunda y a Primera. Pero de verdad que no es lo sensato. Habría que subir a Segunda, estar unos años, no digo si son dos o son tres, de consolidación y subir a Primera. Para que cuando igual que subas a Segunda te estabilices, cuando subas a Primera también. No sólo deportivamente sino económicamente. Vas creciendo progresivamente. Muchos clubes, del perfil del Córdoba, que hacen esa doble subida y que venían de una crisis económica muy grande, no lo digieren económicamente. Hay que acostumbrarse. Cuando tú pasas de Segunda B a Segunda A, tenías una talla S y ahora pasas a ser una M y cuando subes a Primera, eres una L. Eso hay que aprender a llevarlo. Es muy importante saber digerir el proceso.

P. Uno de los objetivos prioritarios, como bien dice, es la consecución de una ciudad deportiva propia para el club. A este respecto, ¿ven más cercana la continuidad, tras acuerdo, en la actual o ya pensáis en una nueva?

R. Nosotros vamos con los dos frentes en paralelo. No somos gente romántica, vamos con los dos frentes en paralelo y por igual. Si cuaja quedarnos, nos quedaremos, y si no, estaremos preparados en tiempo y forma para irnos.

P. ¿Cómo se encuentra la situación ahora con Tremon?

R. En conversaciones. No hay nada más allá que pueda contar pero seguimos en conversaciones. Ellos están dando sus pasos, moviendo sus fichas, y nosotros las nuestras. En negociación.

Con la justicia en la mano, habrá cortinas de humo pero dos más dos son cuatro

P. El caso es que en Córdoba hemos oído hablar de esa infraestructura tantas veces que ya es casi imposible recordar cuántas y cuándo. ¿Qué mensaje se le lanza a la afición para que tenga confianza en el discurso?

R. Basándonos sólo en el añito que llevamos aquí y que vean que lo que vamos diciendo, lo vamos cumpliendo, creo que lo vamos haciendo bien, aunque unas cosas más tarde y otras más temprano porque no depende todo de nosotros, pero lo que decimos lo hacemos. ¿Y por qué lo que decimos lo hacemos? Porque no nos tiramos a la piscina en grandes empresas. Son ideas estudiadas y pensadas, y cuando uno las planifica las hace y punto. El Córdoba va a tener una gran ciudad deportiva sea allí o donde sea. No hay tampoco ciencia, no es descubrir la pólvora. Es cuestión de trabajar en la localización, llegar a acuerdo, adecuar las instalaciones en la ubicación donde esté y eso va a llegar.

P. Plazo, lógicamente, no ponen.

R. No ponemos, claro. Igual que con la compra de la unidad productiva y la inscripción de los derechos… Fíjate, iba a ser todo en diciembre pasado (de 2019) y hasta el 15 de septiembre no estábamos inscritos. No podemos tener plazo pero que lo vamos a tener en tiempo y forma, sí. Nuestra cantera no va a estar jugando en descampados, de eso no quepa duda.

P. Vamos con el estadio, que es otro planteamiento que tenéis desde el primer día. ¿Qué posibilidades le ven para seguir adelante con la finalización. 

R. Le vemos muchísimas. O todas. Además de la mano del Ayuntamiento que nos está facilitando todo el camino. Estamos estudiando todas las alternativas posibles. Ahora mismo puede parecer desde fuera que está parado pero no está para nada parado. Estamos en fase de estudio y planificación. Uno no se mete en grandes cosas sin saber muy bien para qué. ¿Qué quiero abajo, un local o siete? ¿O qué voy a poner? En definitiva, estamos trabajando con grandes firmas especializadas en esto, en la optimización de recursos inmobiliarios, estadios de fútbol y este tipo de localizaciones para definir previamente antes de andar por andar. Eso, como es un trabajo de despacho, no se percibe desde fuera. Parece que se van los meses y aquí no se hace nada. Estamos cocinando dentro de la casa.

