UGT y CCOO reivindican en el Reina Sofía la consideración como sanitarios de los celadores

Representantes de los sindicatos UGT y CCOO de Córdoba se han concentrado este viernes, ante el monumento al donante del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, para exigir la consideración como personal sanitario de los celadores, así como “mejoras laborales que reconozcan la verdadera labor que ejercen estos profesionales del SAS”.

En este sentido y según han informado ambos sindicatos en un comunicado conjunto, la secretaria provincial de Sanidad en UGT Servicios Públicos de Córdoba, Mari Carmen Heredia, ha explicado que “este colectivo, formado en Córdoba por unos 550 profesionales, realiza unas funciones imprescindibles dentro del organigrama de los equipos asistenciales, fundamentalmente los hospitalarios, proporcionando unos cuidados cada vez más cualificados para el bienestar de los pacientes ingresados”.

De hecho, Heredia ha recordado la evolución en las competencias asumidas por los celadores y ha recalcado que, “sin embargo, se encuentran totalmente ignorados y poco reconocidos por la Administración”, mientras que “UGT lleva muchos años reivindicando un verdadero encuadramiento de la formación y del reconocimiento laboral de los celadores y, hoy en día, deben estar encuadrados en un grupo superior, por lo que desde UGT reclamamos una titulación profesional sanitaria, una reivindicación histórica que no termina de hacerse realidad y que perjudica, tanto laboral, como asistencialmente”.

Por su parte, el secretario general del Sindicato de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Córdoba, José Damas, ha apuntado que “que nos encontramos con un personal al que se le requieren unas habilidades y una formación cada vez más específicas para servicios como un quirófano, reanimación, pediatría, oncología, e incluso en consultas o plantas de hospitalización, puesto que un traslado o movilización de paciente requiere de una adecuada formación”.

Damas, ha remarcado que “estamos hablando de un personal que es esencial en el engranaje de los centros hospitalarios pero que, sin embargo, se encuentra ignorado y nada reconocido por la Administración. Baste mencionar que su regulación funcional proviene del Estatuto de Personal no Sanitario del año 1973”.