P. Entiendo que la idea es terminar el estadio a través de una cesión, ya sí real, durante unos años.

R. Hacer una concesión administrativa al uso. Éste es el objetivo, claro. ¿Cómo se determinará? Eso es lo que está en estudio.

A mí me llamaron por teléfono para amenazarme

P. Incluso, y ya en mi primera conversación con Javier (González Calvo) él lo decía, Infinity tiene intención de intervenir en otros proyectos de la ciudad. Por ejemplo en El Arenal, no sólo en el estadio. ¿Se mantiene ese pulso desde Baréin?

R. Sí se sigue manteniendo y además tenemos conversaciones recurrentemente. Pero la pandemia paraliza mucho. Hay decisiones, más allá del Córdoba Club de Fútbol, de inversiones que requieren que el inversor venga, vea, analice y palpe y no han podido venir. Seguimos analizando, viendo cosas, aunque a otra velocidad un poco más lenta por la pandemia.

P. Hablamos de asuntos que tienen costes importantes e Infinity ya ha hecho una inversión fuerte. Está claro que si el equipo no sube a Segunda va a ser difícil mantener esta idea. Es decir, en Baréin no van a poner dinero porque sí.

R. Un año más que menos… Yo creo que no hay problema. Además te hago una reflexión, sin poner cifras porque tampoco se debe. Lo que les ha costado el club en la compra de la unidad productiva más el déficit que se desembolsó el año pasado, más el que se ha desembolsado este año, y si nos quedáramos otro año más, cuando subamos a Segunda el siguiente, en tres temporadas que sería este escenario, subirás con un club totalmente saneado y libre de cargas, en Segunda División, de una gran capital como Córdoba a un valor muy, muy barato. Y cuando digo muy, muy barato me voy a referir al último club de Segunda importante que se ha vendido, que es el Almería y se ha vendido en más del doble de lo que costaría eso que te acabo de explicar. Entonces…

P. Tienen ese margen entonces.

R. Sí, sí. Tienen margen de sobra. Porque la operación se ha ejecutado… Claro, el día a día es mucho dinero y suena a derroche. Pero tienes que tomarlo todo como inversión. Esto es una start up, donde el inversor año a año va metiendo dinero hasta que la pone en punto muerto, que ya es sostenible y después pasa a ser rentable. Pues nosotros estamos en una start up y mientras no entremos en Segunda, estamos en fase de inversión. No es la inversión que hicimos el año pasado y todo lo de éste es pérdida. No, no. Eso es un error de concepto. Mientras que estás en Segunda B, estás invirtiendo. Hasta llegar a Segunda. Tienes que contar mentalmente todo ese gasto como una inversión.

P. Con todo lo que hablamos, ¿qué les transmiten desde Baréin?

R. Actualmente están muy contentos. Siempre hay que aspirar a más. De hecho, ahora en la clasificación hemos pinchado un poquito. Pero venimos haciendo un buen trabajo, que va dando resultados. En la Copa del Rey hemos hecho un grandísimo papel. En lo institucional, ha venido la Supercopa a Córdoba. No ha ido a otros grandes estadios de Andalucía, ha venido aquí. Grandes estadios de equipos de Primera. Todo eso cae muy bien en Baréin, claro. Percibo muy buenas sensaciones y están muy contentos, así nos lo transmiten.

El Córdoba va a tener una gran ciudad deportiva, sea donde sea

P. Miremos al presente. Usted que está estrechamente ligado con la dirección general deportiva, ¿qué balance hace del reciente mercado de invierno?

R. Yo estoy muy satisfecho. Se le ha dado solidez a lo que ya estaba hecho. Se ha visto que tenemos un equipo con estructura pero siempre hay que apuntalarlo. En verano construimos el fórmula uno y ahora lo que hemos hecho es cambiar este tornillo o aquel. Son ajustes de una gran maquinaria. Hemos demostrado que le competimos a equipos de Segunda y de Primera. Eso no es una casualidad. Y te digo más: actualmente, este Córdoba lo pones en Segunda y te aseguro que compite y no tiene miedo de caer en puestos de descenso. No te digo que gane la liga o ascienda, pero que problemas tampoco. Tenemos un nivelón y estoy muy satisfecho con las tres puntadas que se han dado, que eran carencias… Por ejemplo, en la parte ofensiva es que ya lo sabíamos desde verano, que de hecho nos sobró alguna ficha… En verano se hizo un grandísimo trabajo pero se quedaron dos o tres cosillas sueltas y pienso que ahora se han apuntalado. Y con el filial lo mismo. Se hizo un grandísimo trabajo y ahora se ha apuntalado también. Que digo gran trabajo porque tanto al primer equipo como al segundo se les ha dado la vuelta como a un calcetín. Ha habido diez entradas y diez salidas, u once. Eso ha sido reinventar un equipo… por dos.

P. Visto desde fuera, ¿quizá no ha faltado ese futbolista, digamos, más renombrado? Y eso no garantiza nada, claro.

R. Eso por supuesto, lo sabemos todos. El año pasado hubo un club de nuestro grupo, por no dar nombres, que trajo a algún futbolista muy renombrado y no le sirvió. Con el Marca en la mano, el domingo en el sofá, sí. En eso sí tienes razón. La realidad es que eso en Segunda B no existe porque esos futbolistas de nombre están en la categoría que les toca y normalmente el que viene de vuelta, si no es a su club de origen o algo así, numéricamente está demostrado que en pocas ocasiones suele funcionar. Igual que el goleador. Es que dicen: “Hace falta el goleador”. Perdona, pero el goleador o está jugando o está en otra categoría. No nos engañemos. Hay que buscar en esas aguas revueltas de apostar por el talento joven y demás. Pero es que no hay mucho donde rascar, que estamos en Segunda B.

P. En este sentido, parece que el club está a medio camino entre el objetivo a corto plazo, la ambición del ascenso, y la mirada al medio o largo plazo con futbolistas más jóvenes. ¿Eso puede afectar al corto plazo, precisamente?

R. No, no lo creo. La plantilla está equilibrada porque en Segunda B, que no tiene nada que ver con Segunda A… Segunda A y Primera son más parecidas, ya que en la Segunda B hay un escalón más grande. Aquí hay veteranía y juventud, y ése es el equilibrio perfecto. Porque en Segunda B jugadores de talento de 25, 26 o 27 años no están. Los de talento están en Segunda A. Entonces, hay gente que viene y gente que está yéndose. Ese binomio es el que hay que tener y nosotros creo que lo tenemos perfectamente. En cuanto al talento, estas apuestas que se están haciendo son porque este club, me tiro a la piscina y esté yo o no, si sigue esta línea de trabajo la cantera va a dar frutos. Ya hemos hecho este año un movimiento, que es Alberto del Moral, que ya hemos tenido varias ofertas por él. De equipos importantes. Eso va a llegar recurrentemente.

P. Ya que habla de cantera, es uno de los pilares para UFC. Éste es el mensaje desde el primer día. ¿Quizá lo que hacen es generar un proyecto real? Es decir, no proyecto como suele decirse en fútbol que es de año en año sino a medio – largo plazo. Se asimila más a una idea de empresa, vaya.

R. Eso es. Lo que estamos haciendo es un proyecto de larga duración. Las canteras hay dos formas de verlas. En el corto plazo, que no son rentables, y en el medio y el largo, si se hace bien, sí son muy rentables. Dejan dinero. Porque ese tipo de futbolistas que te suben de categoría y juegan con el primer equipo, para ti el coste es mínimo… Si se hace bien, es muy rentable. Son atípicos los ingresos pero además te dan un nombre, una reputación, un prestigio tanto hacia arriba como hacia abajo para los chavales que quieran venir. Entonces entras en esa espiral positiva que a medio plazo es muy, muy atractiva. 

P. ¿Cuál es entonces la aspiración para el filial a medio plazo?

R. El filial tiene que estar en Segunda B. Nosotros tenemos que estar en Primera o en Segunda y el filial en Segunda B. Yo no aspiro a que esté en Segunda A porque ya no tienes un filial sino dos equipos que compiten y en eso no creo. A lo mejor puedo creerlo en un Barcelona o un Real Madrid pero en cualquier equipo normal no porque el filial está para nutrir al primer equipo. A medio plazo tenemos que ascender dos veces, el primer equipo y el segundo.

Actualmente, este Córdoba lo pones en Segunda y seguro que compite

P. Luego tenemos el conjunto femenino, que han transmitido que es importante para ustedes pero parece quedar en un segundo plano. ¿Qué quieren de él?

R. El Femenino no es que esté en un segundo plano sino que a día de hoy no genera la expectación del primer equipo y del filial. Eso es obvio. Pero para nosotros tiene la misma importancia. Y luego, otro factor que hace que parezca que está en un segundo plano, e insisto que parezca, es el hecho de estar en Segunda (Reto Iberdrola). En el momento en el que se meta en Primera (Liga Iberdrola), verás cómo va a relucir muchísimo más…

P. Entiendo que ése el objetivo que tienen.

R. Por supuesto. Tenemos una apuesta firme con el Femenino y la tenemos clara. Igual que pasa con el primer equipo, la rentabilidad o la optimización pasa por ascender.

P. De vuelta al primer equipo, y en una liga tan extraña por corta, ¿tienen temor por su irregularidad?

R. A ver, temor no. Inquietud.

P. Inquietud es la palabra.

R. Inquietud sí, evidentemente, porque la liga es muy corta. Temor no porque cuando decimos, y yo el primero, que tenemos una plantilla muy equilibrada es porque todas las posiciones tienen dos o tres futbolistas que las pueden cubrir. Entonces, no estamos preocupados. Y se ha demostrado que tenemos dos capitanes, estrellas nuestras, Miguel (de las Cuevas) y Javi (Flores), que el equipo ha ganado igual con ellos que sin ellos. Por poner un ejemplo, que hay muchos. Son piezas esenciales, por supuesto. Pero también hay quien puede cubrir el sitio en todas las posiciones. Inquietud, claro. Uno quiere que salgan las cosas perfectas y al final, somos seres humanos. Y el rendimiento y uno se lesiona, y el otro tal. Con todo eso hay que lidiar. Por eso tenemos la plantilla estable y homogénea con futbolistas que nos dan varias posiciones.

P. Me voy ahora al escenario positivo, el del ascenso. ¿Quizá con la configuración que tiene ahora mismo la plantilla la temporada que viene haría falta una revolución?

R. Hombre, revolución. Yo creo que no. Revolución como tal, creo que no. Habrá que hacer movimientos y ajustar cosas pero se ha intentado este año hacer una plantilla que en un porcentaje mayoritario nos valga para el año que viene.

Tenemos una apuesta firme con el Femenino: la optimización pasa por ascender

P. Nos alejamos ahora un poco del tema deportivo. ¿En este tiempo han tenido la sensación de que les ha faltado algo en relación a la ciudad, a la afición? Por ejemplo, con la pandemia no ha habido oportunidad de tener más contacto.

R. ¿Nos ha faltado porque alguien no nos lo dé? No. Yo lo que echo en falta es el público en la grada, la afición con nosotros. Pero no. Yo me siento muy bien recibido y creo que los que estamos, y el proyecto Infinity, nos sentimos muy bien recibidos y apoyados. Cada vez que necesitamos cualquier cosa siempre hemos tenido el apoyo de todas las instituciones y de todas las personas. Yo estoy muy contento con lo que recibo día a día.

P. Siempre hablan de la fluidez con el Ayuntamiento pero más allá de los proyectos que haya entre las dos partes, ¿cómo es la relación?

R. Sinceramente es muy buena. Con todas las corporaciones políticas es muy buena. Porque cada vez que necesitamos algo, que tenemos dudas o alguna cuestión, igual que ellos cuando nos preguntan, nos piden, lo que necesiten… Al final el Córdoba Club de Fútbol es una institución más dentro de las importantes de esta ciudad. Y después en lo personal, creo que estamos muy satisfechos.

P. Cuando llegaron, ¿sintieron que faltara un poco esa idea de que el club es parte intrínseca de la ciudad?

R. Para nada. Desde el primer minuto, desde Alcaldía, Instituto Municipal de Deportes, aquellas instituciones que dependen del Ayuntamiento, y de la Junta, desde el primer minuto estuvieron con nosotros.

P. Hablamos de todo esto y quizá quede abstracto. ¿Qué importancia tiene que el Córdoba participe de la ciudad?

R. Pues mira, una parte muy importante es que el inversor, que se llama Infinity y ha venido a rescatar este club, porque si no, no existiría a día de hoy, tenga tranquilidad. Y para ellos, no ya para Javier (González Calvo) o para mí, o para las personas que trabajan en el club, sino para la propiedad, que está haciendo una gran inversión en este club y que es el club de la ciudad que se le ha salvado, es muy importante ver que se le aprecia, que se le valora, que se le da su sitio. Venga de donde venga, esté donde esté. Pero eso es muy importante, y es de agradecer.

P. Al comienzo recordó su etapa en otro club, el Betis. ¿Qué similitudes encuentra entre éste y el Córdoba?

R. Respecto a la situación de crisis de uno y de otro, con todo el cariño claro, el Córdoba ha supuesto para mí, por clasificación, etcétera, un Betis en chiquitito. No tan chiquitito, cuidado. Maticemos esto. Es evidentemente un club más pequeño pero le veo muchísimas. No sólo el blanquiverde con el verdiblanco sino muchas cosas. Al final estamos a 140 kilómetros y tenemos las canteras cruzadas. Es decir, tenemos jugadores cordobeses en la cantera del Betis y hay futbolistas sevillanos en la cantera del Córdoba. Muchas cosas comunes. En cuanto a la crisis y los problemas vividos, toda la parte judicial y concursal ha sido muy parecida también. La única diferencia en el Betis respecto al Córdoba, que no todo ha sido malo, es que aquí hemos tenido a Infinity detrás y en el Betis éramos los que éramos y aquello había que sacarlo porque no había nadie (ríe). Estábamos los que estábamos.

P. Ya que habla de la relación entre Córdoba y Betis, estaría bien que se estableciera un nexo entre ambos, o con el Sevilla o cualquier otro club de la región. Es decir, ¿no estamos en el fútbol andaluz más despegados que, por ejemplo, en el vasco?

R. A día de hoy, de facto, de hecho, existe. La prueba la tienes en que aquí estamos unos cuantos ex béticos pero también hay sevillistas, empezando por el míster (Pablo Alfaro) o Víctor Salas, responsable de Salud y Alto Rendimiento. Tenemos canteranos, en el filial nuestro, que vienen del Betis y el Sevilla. Es decir, esa relación existe. Tampoco se puede llevar a más allá de una relación cordial y tal porque, al final, en un futuro no muy lejano vamos a ser competidores. No nos engañemos. Se puede ser un caballero… Yo tengo muy buenos amigos, siendo bético, en el Sevilla. Pero en el fútbol somos rivales. Esto es así.

Claro que sueño con Europa, hará falta más tiempo pero podemos llegar

P. Tirémonos al monte… ¿Sueña con Europa?

R. Hombre, claro que sí. Claro que sueño con Europa. Hará falta un poco más de tiempo pero estoy absolutamente convencido de que podemos llegar. Sólo necesitamos tiempo y que nos dejen trabajar. Sé que se llega. Yo, eso del mito de la suerte, de si la pelotita entra… No, perdona, la pelotita entra haciendo bien las cosas. Igual que las tendencias ganadoras. Un equipo que está en racha ganadora juega un partido malísimo y gana, y un equipo que es un equipazo, la suerte no está a su favor… La suerte se busca. Yo estoy convencido pero lo veo ya más lejano.

P. Entra en el mundo de fútbol a través del Betis pero lo suyo es el mundo empresarial. ¿Quizá este deporte es un buen vehículo para crecer en el otro ámbito?

R. Sí, mucho. Como se sabe, tanto Javier (González Calvo) como yo, aunque estamos la mayor parte del tiempo dedicados al Córdoba, tenemos otra actividad profesional que está centrada en las finanzas corporativas. De hecho, a mí me gusta mucho el fútbol, aparte de por mi trayectoria, por lo que aprendo. El factor psicológico que uno maneja en el mundo del fútbol te ayuda muchísimo en el de la empresa. Porque en la empresa eres más un currículum, un resultado, una tabla de Excel, y el factor psicológico, que es muy importante, en el fútbol lo aprendes de una manera que ahí no. Y no nos equivoquemos, las empresas son las personas que las hacen. Con lo cual, para mí es muy complementario.

P. Precisamente, Adrián, uno de los temas más complejos en una sociedad anónima deportiva es la gestión de los sentimientos. Al final, para la afición el club es una parte suya, de su vida.

R. Es muy complicado porque además nunca llueve a gusto de todos, cosa que es lógica y comprensible. Es muy difícil. Para mí sólo hay un camino: la seriedad, el rigor y el discurso es el que es. Si yo digo: un, dos, tres, es “un, dos, tres” y no me salto nada. Al final, aunque la afición vea en un momento que no, si tú eres coherente con tu discurso, la gente te entiende y apoya.

P. Cerremos. Tanto nivel personal como de UFC o Infinity, ¿por qué el Córdoba?

R. Pues mira, hicimos un estudio cuando nos plantearon adquirir un club en Andalucía. Yo era el que estaba aquí y ya tenía relación personal y profesional con Javier (González Calvo). A él le piden desde Infinity buscar un club en Andalucía. Comentamos los dos, yo hice un análisis y concluimos que viendo las opciones que había, que vimos algún otro Segunda B, entendimos que ésta era la mejor. Teniendo en cuenta que estos señores de Baréin son gente muy sensata y que hace inversiones para gestionarlas. No son inversiones caprichosas para tirar el dinero. Vienen con coherencia. Nunca va a faltar el dinero pero el que haga falta, no tirar por tirar. En ese contexto, de las opciones que valoramos y que tampoco había tantas, decidimos que ésta era la más interesante. O sea, hubo unos meses de análisis previo del mercado en Andalucía.

Las de Infinity no son inversiones caprichosas para tirar el dinero

P. ¿Y en algún momento han dicho: dónde nos hemos metido, por qué no elegimos otra?

R. No, porque entrar en un club en oportunidad, que crisis es sinónimo de oportunidad según el lado en que te toque, hubiésemos tenido, perdona la expresión, un marrón igual. Cualquiera de los otros tenía su lío. Éste era el que era y punto. De hecho, a lo mejor nos tenemos hasta que alegrar. Porque no se sabe qué hubiera pasado en los otros, que a lo mejor hubieran sido mucho peores.

P. Bueno, ahora sí es el cierre. ¿Cómo se siente en Córdoba?

R. Pues, sinceramente, estoy muy feliz en el Córdoba Club de Fútbol, con lo que hacemos, con el equipo humano, con el compañerismo que hay. La ciudad cada día me gusta más. Como se sabe vivo en Sevilla, pero es una ciudad en la que viviría encantado si las categorías subieran y demás me centraría cada vez más en ella. Y no descarto venirme a esta ciudad a vivir porque me parece maravillosa. Por tanto, por esas dos razones, muy realizado. Estoy muy contento. A pesar de los resultados (bromea), que llegarán.

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